A quien sino a los trabajadores lastima el aumento de los precios de las mercancías. A quienes, sino a las familias pobres empuja a la miseria, el aumento de precios de los bienes de consumo. Pues bien, en México se están disparado los precios de todas las mercancías y vivimos una inflación que no se detendrá fácilmente.
La inflación es un fenómeno económico y está relacionado con el aumento de los pecios de la mayor parte de las mercancías que consumimos todos los días. Cuando decimos “todo está más caro”, estamos reconociendo que se están “inflando” los precios de las cosas, que hay inflación y que el dinero ya no alcanza para pagar lo indispensable: luz, gas, tortillas, azúcar.
En México los organismos encargados de calcular la inflación dentro del gobierno, lo hacen midiendo el aumento de precios de 235 mil productos en todo el país. Los aumentos de precios de cada uno de esos productos se suman y se calcula un promedio general que se expresa con un número que se llama Índice Nacional de Precios y Cotizaciones (INPC), que es la medida oficial de la inflación en México.
Durante este año la famosa inflación ha crecido mucho, los aumentos en los precios de las mercancías se han acelerado como en muchos años no se veía y nos está dejando bien amolados. La cosa es grave, pues la inflación acumulada de enero a la primera quincena de noviembre llego hasta el 7.05%, más al doble de lo que el Gobierno y Banco de México calculaban mantener para estos meses del año. Faltan un mes para que termine el año y los especialistas dicen que la inflación subirá para diciembre por arriba del 7.3 %, pero, ¿qué significa esto?
Pues, significa que los pecios han aumentado y seguirán aumentando golpeando nuestros bolsillos, significa que vamos a poder comprar menos productos con el salario que ganamos porque los salarios no aumentaron y los precios de las cosas sí. O sea que el 15 % que aumentó el salario mínimo de enero (de 123.22 a 141.70 pesos diarios) queda muy por debajo del incremento a precios de la canasta básica.
La inflación general de México según Jonathan Heath, subgobernador del Banco de México, es "bastante grave" (Reuters, 24 de noviembre de 2021). “Es el incremento mayor en más de 20 años, pero todavía en una clara trayectoria al alza. Es Preocupante”, alertó el especialista (infobae, 24 de noviembre).
Si quisiéramos ilustrar un poco lo que quiere decir el experto Jonathan Heat cuando habla de esta grave y preocupante alza de precios, lo haríamos mencionando algunos ejemplos de mercancías que han subido sus costos:
Julio A. Santaella Presidente del Inegi, dependencia que se encarga de calcular el alza de los precios en México, público un mensaje en tuit el 24 de noviembre: “los genéricos con las mayores alzas de precios al consumidor en México, a la primera quincena de noviembre, fueron: tomate verde 42.06%; electricidad 24.15%; chiles frescos 19.77%; guayaba 14.69%; durazno 8.78%, mientras la leche aumento 7.24 % también anual”.
Si nosotros agregamos otros productos básicos veremos lo alarmante de sus aumentos: el gas combustible aumento un 18.8%, el huevo también aumento 12.11% anual y la tortilla, que presenta un aumento de 20 por ciento que hoy vale 23 pesos y podría llegar hasta los 27 pesos a fin de año.
Como vemos la cosa si es grave para el pueblo, cada aumento de precios de cada producto representa un terrible golpe para la mesa de las familias trabajadoras, para todas sus necesidades en su conjunto. El incremento significa pobreza y hambre en los mexicanos pobres que suman millones, tiene razón el experto, la cosa es preocupante.
Pero no solo lastima a los mexicanos como familias, la inflación, también le pega al pequeño negocio en México, que son la mayoría de las empresas de la república del país. Un estudio de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) reveló que la inflación provocó caídas en ventas en al menos seis de cada 10 pequeños negocios del país.
Las pérdidas en establecimientos como tienditas o papelerías son de hasta un 20 por ciento, pues la inflación elevó el precio de los productos y con ello la gente perdió su poder adquisitivo, explica Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Anpe. Así están de mal las cosas.
El gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador acostumbrado a mentir, ha querido minimizar el problema diciendo que es un mal que pasara pronto, pero los especialistas dicen que no es un fenómeno pasajero, que permanecerá varios meses la subida de los precios, y cuando se detenga la inflación, los precios habrán alcanzado niveles de carestía que nos tendrán mucho peor que hoy, ganando poco y comprando más caro.
Cierto es que la inflación es un problema de la producción mundial alterada por la pandemia, que provocó falta de insumos en la producción, el encarecimiento de los combustibles como petróleo, carbón o gas que no abastece la demanda de la lenta recuperación mundial o la falta de semiconductores, materia prima de la industria, entre otras. Pero también es responsabilidad del gobierno obradorista que ha bloqueado la inversión privada, que nunca apoyo a la pequeña y mediana industria mexicana y que ha preferido apoyar a la industria gringa que está asentada en México. O que irresponsablemente esta gastando el dinero federal, no en inversión productiva, sino en programas que sirven para comprar votos o para financiar sus proyectos caprichosos, retrasando con ello la recuperación de la economía en México.
Así que hay factores de la producción mundial en los que el gobierno influye poco, pero también hay factores muy importantes de la producción nacional abandonados, que son responsabilidad absoluta del Presidente y la Cuarta Transformación y que se ha ignorado agudizando el alza de precios, la miseria y el sufrimiento en el pueblo trabajador.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario