En menos de un mes terminarán las campañas electorales. Y el ambiente electoral en Puebla, como dicen, se está “calentando”: ya hay candidatos asesinados, agredidos y amenazados.
El sábado 23 de marzo, fue asesinado el candidato de Morena para la presidencia de Acatzingo, Jaime González Pérez. Y, según la prensa, “la entidad ha registrado distintas amenazas a personajes políticos, e incluso las autoridades alertaron acerca de un intento de secuestro”.
Los columnistas y analistas afirman que los ataques, atentados y amenazas son culpa de unos cuantos políticos de la vieja escuela que buscan detener el triunfo de sus adversarios.
¿Será eso cierto? No lo creo de forma absoluta. ¿Todo es culpa de uno o dos operadores electorales o porros que usan métodos criminales? Creo que no son la razón principal de los ataques contra los candidatos.
Si la autoridad desea que la gente salga a votar, las campañas electorales deben transcurrir en paz.
En cada municipio, en cada zona del estado, han sentado sus reales los caciques, todos con mucho poder económico, que cada tres o seis años ven sus intereses expuestos. Para ellos sólo hay un camino: deben someter al adversario.
Entre las amenazas más sonadas se encuentra la hecha contra el candidato de la alianza “Mejor Rumbo para Puebla” (PAN, PRI, PRD y PSI) para la presidencia municipal de Puebla, Mario Riestra Piña, a quien en un evento le habrían dicho: “tu cabeza vale 15 mil pesos”.
Y la realizada contra el candidato a gobernador Eduardo Rivera Pérez, a quien le dejaron un mensaje intimidatorio la noche del sábado 4 de mayo: “Cuando llegue [dijeron los malandros] lo recibiremos con un plomazo en la cabeza”. Pero no son los únicos.
Algunos más que han denunciado son los candidatos del PRD en Huauchinango, Ajalpan y San Pedro Cholula, así como del PSI en Chiconcuautla o la candidata a presidenta municipal de la alianza Morena y PT para Cuayuca de Andrade, Lorena Castillo López.
De acuerdo con su equipo de campaña, desde el 29 de marzo, Lorena Castillo ha sido espiada por tierra, con camionetas, y por aire, con drones que durante todo el día y buena parte de la noche vuelan encima de su casa en Cuayuca de Andrade.
Es una labor de espionaje para conocer todos sus movimientos: a dónde va, a quién visita, con qué personas se reúne y quién entra y sale de su casa a todas horas. Es una amenaza contra una candidata por parte de un grupo de caciques del mismo pueblo.
Para denunciar el hecho, el abogado de la campaña electoral, Jesús Yasser Rosas Onofre, acudió a la presidencia municipal el 12 de abril y entregó un oficio a Ángel Martínez Palacios, que es el regidor de Gobernación, Justicia, Seguridad Pública y Protección Civil en Cuayuca.
En el documento se relata:
“En recientes fechas, como lo son 31 de marzo, 2 de abril, 6 de abril, 11 de abril, he recibido ataques a mi privacidad, de parte de un aparato aéreo identificado tecnológicamente como DRON, que ya ha ingresado a mi domicilio en las fechas antes señaladas, manifestando que temo por mi integridad física así como por la de mi familia, señalando que han estado monitoreando todas mis actividades cotidianas, razón por la cual manifiesto que estoy siendo investigada y temo ser víctima de algún delito”. El documento está firmado como recibido.
Pero como el espionaje contra Lorena Castillo continuó, para intentar detener el uso de los drones en su contra, se lanzó un comunicado para los medios de comunicación.
La página de noticias contigopuebla.mx tituló así la información: “Alertan por uso de drones para amedrentar a candidata de Morena en Cuayuca”, el 22 de abril pasado. El texto dice así:
“El equipo de campaña del Partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), en el municipio de Cuayuca de Andrade, ha levantado una alerta ante el uso de drones para intimidar y amedrentar tanto a la candidata a presidenta municipal como a su equipo.
Este incidente, que ha sido ya denunciado, ha generado un llamado urgente a las autoridades electorales y de seguridad pública para que tomen medidas inmediatas al respecto”.
Hasta el momento, ninguna autoridad ha buscado a la candidata para evaluar el problema y, en caso necesario, para protegerla. Dado que la denuncia ha sido pública, todos los órganos de justicia del estado y el propio IEE deberían ya haber tomado cartas en el asunto.
Ante la inacción, el problema se agrava. Hace unos días, el dueño de la página de Facebook “La Mixteca en Línea Política y Novedades” escribió lo siguiente:
“El autoatentado que viene. Al no poder crecer en las encuestas, Lorena Castillo recurre a la victimización para hacer un poco de eco en la población. Supuestamente, su marido ha sido atacado en dos ocasiones, sin conseguir el cometido. ¿Raro no? Misma estrategia de Lorena. La gente de Cuayuca es tranquila y pacífica, muy a pesar de la imposición de Lorena, usa la vía pacífica para hacer un cambio. Si algún peligro corre Lorena Castillo es por los problemas que carga ella y su marido (…) Buscan desesperadamente ser parte de Morena para recibir protección del estado. Repetimos los cuayuquenses son pacíficos y nadie tiene tal tecnología, solo problemas reales entre capos si hacen eso” (¡sic!).
¿No les queda claro aún que aquí hay una grave amenaza contra la candidata y su equipo de campaña? ¿Piensan que el espionaje y las publicaciones en las redes no se deben tomar en cuenta?
Algunas personas dicen:
“Creemos que uno de los drones pertenece al [muchacho que] trabaja en Comunicación Social de Ahuatempan, con [la alcaldesa morenista] Aideé Mendoza León. [El muchacho] es de Cuayuca”.
Como dicen: “pueblo chico, infierno grande”. La versión, afirman, puede ser válida debido a que un sector de Morena no estuvo de acuerdo con la candidatura de Lorena Castillo y se fue a competir con otros partidos políticos por el mismo cargo, y dan los nombres de una candidata y un candidato para la presidencia municipal. Es el sector caciquil que esperaba el favor de la dirigencia estatal de Morena.
Ante estos ataques y amenazas, es necesario que el Gobierno del Estado de Puebla, la Fiscalía General del Estado y el Instituto Electoral del Estado de Puebla protejan a la candidata y a su equipo de campaña.
No son tiempos para “ver qué pasa”, sino para actuar. En Cuayuca, otras veces los caciques han hecho de las suyas, como lo ha verificado la prensa. Alto a las agresiones contra cualquier candidato, de cualquier partido político.
Si la autoridad desea que la gente salga a votar, las campañas electorales deben transcurrir en paz.
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