A finales del año pasado, la Comisión de Agua y Alcantarillado de Sistemas Intermunicipales (Caasim) anunció un aumento en el costo por consumo de agua para 2024 de hasta 4.5 %, que entrará en función en la zona metropolitana de Pachuca y los catorce municipios que reciben este servicio. Esto afectará a miles de familias, para las cuales ya representa un gasto considerable la cuenta corriente del servicio del agua potable, y ahora mermará aún más sus precarios ingresos.
El incremento es aún mayor en el abasto de agua mediante pipas: el servicio pasará de 450 pesos por pipa a 750 pesos, lo que afectará a familias de escasos recursos que habitan colonias marginadas donde aún no cuentan con los servicios básicos.
Hidalgo es uno de los estados que ha registrado un lento y tardío proceso de urbanización, que sin embargo, se ha acelerado gracias a diversos factores que genera su cercanía a la Zona Metropolitana y el Valle de México. Este crecimiento de la mancha urbana ha ocasionado problemáticas, sobre todo en torno al aspecto del acceso a servicios básicos.
El servicio pasará de 450 pesos por pipa a 750 pesos, lo que afectará a familias de escasos recursos que habitan colonias marginadas sin servicios básicos.
César R. Pérez en su documento titulado “Expansión de la ciudad en la zona metropolitana de Pachuca: procesos desiguales y sujetos migrantes e inmobiliarios” señala que hay “una polarización social en concentraciones al sur del estado, con acelerado desarrollo urbano y dotación de servicios, mientras que el norte se ha caracterizado por un alto grado de marginación, dispersión poblacional y rezago de infraestructura urbana y de servicios básicos”.
Agrega que “al analizar las condiciones para la presencia de los servicios básicos en espacios urbanos como Pachuca, que por el simple hecho de ser un espacio urbano por concentración de población, los servicios, el consumo de insumos electrodomésticos —sin saber nada sobre las fuentes de empleo— cuentan con un alza, se ve que el aumento en promedio es de 14 mil viviendas con servicios, pero no se asegura que las viviendas del año 2000 y sus habitantes hayan mejorado su acceso para el 2010.
Esto significa efectivamente un mayor número de viviendas; no obstante, los servicios no están en las viviendas anteriores, o ya establecidas, sino en los nuevos desarrollos habitacionales que son apoyados por las desarrolladoras e instituciones municipales”.
La capital hidalguense ha tenido un crecimiento exponencial, producto de flujos migratorios principalmente de zonas rurales de habla indígena como el Valle del Mezquital y la Huasteca, o de otros estados como Oaxaca, Morelos y Guerrero, migran a Pachuca para emplearse en las fuentes informales de empleo, en el sector de la construcción de las ciudades mayores y en actividades agrícolas de las ciudades medianas al ver estas reducida su mano de obra en el campo ya que se integran a la migración internacional.
Así, podemos deducir que en Pachuca hay un gran número de colonias de reciente creación donde no cuentan con servicios básicos y donde habitan familias con ingresos muy bajos, muchas de ellas indígenas. Por poner ejemplos, podemos citar el caso de la colonia Margarita Morán, donde desde hace más de diez años no cuentan con agua potable ni drenaje; misma situación se repite en la Ampliación Jorge Obispo y se agrava en La Loma donde llevan más de veinte años sin los servicios básicos.
Esas colonias se abastecen de agua potable con pipas, que pagan a bajo costo gracias a la gestión y lucha de los vecinos organizados en el Movimiento Antorchista. Ahora la Caasim, con el pretexto de que el Congreso del estado autorizó nuevas tarifas del agua, quieren aumentar de un solo golpe el precio de las pipas subsidiadas que prestan servicio en las colonias populares de un costo de 457.27 pesos a un escandaloso aumento de 750 pesos por pipa, es decir un incremento del 64 %.
Es, por supuesto, un abuso y falta de sensibilidad de quienes deberían garantizar el acceso al agua potable. Sin el subsidio a las pipas, las familias no podrán acceder al agua potable.
Esto se suma a las constantes inconformidades y protestas debido a la mala calidad e irregularidad de los servicios que brinda Caasim. Son constantes las quejas por la falta de abasto de agua en diversas colonias donde pasan semanas sin una gota de agua, la poca labor de bacheo, los altos costos del servicio de vactor, las fugas y falta de mantenimiento en el alcantarillado, etcétera.
Por este medio hacemos un llamado a la población en general para que no dejemos que se imponga en Caasim las nuevas tarifas y defendamos un mejor servicio, así como atención sin condiciones a todas las colonias, en especial las que no cuentan con red de agua.
Los convocamos a que nos unamos y hagamos un solo frente en defensa del agua: ¡Agua para todos! ¡Caasim debe respetar los precios accesibles!
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