Todos los mexicanos sabemos que la candidata de Morena ganó el máximo cargo del país, la Presidencia de México, ahora sí como dijo Felipe Calderón, haya sido como haya sido, con trampas o sin ellas.
¿Cómo se explica esta victoria a pesar de los malos resultados del sexenio de AMLO? ¿Y qué le espera al pueblo mexicano en este segundo mandato morenista?
¿Cómo se explica la victoria de Claudia Sheinbaum a pesar de los malos resultados del sexenio de AMLO? ¿Y qué le espera al pueblo mexicano en este segundo mandato morenista?
En la campaña para ocupar la Presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador prometió mejorar la vida de los mexicanos en todos los aspectos de la vida social, y principalmente de los más pobres, de ahí su famosa frase de “primero los pobres”, frase que edulcoró el oído de millones de mexicanos que estaban hasta el copete, por decir lo menos, de los malos gobiernos emanados del PRI y el PAN.
A escasos cuatro meses de que termine este sexenio, ¿cuáles son los resultados del primer Gobierno de la 4T?
El número de homicidios dolosos ha llegado a la escandalosa cifra de 190 mil 349, un asesinato cada quince minutos.
En este sexenio, uno de los renglones donde México reprobó fue en el acceso a los servicios de salud. Las cifras del organismo oficial dan sustento a este foco rojo. Si en 2018, 20.1 millones de mexicanos reportaron carencia en sanidad, esta cifra se elevó a 50.4 millones en 2022, un alza de más de 150 % en cuatro años.
Al rezago en salud también habrá que sumarle un retroceso en el acceso a educación. Los datos del Coneval revelan que al inicio de este Gobierno, en 2018, unas 23.5 millones de personas tenían rezago educativo y para 2022, la cifra se elevó a 25.1 millones.
Como se puede ver, los datos de su propio Gobierno no le favorecen en el balance general. Son muy malos los resultados.
Hoy los mexicanos, diga lo que se diga, batallan más para comer, para curarse de alguna enfermedad. El empleo es escaso; más para los profesionistas egresados de universidades, tecnológicos o de cualquier institución de nivel superior, y los salarios siguen siendo muy bajos en relación con el costo de la vida.
Nunca este Gobierno metió la mano en serio para controlar los precios de los productos de la canasta básica. La inseguridad se agravó exponencialmente a tal grado que ningún mexicano se siente seguro al transitar por el país. Complicidad o no con los criminales, para el caso da lo mismo.
En educación empeoraron las cosas. En la última evaluación de la prueba Pisa, ocupamos un lugar muy por debajo de países comparables.
En ciencia y tecnología, si antes algo se hacía, en el sexenio que termina empeoró la situación, y no tenía por qué ser diferente si el presupuesto para este fin se redujo. Lejos estamos de ser un país independiente tecnológicamente.
Seguiremos, no sabemos por cuánto tiempo, siendo un país receptor de desechos tecnológicos de los países avanzados. ¿Cuál soberanía presumimos si hasta para comer dependemos del exterior?
En este Gobierno, la importación de alimentos pasó de lo prometido. Nada de qué presumir con la tan pretendida autosuficiencia alimentaria. Hoy el campo sigue estando en profunda crisis, agravada aún más por la falta de agua.
Estando así las cosas, lo lógico era que el pueblo mexicano optara por una alternancia distinta al poder en turno, pero no fue así. ¿Cómo se explica este fenómeno social?
Primeramente, tiene mucho que ver la pobreza de la gente, que ante el temor de perder un magro apoyo, prefiere conservarlo, aun cuando estos ya están establecidos en la Constitución.
A ello le debemos agregar la propaganda machacona del Gobierno de que vamos bien, aunque vayamos mal, como dijo Cantinflas, propaganda que encuentra terreno fértil en un pueblo poco analítico de su realidad; no la que le pintan los políticos del sistema.
La inmensa mayoría de los mexicanos sigue siendo víctima de la manipulación del poder en turno. Hace falta politizar al pueblo correctamente, para que aprenda, como dijo Lenin, a distinguir la paja del grano. Tarea nada fácil pero necesaria.
Todos los mexicanos que quieran un México verdaderamente independiente, libre, soberano y equitativo debemos emprender, explicar pacientemente al pueblo su verdadera tragedia y cómo salir de ella, decía el líder de la revolución rusa, que terminó con el poder milenario de los zares.
La presidenta electa no se debe engañar. Los votos que obtuvo son en su mayor parte producto de la manipulación y amenazas a los beneficiarios de programas sociales y no resultado de un razonamiento de que en realidad la 4T va a sacar adelante al país, con un verdadero plan de desarrollo que ataque el principal problema del país, que es el mal reparto de la riqueza nacional.
En los días que vienen, cuando anuncie su plan de Gobierno, veremos si verdaderamente la autodenominada 4T tiene como finalidad mejorar sustancialmente la vida de los mexicanos en los aspectos esenciales de la vida social, como lo es en la seguridad y en su economía, para que sus ingresos reales les alcancen para cubrir suficientemente la canasta básica y demás necesidades. O bien, sólo se tratará de seguir administrando la pobreza con fines electoreros del futuro inmediato.
Los antorchistas, por lo pronto, seguiremos organizando y educando al pueblo con miras a que defienda con la ley en la mano sus intereses y necesidades como clase trabajadora.
Saldremos a las calles cada vez que sea necesario para exigir a los gobernantes de diferente nivel cumplan sus promesas de campaña. Junto con eso, seguiremos haciendo conciencia de la necesidad de impulsar un cambio de modelo económico que contemple:
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