Antorcha sostiene que los partidos políticos mexicanos no erradicarán la pobreza, no acabarán con el hambre ni combatirán contra la desigualdad entre las clases sociales, porque esos partidos políticos son el ala ‘democrática’ de la clase rica y empresarial de México, que son partidos formados por vividores que, en los hechos, representan a la derecha más recalcitrante.
Un gobierno ejemplar, querido y amado por los ricos de un país, es un gobierno que les permite enriquecerse
La mayoría de esos partidos son los representantes de la clase en el poder: de la burguesía. Y su trabajo es cuidar los intereses de esa misma clase; es decir, cuidar que se sigan haciendo ricos mediante el trabajo y la explotación de la clase proletaria del país. De manera que un gobierno ejemplar, querido y amado por los ricos de un país, es un gobierno que les permite enriquecerse manteniendo bajos los salarios, permitiendo que los pobres deban trabajar mucho más de lo legalmente permitido, prohibiendo las vacaciones y arriesgando la vida de los trabajadores, reprimiendo a los comerciantes ambulantes porque son competencia seria de los empresarios, comprando a todos los sindicatos del país y reprimiendo a las verdaderas protestas populares.
Morena es un claro ejemplo de un gobierno que llegó a la presidencia con un discurso de izquierda, pero que en los hechos se comporta como uno de la derecha radical. Morena ha incrementado el número de pobres en el país, ha elevado el número de gente que sufre de hambre, ha logrado que haya más desempleados y más niños sin escuela, jóvenes sin carrera universitaria o el número de gente que trabaja para el crimen. Morena ha aumentado el número de muertos por no tener un sistema de salud digno, como en la pandemia del Covid. Morena, pues, incrementó todos los males del país.
Pero para los ricos el trato es diferente. En mayo de 2022, en un evento público en Pitiquito, Sonora, el expresidente López Obrador lanzó esta frase: “Se ayuda también a los de arriba, yo les puedo decir que no hay un rico de México que en el tiempo que llevamos gobernando haya perdido dinero, y a las pruebas me remito. Al contrario, les ha ido bien”. En efecto, todos los ricos de México han incrementado sus ganancias.
¿Qué debemos hacer nosotros? Para erradicar la pobreza, el hambre, la miseria y todos los males que estos problemas acarrean en nuestra clase social, los pobres debemos formar un partido de nuevo tipo: un partido que defienda nuestros intereses de clase, como la propiedad colectiva de los medios de producción, para que así se imponga salarios que nos permitan vivir dignamente, empleo para todos que quieran trabajar, reducción de las horas de trabajo a la semana, derecho al descanso, derecho completo a la salud, que logre que todos los pobres tengamos una vivienda digna, que todos los niños tengan escuela y que todos los jóvenes cursen una carrera académica, maestrías y doctorados, pero siempre bajo el apoyo, la lucha y la conciencia del pueblo pobre unido. Un partido de nuevo tipo no puede resolver los problemas sin la lucha del pueblo. Un partido de nuevo tipo va a resolver nuestros problemas solo cuando el pueblo pobre esté unido, organizado, luchando y consciente de su lucha.
La tarea es organizar y politizar a la clase proletaria de México y a sus aliados, como los campesinos y los artesanos. La tarea es gloriosa porque nos traerá beneficios para el futuro.
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