Como suele pasar en periodos de elecciones para cargos públicos a nivel local y nacional, el Gobierno federal derrocha y pone en la mira toda su atención a ese proceso electoral; más aún cuando se trata de elegir al nuevo que ocupará el Palacio Nacional.
Hoy en día vemos cómo Andrés Manuel López Obrador está con todo para que su corcholata que juega y busca la Presidencia gane. Pero AMLO no es tonto, ha sabido ganarse a la gente mediante programas sociales para los jóvenes y, en particular, para los de la tercera edad.
El problema principal de la mayoría de nuestros gobernantes es que continúan con el mismo modelo económico.
Los problemas en los que estamos hoy en día es que si en años anteriores el Gobierno federal no puso atención a asuntos como la pobreza, el desempleo, la inseguridad, etcétera, situación que verdaderamente ha afectado al país y que debió ser atendida en su momento, ahora que es periodo de elecciones, no se hará nada.
Hemos visto las megaobras emblemáticas de la 4T, como el Tren Maya, refinerías, etcétera. Son obras que hasta la fecha no han generado nada bueno y vemos que están vacías; tenemos aeropuertos vacíos y refinerías que no refinan absolutamente nada, no están produciendo lo que deberían y no hay tanta demanda de la población como para usar ese transporte ferroviario. Sin embargo, ese dinero malgastado podría haber sido destinado para combatir los problemas de pobreza y desigualdad que verdaderamente aquejan a México.
Existen datos estadísticos y fuentes de información muy confiables que nos muestran que los problemas de corrupción, inseguridad, pobreza, entre otros, se han venido agravando y aumentando cada día más. Por ello, urge que el Gobierno federal elabore un plan para implementar y atender estos problemas que afectan al país entero.
Considero que el problema principal de la mayoría de nuestros gobernantes es que continúan con el mismo modelo económico. Sin embargo, para poder combatir la pobreza y todos los demás lastres sociales como la corrupción, se necesita que cambie este modelo económico que rige en nuestro país. Sin ese cambio, las cosas seguirán igual, independientemente del partido y el político que nos gobierne.
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