Se aproximan las elecciones en nuestro país; se elegirá al presidente de la república, senadores, diputados federales, gobernadores en algunos estados, diputados locales y presidentes municipales. Los partidos políticos abren su cartelera al público, lanzan al ruedo "sus mejores cartas" y, en la mayoría de los partidos, varios de ellos se reeligen.
Algunos ya se acomodaron de manera definitiva, otros están por definir; la militancia se empieza a inconformar por las imposiciones de los dirigentes o por la negociaciones tras bambalinas.
Han hecho del poder público su patrimonio personal y la han quitado de estar al servicio de los mexicanos. Por eso les molesta que los ciudadanos se organicen y se pongan a exigir que cumplan sus demandas.
Por lo tanto, de esta inconformidad surgen aquellos que no fueron considerados para algún puesto de elección popular dentro de su partido y prefieren abandonar el barco a tiempo, y lo hacen cambiándose la camiseta y yéndose a otro bando.
Así, con todo el cinismo que los caracteriza, se justifican diciendo que el grupo político que abandonaron no actúa acorde a sus principios o que los estatutos no fueron tomados en cuenta, y por eso determinan en último momento cambiarse de partido.
Los diarios nacionales documentaron que, para las elecciones intermedias en 2021, fueron ¡más de 16 mil políticos! los que se cambiaron de partido. Este fenómeno lo estaremos viendo una y otra vez en estos tiempos electorales.
Vale la pena reflexionar y preguntarnos los mexicanos: ¿este tipo de políticos necesita nuestro país?, ¿este tipo de partidos es el que nosotros necesitamos?, ¿realmente representarán los intereses de la mayoría de los mexicanos?
A cualquiera que tenga uso de razón le queda claro que la respuesta a todas estas preguntas es no, y es un no porque hemos visto desfilar todos los partidos políticos en el poder y ninguno de ellos ha cambiado la realidad de millones de mexicanos que hoy se debaten en la pobreza, inseguridad, desapariciones forzadas, desabasto de medicamentos, abandono del tema de salud y otros muchos más que afectan a los mexicanos hoy en día.
Además, esos políticos que hoy vuelven a buscar un puesto a elección popular, es claro que sólo buscan satisfacer sus intereses personales y los de su partido.
Otros lo que buscan es cobijo legal para que no puedan ser perseguidos por la justicia o por el gobierno, sea quien sea que llegue al poder y se le ocurra tomar represalias a sus adversarios o tomando venganza política porque fueron críticos del poder en turno, es decir, buscan el fuero para blindarse y protegerse de toda acción legal.
Prueba de lo anterior son las listas plurinominales que han exhibido los mismos partidos políticos y que han sido fuertemente criticados, pero que, a pesar de todo, mantienen firme su decisión. No hay ninguna excepción, ningún color se salva de esta caracterización.
Hay que preguntarnos de nueva cuenta ¿qué acaso no hay más ciudadanos que pueden ser considerados como candidatos?, ¿acaso los demás mexicanos no tenemos ese mismo derecho?, ¿sólo un puñado de privilegiados puede acceder al poder?, ¿o sólo nos utilizan cada tres o seis años para que sigan siendo quienes se sirvan con la cuchara grande?, ¿por qué muchos de estos políticos se han eternizado en el poder y no vemos que den espacio a otros ciudadanos?
Han hecho del poder público su patrimonio personal y la han quitado de estar al servicio de los mexicanos. Por eso les molesta que los ciudadanos, al no encontrar otra alternativa, se organicen y se pongan a exigir que se cumplan sus demandas más elementales a las que ellos. mismos prometieron atender cuando andaban en campaña.
Pero, aunque les moleste, no queda otro camino para quienes no tenemos ni dinero, ni poder, ni influencias, sino que solamente nos tenemos a nosotros mismos.
Esa unidad del pueblo es la que realmente temen y combaten, porque saben que si el pueblo se une, nada podrá detenerlo en la verdadera transformación del país, en la que ellos no cabrían, por más que intenten saltar y cambiarse de bando.
Por todo esto, a los hombres bien nacidos y a quienes desde el fondo de su alma no les son ajenas todas estas injusticias que ocurren en nuestro país y creen que aún es posible un México distinto, los invitamos a formar parte de nuestras filas del Antorchismo y juntos crear un partido de nuevo tipo que represente los intereses del pueblo pobre de México, tal como lo hemos venido demostrando durante estos cincuenta años de existencia.
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