Ya en colaboración anterior me referí a la falta de agua en varios municipios hidalguenses y señalaba, entre otras cosas, que “…Como muchos de los derechos humanos consagrados en nuestra constitución política, el derecho al agua potable también existe en nuestra Carta Magna, pero así como muchos de esos derechos (a la salud, a la vivienda, al empleo, a la educación, a la alimentación, a vivir con seguridad, sin miedos, etc.) son letra muerta para millones de mexicanos, igualmente, el derecho al agua potable en muchos municipios del país es también letra muerta…”.
Y en estos días, en Pachuca, hace crisis la falta de agua potable; no hay autoridad competente que mínimamente intente atender y resolver la problemática en decenas de colonias. La Caasim, dependencia directamente responsable mantiene su política de oídos sordos y de total indolencia hacia la necesidad de los pachuqueños, que ha provocadomúltiples protestas; su actual director, Abraham RublúoParra (quien fuera el titular del Seguro Popular en Hidalgo),jamás ha atendido a las distintas comisiones de vecinos que se hacen presentes en su oficina reclamando se dote de agua potable a sus hogares; el señor director nunca está en su puesto de trabajo y, por los hechos, podemos concluir que tampoco le interesa cumplir con su responsabilidad y menos le importa las angustias y necesidades que pasen los hidalguenses.
Pero, por desgracia, considero que no es el único funcionario indolente ante esta dura problemática, pues ni funcionarios del gobierno del estado ni del propio ayuntamiento de Pachuca han dicho esta boca es mía; están igualmente ausentes y su silencio revela que tampoco les inquieta ni preocupa demasiado la calamidad que se está viviendo por cientos de familias ante la falta de agua potable. El presidente municipal, Sergio Baños Rubio, debería tener presente que todo lo que pase en el municipio le incumbe, que no puede simplemente ser observador, que es su obligación actuar y buscar todos los mecanismos posibles para que se resuelvan los problemas de la ciudadanía que él gobierna y es también su obligación buscar los recursos económicos y priorizar la atención de las necesidades de esa población que hoy en día está mas olvidada.
El señor presidente municipal podrá argumentar, como todos los funcionarios en todas las épocas, que “no tiene recursos” para dotar de agua potable o para construir las redes necesarias en las colonias donde aún no existen, pero, en primer lugar, él se comprometió a resolver la problemática que nos aqueja a los pachuqueños y no solamente en agua potable, también en pavimentación, alumbrado público y seguridad (recordará su bandera de PAS). Y, es eso, precisamente, que desde la trinchera como regidora en el actual ayuntamiento he venido reclamando una y otra vez; exigiendo que los recursos se apliquen a resolver las grandes carencias que existen en nuestra ciudad; y es por eso, que en la Trigésima Cuarta Sesión Extraordinaria pública del Cabildo, realizada el día lunes 23 de mayo, vote en contra de varias de las propuestas que presentó el presidente municipal para ampliar el presupuesto en varios rubros, pero ninguno de ellos destinado a resolver las demandas ciudadanas fundamentales.
Me explico: primero, cuando se aprobó el presupuesto general del municipio, levante mi voz para inconformarme porque sólo se destinaban 34 millones de pesos para inversión pública, de un presupuesto de cerca de mil millones de pesos; ahora en la sesión de Cabildo referida, se presentó, entre otras, la propuesta de “Ampliación del contrato de recolección y traslado de residuos sólidos urbanos del periodo enero a junio del presente año por la cantidad de 20 millones; así se presentó para su aprobación, sin mayor justificación. Asimismo, se pidió la “Aprobación de la ampliación del contrato por el periodo enero-mayo de combustible por la cantidad de 12 millones 570 mil pesos”, esto quiere decir, que el ayuntamiento presupuesta gastar (ya gastó) en combustible para su operación 2 millones 514 pesos en promedio al mes, 83 mil 800 pesos diarios (esta cifra es sin considerar el gasto de combustible de seguridad pública que está en otro apartado y asciende a 6 millones 500 mil pesos para el mismo periodo). Sobra decir que dichas propuestas fueron aprobadas por la mayoría de los regidores, sólo su servidora y un regidor más votamos en contra y se presentó una abstención.
Vea usted, paciente lector, como se pueden gastar casi 85 mil pesos diarios en combustibles y pagar millones de pesos a empresas para la recolección de basura, pero no se puede dotar de agua potable a las familias pachuqueñas. Invito a todos los pachuqueños a que nos juntemos, nos organicemos y unidos reclamemos que los recursos públicos se apliquen prioritariamente para atender y resolver las demandas elementales de la población, que todas las familias puedan contar con agua potable en sus hogares, pues es, como señalo renglones arriba, un derecho internacional, pero que solo unidos lo podemos a hacer valer.
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