La salud en México no solo no ha mejorado con Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y su “partido” Morena, a pesar de que en doce años de campaña hizo propaganda y promesas de resolver esa carencia, para ganar la voluntad del pueblo votante, y desde el primer día de su mandato prometió no solo mejorarla sino superar a Dinamarca. Le puso fecha para el primero de diciembre de 2020 y luego fue cambiando el plazo, que nunca llegó, ni llegará antes de que termine su mandato, por no existir, ni intentar él y su “cuarta T” crear, las condiciones materiales para hacerlo; hablar es fácil y cualquiera lo hace, pero cumplir es la prueba de fuego que él no pasó.
AMLO no cumplió, pero hay elementos que nos indican que no fue un fracaso, o que necesita más tiempo o mejores condiciones para hacerlo; o que él, con todo el dolor de su noble corazón, lo haya intentado, pero las circunstancias se lo impidieron. No, todo demuestra que él y sus cómplices de Morena nunca intentaron siquiera cumplir, que era solamente una promesa de campaña al más viejo y nauseabundo estilo de la mafia del poder, para engatusar a los mexicanos votantes, y lograr así encaramarse a la presidencia y, ya en ella, repetir la estrategia, ahora para ocultar su falta de honestidad y seguir seduciendo a los mexicanos para que voten por su delfín.
En una colaboración anterior enumeré una serie de acciones que realizo AMLO y en las que se revelan claramente que, como presidente, solamente hizo demagogia con la salud mientras en realidad la desatendió y la uso para desviar recursos a otras áreas que le proporcionan más prestigio y el (mal habido) cariño y adhesión de los más pobres, mientras en realidad y conscientemente le ha estado quitando recursos al sector, afectando muy negativamente la salud y la vida de los mexicanos, demostrando que eso no le importa, sino que, por el contrario, es capaz de sacrificarlas en aras del poder, mostrando su naturaleza oportunista y asaz perversa.
El historial de sus acciones en salud confirma lo intencional de sus perniciosas acciones, desde los recortes en salud, la desaparición del Seguro popular, el manejo irresponsable de la pandemia, el desabasto de medicamentos, etc. que han provocado no solo la caída en la calidad de atención del sistema sanitario, sino un número indeterminado de muertes que se pudieron evitar. La estadística coincide al mostrar que la carencia de acceso a los servicios de salud incremento con AMLO, ya que en 2018 afectaba a 20 millones de mexicanos y en 2022 fueron 50 millones, por lo que pasó del 16.2 por ciento al 39.1 por ciento, un incremento del 141 por ciento. El resultado inevitable de este castigo es más enfermedades, más graves, y más enfermos y muertes.
Los nuevos datos demuestran que así es y confirman que AMLO no solo perjudicó intencionalmente a México (sobre todo a los más pobres), sino que se hizo cada vez más fino y hábil para hacerlo, abusando de la confianza del bienintencionado pueblo que le creyó y apoyó
Cabe aquí destacar que se confirmó lo que nosotros los Antorchistas adelantamos que pasaría con la enfermedad del dengue en el país, al hacer nuestras propias proyecciones, con base en los datos que la misma Secretaría de Salud publica cada semana en el reporte de la Semana Epidemiológica: por el descuido y el abandono de las acciones de prevención, combate y atención, la enfermedad se cuadruplicó del 2022 al 2023 y las muertes se triplicaron.
En la semana número 52 de 2023, se reportó que en todo el país se registraron 54 mil 406 casos confirmados, siendo que en el mismo período del año pasado fueron solamente 12 mil 671, con una diferencia superior a los 41 mil y un incremento de 329 por ciento, mientras que las muertes llegaron a 203, esto es 283 por ciento más muertes que en el mismo período de 2022 (53).
En Campeche, la enfermedad se multiplicó ¡24 veces más que el año pasado!: se registraron mil 932 casos confirmados, siendo que en el mismo período del año pasado fueron solamente 82, con una diferencia de mil 850, un incremento de 2 mil 356 por ciento, y hubo 15 decesos, siendo que el año pasado no hubo. Y empezamos el año con las mismas noticias, pues lo que va de 2024, según la Secretaría de Salud de Campeche, se han registrado 7 mil 42 casos de infecciones respiratorias agudas (IRAS), y 42 neumonías y bronconeumonías, que representan un 30 por ciento más que en el mismo período de 2023.
Otro engaño descarado y vil es el de la mega farmacia en donde “van a estar todos los medicamentos que hay en el mundo”, pero que en los hechos no ha resuelto el desabasto, demostrando así que tiene el mismo fin (simulación y engaño), mientras, según testimonios de los campechanos, la atención en las instituciones de salud es cada vez más mala, no hay medicamentos ni equipo para auscultar, y no se atiende como se debe al ciudadano para proteger su salud y vida. Los habitantes de las comunidades mayas de Hopelchén, aseguran que los Centros de Salud no tienen ni siquiera suero para niños deshidratados, ni paracetamol.
Agreguemos que se acaba de publicar el análisis de Juan Ortiz, “Presupuesto AMLO 2023: subejercicios en salud y seguridad pública”, en el que se revela que los datos sobre ingresos y gastos del gobierno federal exhiben con claridad el grave subejercicio en varias áreas del sector salud: 90 por ciento en vacunación infantil; medicamentos del IMSS-Bienestar 25 por ciento; salud materna, sexual y reproductiva, más del 50 por ciento; 41.5 en vigilancia epidemiológica; 35 en prevención y control de enfermedades; 19.9 en prevención y atención de VIH/Sida y otras infecciones de transmisión sexual. En el sector salud en 2023, en resumen, no fueron ejercidos 60 mil millones de pesos. Este recurso, usted ya sabe y si no se lo digo: se regresa a AMLO para que él lo gaste en lo que él decida y no hay reportes claros de en qué los gasta.
Vea usted, amable lector como en 2023 se registró una disminución en ingresos (84 mil millones de pesos) y gastos, pero el gobierno federal, a pesar de ello y gracias a esos “ahorros”, sí inyectó y utilizó recursos, por encima de lo autorizado en el presupuesto de egresos, en sus obras emblemáticas, como la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya. Sumemos a los recortes, subejercicios y el desvío de recursos, finalmente, las denuncias de corrupción y malos manejos,
¿Y la salud de los mexicanos? Hoy está peor que antes de que tomara el poder AMLO y Morena, en contradicción con el discurso y las promesas, que no son, así, sino oportunismo y corrupción, y demuestran que, en realidad, AMLO nunca pretendió, ni pretende, todo lo que le promete a los mexicanos. Lo peor es que somos los ciudadanos quienes sufrimos las consecuencias de su irresponsabilidad y de su demagogia.
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