Con la llegada de Morena a la Presidencia de la república mexicana, todos los trabajadores esperaban que su nivel de vida mejorara realmente, o quizá sigan teniendo esa misma esperanza. Sin embargo, lo que experimentan hoy es lo opuesto a esa promesa de campaña, ya que la pobreza no disminuye y, aunque los salarios han subido un poco, los precios de los productos básicos también siguen aumentando.
Este incremento empieza con el precio de la gasolina, que, aunque varía, nunca ha bajado ni bajará, pues en este modelo económico llamado capitalismo los costos de producción no descienden.
No hay esperanza real si esta no la construye y la lleva a cabo el mismo pueblo y no los políticos de siempre.
El capitalismo se centra en la generación de plusvalía y acumulación de riqueza, no en reducirla. Por ello, no pretende bajar precios o costos de producción, sino seguir incrementándolos.
Los simpatizantes de Morena parecen no entender esta realidad y consideran que basta con hacer promesas de campaña para mejorar el nivel de vida de los mexicanos. De esta manera, perpetúan el engaño y aprovechan la ignorancia de muchos para que no les exijan más.
El pueblo, al carecer de capacidad de análisis debido a esa falta de conocimiento, termina creyendo lo que dicen los políticos sin escrúpulos, quedando en una posición de sumisión.
No es creíble, entonces, que al retirarse López Obrador deje un país mejor que hace seis años, ya que persiste el mismo modelo económico que necesita una transformación de fondo si se pretende mejorar el nivel de vida de los trabajadores.
Por ejemplo, en mayo de 2024 se perdieron 25 mil 203 empleos, según datos del IMSS; y esto solo en empleos formales. Sumando los informales y los eventuales, queda claro que no hay esperanza de una mejora en el corto o largo plazo, a menos que se realicen cambios profundos.
Claudia Sheinbaum y su visión de progreso para México se basa en fundamentos frágiles, pues su visión política está impregnada de una falsa concepción del mundo y de una formación política que, aunque se declara de izquierda, reproduce patrones de conservadurismo.
Sus acciones evidencian una izquierda desgastada y manipulada, que permite en sus filas a “chapulines” en lugar de verdaderos agentes de cambio. Esta es la triste historia de Morena y su Cuarta Transformación: creen estar escribiendo la verdadera historia, pero en realidad están olvidando las luchas sociales y el legado del pueblo.
Es al pueblo mexicano a quien hay que rendir cuentas con lealtad y honestidad, no repartiendo dinero para adormecer su conciencia y hacerle creer que avanzamos cuando no es así. Sólo el mismo pueblo, si asume su propio destino, puede construir una esperanza real y no ficticia como la que se les ha ofrecido hasta ahora.
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