Hace unos días nos enteramos a través de los medios de comunicación y las redes sociales de que el mes de enero se registró la mayor cuesta de enero en siete años, y por supuesto el pueblo mexicano lo sintió inmediatamente en el bolsillo.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer los resultados del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), que nos dice “En enero de 2024, el INPC registró un aumento de 0.89 % respecto al mes anterior. Con este resultado, la inflación general anual se ubicó en 4.88 %. En el mismo mes de 2023, la inflación mensual fue de 0.68 % y la anual, de 7.91 %”, sumando tres meses al alza, ya que en noviembre fue de 4.3 % y en diciembre de 2023 fue de 4.6 %.
Los estados con la mayor inflación en el mes de enero fueron Guerrero, con 1.72 %; Tlaxcala, con 1.40 %; Chiapas, con 1.34 %; Puebla, con 1.31 % y Oaxaca, con 1.24 %.
El objetivo del INPC es medir la variación de los precios de una canasta de bienes y servicios representativa del consumo de los hogares mexicanos que adquiere una o un consumidor urbano promedio.
Todo esto se reflejó y se refleja en el bolsillo del pueblo mexicano ya que de por sí se viene saliendo de las fiestas decembrinas y luego luego empezando enero hay incremento de precios de la canasta básica, del vestido y calzado, de la educación, de la salud, de servicios como el pago del predial, del agua potable, placas, revalidación vehicular, energía eléctrica, etcétera, a pesar del incremento salarial que anunció con bombo y platillo el presidente AMLO.
Veamos algunos productos que incrementaron sus precios debido a la inflación: la famosa salsa pico de gallo no podría ser hecha sin el jitomate, producto que se llevó el trono por ser el que más se encareció en el primer mes del año, con una variación de 52.14 %.
La que siguió e hizo llorar a varios hogares mexicanos fue la cebolla, que aumentó 21.17 % en el primer mes. Siguiendo con los negocios, y relacionado con la comida, loncherías, fondas, torterías y taquerías se ubicaron en el tercer lugar de los bienes y servicios que más subieron de precios en el periodo en cuestión, con un registro de 1.15 %.
Los cigarros también se sumaron a la lista, con 3.90 %; el gas doméstico LP, fundamental en las viviendas del país, 2.41 %; la vivienda propia, 0.32 %; restaurantes y similares, 0.89 %; refrescos envasados, 1.01 %, calabacita, 20.40 %, y derechos por el suministro de agua, 1.72 % (Expansión, 8 de febrero de 2024).
Los estados con la mayor inflación en el mes de enero fueron Guerrero, con 1.72 %; Tlaxcala, con 1.40 %; Chiapas, con 1.34 %; Puebla, con 1.31 % y Oaxaca, con 1.24 %.
No cabe duda de que el más afectado por la inflación es el pueblo mexicano y no se hace casi nada para ayudar a que se disminuya la brecha entre ricos y pobres, ya que se piensa que dando ayudas a través de becas a algunos estudiantes o dinero a algunos viejitos, algunos campesinos, etcétera se va a acabar la pobreza.
Esta claro que no: urge que el pueblo despierte, se quite la venda de los ojos y deje de creer en cantos de sirenas; urge que el pueblo se eduque políticamente, se organice y luche hombro con hombro para cambiar de modelo económico.
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