La situación en México se tornó infame con un gobierno que se dijo ser de izquierda, en favor del pueblo y de las grandes mayorías, pero en los hechos ocurrió todo lo contrario; quiso tapar con un dedo el sol y hoy vemos los grandes problemas que dejará a su sucesora Claudia Sheinbaum.
Uno como parte de la sociedad ve día a día la situación por la que se enfrentan las familias que viven al día porque su recurso no les alcanza para subsidiar la canasta básica, vemos cómo deben sobrevivir a la inseguridad, servicio médico de mala calidad, a pesar que se dijo que sería mejor que el de Dinamarca. Estos sólo son algunos de los problemas que viven al día cientos de miles de mexicanos.
Vimos que los pobres no fueron beneficiados, a pesar del slogan de que primero ellos, y que en los últimos cuatro años la desigualdad aumentó, mientras la fortuna de 14 ultrarricos casi se duplicó.
De acuerdo a estudios publicados por analistas de organizaciones civiles, y algunas oficiales, la situación de México y cómo la deja el actual presidente es crítica en los más importantes aspectos económicos y sociales del país, dejando así López Obrador múltiples problemas, así como los que tuvo su política general y los que sus secretarios de Estado y demás funcionarios provocaron con su torpeza o negligencia.
Vimos que los pobres no fueron beneficiados, a pesar del slogan de que primero ellos. Oxfam México señaló que, en los últimos cuatro años, la desigualdad aumentó y que, en este mismo lapso, casi se duplicó la fortuna de 14 ultrarricos mexicanos, entre los que se encuentran los más ricos del país y de América Latina, el dueño de Grupo Carso, Carlos Slim y Germán Larrea Mota, propietario de Grupo México.
Es de señalar que la fortuna de Carlos Slim creció 70 por ciento durante los últimos cuatro años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador. ¿Éste es el gobierno de los pobres? Es claro que no y López Obrador lo dejó evidenciado el pasado 20 de julio en su mañanera donde reconoció que: “ningún empresario ha fracasado; todos tienen utilidades, aumentaron sus fortunas”. Esto con su economía moral, aquella que dijo que sería para beneficiar a los pobres; pero ya vimos su juego de palabras y quiénes para él eran los pobres.
Mientras, el pueblo pobre en el olvido, sin acceso a la salud pública, pues durante el gobierno de López Obrador, se registró un incremento de más de 30 millones de mexicanos sin servicios de salud pública, pues en el 2018 había 20 millones de personas que declararon estar en esta condición, en 2022 ese número ascendió a 50.4 millones. Asimismo, orillando más a una salud privada, pues a decir de México Evalúa, en 2022, el 59.9 por ciento de las personas que recurrieron a atención médica lo hicieron en el sector privado, 13.3 puntos porcentuales más que en 2018. Lo que México Evalúa señaló como una privatización de facto de la atención de la salud.
Eliminó el Seguro Popular para sustituirlo por el Instituto de Salud para el Bienestar, Insabi, organismo que sólo duró dos años debido a su inoperancia.
No dejemos de lado la inflación que cada vez fue en aumento, a pesar del Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic) del cuatro de mayo de 2022 y del Acuerdo de Apertura contra la Inflación y la Carestía (Apecic), difundido el 3 de octubre por el propio presidente.
A finales de julio de este año, el nivel de inflación llegó al 5.57 por ciento, casi un punto porcentual arriba del 4.79 de 2023, de acuerdo con el Índice Nacional de Precios al Consumidor, emitido por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Otro de los males que aquejan a los mexicanos es la violencia, que lejos de erradicarla, ésta creció, pues durante el sexenio suman casi 200 mil víctimas de homicidio doloso, 51 mil desapariciones de personas y desplazamientos forzados en poblaciones situadas en medio de las disputas por los grupos del crimen.
De acuerdo con TResearch, el gobierno de López Obrador, terminará con una cifra de 199 mil 593 homicidios, superado, por mucho, los registrados en los sexenios anteriores.
Con esto, que es un esbozo de lo que se vivió en el actual sexenio que está a días de concluir, nos damos cuenta que no fue un gobierno del y para el pueblo, que sólo fue la bandera para llegar al poder, porque como lo diría el ingeniero Aquiles Córdova Morán en su más reciente libro, “Intenciones y resultados”: “la Cuarta Transformación no es un programa de izquierda ni pretende hacer ninguna revolución popular. Su verdadero propósito es, como dicen los hechos, renovar la cúpula financiera e industrial del país, adelgazar al Estado mexicano y debilitarlo frente a los poderosos intereses geopolíticos del imperio, y reforzar, ahora con el apoyo de un pueblo engañado, las cadenas que atan a México al carro del imperialismo norteamericano. Un nuevo neoliberalismo maquillado de gobierno al servicio de los pobres”.
Por ello, nosotros compañeros, tenemos que educarnos, no dejarnos engañar por gobiernos que se dicen ser del pueblo y en los hechos no lo son. Tenemos que organizarnos y luchar para cambiar este estado de cosas que el gobierno actual hizo en contra para el beneficio del pueblo. Se vienen nuevas administraciones, dispongámonos a luchar, pero sobre todo a ir cambiando la situación de miles de mexicanos pobres, y eso educados, juntos y organizados lo podemos lograr.
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