Dije en mi anterior artículo que en estos tiempos electorales el pueblo debe de tener unidad. Pues en esta ocasión, lo repito. La consigna puede parecer “disco rayado”, pero creo que es importante que el pueblo entienda su importancia.
Recordemos el hecho de que Antorcha en las elecciones del 2018 llamó a no votar por Morena, en concreto, por Andrés Manuel López Obrador. Una de las razones principales fue que, aunque su diagnóstico del problema que enfrenta el país estaba bien, la política de corrección era incorrecta y que su instrumentación traería consecuencias desastrosas. Hemos hecho en varias ocasiones la analogía de que es como podar la maleza en lugar de cortarla de raíz. Una vez en el poder gracias a los más de 30 millones de votos que se creyeron aquella idea vimos en los hechos lo erróneo de esta política.
Con el pretexto del combate a la corrupción eliminaron los programas que sostenían las guarderías infantiles, comedores comunitarios, centros de ayuda a la mujer violentada en el hogar, Prospera que abarcaba la cuestión educativa, la salud y alimentación; con ese mismo pretexto y sumado al hecho de que el Estado mexicano requería de recursos para la compra de vacunas, terminaron con 109 fideicomisos (con un valor de 68 mil 400 mdp), entre ellos el Fonden que hubiera servido para los inundados en Tabasco y el pueblo sigue en la espera de las ansiadas vacunas. Y hablando del combate a la corrupción, ¿dónde quedó ese dinero? A este fin de mes, mayo, apenas va el 20 por ciento de la población mexicana vacunada. Tomando en cuenta los dos millones 400 mil contagios acumulados y 222 mil 657 decesos, nuestro país está en una crisis sanitaria.
Otra de las consignas lopezobradoristas que quiero recordarles es la de quitar a los “intermediarios” y que los “apoyos” se entregarían de manera directa, que no reflejaba otra cosa que el combate a las organizaciones sociales que luchan y gestionan para sus pueblos y sus agremiados. Y, ¿qué creen? Esta consigna anda en estas campañas intermedias por parte del morenismo, concretamente, en Ario de Rosales, Michoacán. Indignados quizá por el hecho de que, en su derecho legítimo de elegir sobre qué camino conducir su participación ciudadana en estas elecciones, el antorchismo haya elegido un proyecto distinto al suyo, llaman a la comunidad ariense a salirse de Antorcha y que los apoyos les llegarán de manera directa, la consigna de Morena no es ni un vaso de agua para Antorcha. Pero el discurso de Antorcha ha ido permeando en las masas populares y no se creen ya estas mentiras, así como lo manifestaron los antorchistas de Paso Real quienes de súbito entendieron que era una clara consigna contra ellos, ni un vaso de agua para ellos, porque a Antorcha lo conforman ellos, es decir, el pueblo.
Hay que tener cara dura para lanzar esta consigna en circunstancias de que no sólo no llegaron los apoyos de manera directa que prometieron en el 2018, sino que los que había los quitaron.
Por estas razones, creo conveniente volver a decirles, mis estimados lectores, que hay que mantener la unidad; primero, en las urnas y, segunda, después de las elecciones. En la ley de leyes, que a menudo viola los cuatrotransformistas, se consagra los derechos de organización, de petición y de manifestación. Pues son estos derechos que el pueblo ariense, el pueblo mexicano en general, tiene que defender en estos comicios.
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