A las 7:30 de la mañana inició la concentración en el punto acordado y a las 8:30 avanzó “La marcha por los caídos” –marcha que cumple 42 años de realizarse– que recorre las principales calles de la cabecera municipal de Tecomatlán, Puebla, hasta llegar al panteón, donde se entregan coronas, flores y compromisos cumplidos, así como se establecen los necesarios a realizar. Todo esto ocurre ante la tumba de quienes se nos adelantaron en el camino.
Nuestra querida organización cumple 50 años de trabajar y luchar por los pobres de México, con la única gran tarea de que dicha lucha sea el proceso educativo necesario para que el pueblo trabajador de nuestro país aprenda sus tareas históricas mediatas e inmediatas, y organice el arma política, el partido de clase, que cumpla con la toma del poder político y conduzca a nuestra patria por la senda del progreso y bienestar.
Esta no fue una cita más, una marcha más; el cincuentenario no fue una celebración más: ¡esta fue una gran ocasión! Y esto es así porque Antorcha llega a sus 50 años, 42 de los cuales ha hecho acto de presencia ante sus mártires.
Largos han sido los años. 42 cumple “La marcha por los caídos”; ocho menos que la fundación de Antorcha, lo cual se debe a que en el año de 1982 se recrudecieron e intensificaron las acciones del cacicazgo de la región y del estado para terminar con el esfuerzo de crear y consolidar la organización naciente de Antorcha Campesina. Tal acción fracasó y permitió el crecimiento y consolidación del antorchismo, que pasó de Antorcha Campesina a Movimiento Antorchista Nacional (MAN).
La organización ahora trabaja y lucha en los 32 estados del país, en donde el pueblo se ha decidido y ha entendido que, sólo organizado, puede conquistar el poder político.
Gobierna ya varias presidencias municipales y ha demostrado a propios y extraños que el pueblo organizado y consciente puede gobernar para beneficio del pueblo trabajador. Así lo dice el progreso en Tecomatlán, Huitzilan de Serdán, Tepexi de Rodríguez y más municipios en el estado de Puebla, además de otros en distintos estados del país.
Este 9 de junio de 2024 nuevamente marchamos con alegría junto a quienes nos han mostrado el camino y nos han aglutinado, como dijimos antes, en torno a un objetivo superior: construir el arma política del pueblo de México, que lo lleve al poder y dirija el proceso de crear la sociedad nueva: la comunidad científica.
El ingeniero Aquiles Córdova Morán, líder nacional del Movimiento Antorchista Nacional, acompañado por el comité ejecutivo y la dirección nacional, junto con los familiares de los caídos, también se dieron cita en el evento.
Esta no fue una cita más, una marcha más; el cincuentenario no fue una celebración más: ¡esta fue una gran ocasión! Esto es así porque Antorcha llega a sus 50 años, 42 de los cuales ha hecho acto de presencia ante sus mártires. Hemos aprendido que, en este largo proceso, lo cuantitativo se transforma en lo cualitativo:
Primero, hoy Antorcha, después de 50 años, existe, trabaja y se consolida como el partido del pueblo trabajador de nuestra patria: México.
En segundo lugar, hoy existe, avanza y se consolida una situación revolucionaria en el mundo y en nuestro país, como resultado de la pandemia, de los ataques del imperialismo contra Rusia, Palestina y los pueblos árabes, así como los ataques contra nuestra querida organización y el pueblo trabajador.
Por ello, fue muy importante que los plenistas, activistas estudiantiles y los compañeros más comprometidos con la lucha del pueblo trabajador hicieran acto de presencia, y con ello refrendar su compromiso con la tarea, diciéndole a los compañeros caídos: nosotros estamos de pie, ondeando su bandera en lo más alto. ¡Vivan los mártires antorchistas! ¡Viva la estirpe de los indispensables!
El orador principal ante las tumbas, ante el recinto de nuestros queridos compañeros, fue el profesor José Juan Bautista Hernández, integrante de la dirección nacional y líder del Movimiento Antorchista en el estado de Guerrero, quien informó de esta realidad, esta buena nueva a nuestros mártires —y a los antorchistas presentes— que ayudaron a construir con el sacrificio de su vida, y que la necesidad histórica perfila en nuestro país como: La fusión del partido con el pueblo de México.
Ese es el camino avanzado y lo construido en estos 50 años por nuestro gran dirigente, el ingeniero Aquiles Córdova Morán. ¡Por todos los caídos, nosotros estamos de pie! ¡Hasta siempre, compañeros!
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