Hace unos días, salió una nota sobre la pobreza en México en el portal de noticias alemán dw.com del 10 de agosto, que describe, de manera clara, como la pobreza en nuestro país en vez de disminuir crece.
La nota dice lo siguiente: “Cuando AMLO asumió la presidencia de México, el 1 de diciembre de 2018, las expectativas eran inmensas: reducir la pobreza entre los 132 millones de mexicanos. ¿Cuántos son hoy realmente los pobres en México?”
“Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en 2018, en México había 52 millones de pobres…para 2020 55.6 millones de personas en situación de pobreza…. Y para este 2022 se calcula que serán 58.1 millones… 6,1 millones de pobres más que al principio del mandato de AMLO.”
Como bien dice la nota, se generó mucha expectativa en los mexicanos, sobre todo en los más pobres, pero por lo que se ve, su política de combate está siendo un fracaso, aunque se le siga invirtiendo más recursos, aquí se ve cómo en cuatro años del actual gobierno, hay otros 6.1 millones más de pobres.
La gente de abajo, los más pobres dicen que nunca antes un presidente les había puesto tanta atención y los había apoyado como hoy. Y ya se sabe que para el 2023 aumentará el recurso para los programas sociales de ayudas monetarias de AMLO. Y entonces, la pregunta es, ¿Por qué más mexicanos siguen sumándose a esta situación de pobreza?
Es importante recordar que las ayudas monetarias ya fueron usadas por anteriores gobiernos y nomas nunca terminaron con este mal de los mexicanos.
Creo que no estaría mal que echáramos un vistazo a lo que han hecho otros países que han sacado a la gente de la pobreza. Tenemos el caso de China, que, con una población actual de 1.412.360.000 personas, lo que lo convierte en el país más poblado del mundo, y del 2012 al 2019 logró sacar de la pobreza a casi 100 millones de chinos.
Sus logros se pueden explicar por las siguientes medidas que implementaron: el gobierno realizó un plan de combate a la pobreza donde establece objetivos concretos y realizables, con metas y plazos muy detallados donde se ubicaron las zonas de alta marginación; para lograr sus objetivos se hicieron monumentales proyectos de infraestructura, se crearon zonas económicas especiales, se convirtió a china en un faro en materia de innovación y desarrollo tecnológico, se atendieron los servicios públicos, se invirtió en la educación, salud y en vivienda, se promovió el turismo ecológico, etcétera.
Como se puede ver, el Gobierno chino esta trabajando por el bienestar de su gente y por ello se han realizado grandes inversiones que han convertido a ese país en la segunda economía más grande del mundo. Su gente ahora vive mejor. Lo que dicen los datos y cifras ya es posible verificarlo por la televisión, reportajes, internet, y por todos los demás medios que existen. Llevar el crecimiento económico a un país es posible y también que se beneficie a su población.
Esto es lo que sucedió en China, pero y en México ¿por qué no se disminuye el número de pobres? La respuesta no es difícil de encontrar, es que en nuestro país el gobierno actual no representa al pueblo, por ello no solo no tiene un plan para combatir la pobreza, sino que no tiene tampoco un plan global para desarrollar el país.
El presidente actual cree que con sus ayudas económicas resolverá todos los problemas, pero se olvida de llevar servicios públicos de calidad a las colonias y comunidades que mucho los requieren; en educación en lugar de invertir más invierte menos, la infraestructura en el país es poca, se limita a tres obras (AIFA, Refinería dos bocas y el Tren maya) que se han llevado casi todo el recurso y no se sabe qué tanto beneficiará a nuestra gente.
Y, por último, quiero señalar algo que es muy importante, la innovación tecnológica, rubro en el que los chinos son de los primeros en desarrollo tecnológico y se observa que tienen una obsesión sana por la educación, en cambio en México, el presidente y la directora de CONACYT, hace unos días, le acaban de arrebatar a este consejo cerca de 22 mil millones de pesos que fueron a parar a los programas sociales de AMLO, afectando a miles de proyectos de nuestros investigadores. Esto último es un atentado contra la educación y la soberanía.
En conclusión, el número de pobres crece porque el problema no se ataca de manera global, se da ayuda económica a las familias pobres, que algo les ayuda (ahora con la inflación el dinero les alcanzará para comprar menos cosas), pero su entorno, digámoslo así, no mejora, no se introducen servicios públicos ni infraestructura, ni hay creación de nuevos empleos, y por eso, en esas condiciones nunca se avanzará.
La solución está en que el pueblo comprenda que si no se resuelven los problemas de manera global, donde todos los mexicanos salgan beneficiados, los pobres seguirán siendo víctimas de la manipulación del gobierno actual. Lo mejor es organizarse y en el futuro no volver a confiar a quien no está trabajando con seriedad por combatir a la pobreza.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario