A menos que declare a México como una nación que no está en condiciones de realizar elecciones por la creciente inseguridad, el presidente Andrés Manuel López Obrador, muy pronto se irá del poder y con él se llevará el fracaso de su llamada cuarta transformación, donde las promesas nunca se cumplieron en un gobierno repleto de falsedades y sobrada corrupción, donde la mentira se ejerció a plenitud con la finalidad de alimentar un populismo que hoy se encuentra al borde del colapso.
Aunado a ello, el partido político del mandatario mexicano, el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) ha cumplido nueve años de su registro y con él se pueden sentir los estragos que se han generado en el país bajo ese mandato, con sobrada corrupción, impunidad, adjudicaciones directas, eliminaCon los fideicomisos, los fondos de estabilizaciones.
Hicieron un reverendo desastre con la compra de medicamentos, jodieron el sistema de salud, quitaron el apoyo para mujeres violentadas, las estancias infantiles, las escuelas de tiempo completo, eliminaron más de 15 normas oficiales, pactaron con el narco, cometieron fraude multimillonario con el Segalmex, dejaron caer líneas del Metro y nadie está en la cárcel.
Fueron responsables de la muerte de 39 migrantes, justifican a corruptos, a violadores como Salgado Macedonio, reciben sobres amarillos, se han rodeado de políticos corruptos, abandonaron a los mexicanos en tiempo de pandemia Covid-19, le arrebataron recursos a estados, municipios y universidades para poder sufragar los gastos de obras faraónicas que han resultado inservibles, entre otras muchas cosas más.
El exministro de asuntos exteriores de México Jorge G. Castañeda, recientemente refirió desde Nueva York: “para el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, el comienzo del final ya ha llegado. AMLO (como se lo suele llamar) asumió el 1 de diciembre de 2018, con promesas de mejorar la economía de México, reducir la pobreza y la desigualdad, hacer frente a la corrupción y a la violencia y fortalecer la joven democracia del país. Dejará el cargo el 30 de septiembre de 2024. Con la mayor parte de su mandato ya transcurrida, casi todo lo que podía hacer está hecho, y no es mucho.
“AMLO no mejoró la economía. De hecho, el PIB de México ni siquiera regresó al nivel prepandémico, y las proyecciones del Fondo Monetario Internacional y de la OCDE para 2023 y 2024 indican que es posible que no haya crecido en lo absoluto durante los seis años de dicho gobierno”.
Algo no le funcionó al mandatario mexicano que ya muy pronto tendrá que despedirse de Palacio Nacional, porque a pesar de que se pronunció bajo el lema de “primero los pobres” desde el inicio de 2020 hasta el final de 2021, más de tres millones de mexicanos cayeron en la pobreza.
Ello, a pesar de los programas sociales implementado por la 4T para los ancianos, los estudiantes de secundaria y los pueblos indígenas, que únicamente sirvieron para alimentar su populismo pero que en realidad ha cultivado una Nación de mayor miseria y hambre en diversos sectores de población.
El fracaso de esta administración federal morenista que está por concluir, se puede percibir desde que no se cumplió con el combate a la corrupción, donde supuestamente se barrería la escalera de arriba hacia abajo, pero que no se logró debido a que se ha mantenido la impunidad y el gabinete se encuentra repleto de políticos que en el pasado fueron acusados de corruptos, como un claro ejemplo está el actual titular de la Comisión Federal de Electricidad Manuel Bartlett.
López Obrador fracasó porque tampoco cumplió con otras promesas que lanzó a sus compatriotas, como el hecho de rescatar a los mineros de Pasta de Conchos y de otras minas derrumbadas en la región carbonífera de Coahuila.
Algo no le funcionó al mandatario mexicano que ya muy pronto tendrá que despedirse de Palacio Nacional, porque a pesar de que se pronunció bajo el lema de “primero los pobres” desde el inicio de 2020 hasta el final de 2021, más de tres millones de mexicanos cayeron en la pobreza
Mucho menos logró abatir la delincuencia o la inseguridad, que hoy se puede sentir se encuentra peor que en sexenios anteriores, donde la tasa de homicidios se ha elevado, con mayor énfasis en los estados gobernados por MORENA, con desapariciones forzadas o violentas, feminicidios y demás.
No se han obtenido resultados positivos en el combate a la criminalidad a pesar de que López Obrador expandió el papel de las fuerzas armadas mexicanas, asumiendo funciones de policía, haciéndose cargo de infraestructuras, oficinas de aduana en puertos y aeropuertos y el control del tránsito aéreo.
Lideran la guerra contra las drogas, son una presencia permanente en las autopistas del país e incluso participan en la construcción de una línea ferroviaria entre importantes sitios turísticos de la península de Yucatán, pretextando que los militares son más honestos y eficientes.
De ese tamaño ha sido el fracaso de la cuarta transformación y su gobierno morenista, creando una Nación contaminada por el luto, el llanto y la tristeza, por la desesperación y la desesperanza, sin crecimiento económico, con falta de oportunidades de desarrollo para los mexicanos, son mayor miseria y hambre en el sector campesino, en barriadas y colonias enteras, sin la suficiente agua potable, sin servicios médicos eficientes ni medicamentos, donde la misma democracia se ha erosionado bajo el asedio del Presidente a nuestras instancias electorales pretendiendo convertirlas a su capricho.
Ha sido un sexenio de falsedades y promesas incumplidas, con funestos resultados para las familias mexicanas que lo único que hacen es rezar pidiendo que llegue el momento en que termine este calvario.
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