La educación en México padece una dura crisis consecuencia indudable de la falta de planeación y rumbo claro por parte del actual titular del Poder Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador, quien a lo largo de sus cinco años de gobierno se ha caracterizado por su peculiar manera de actuar, con improvisaciones y ocurrencias que buscan desviar la atención y minimizar los problemas serios que tiene nuestro país, sin medir las consecuencias desastrosas que pueden traer esas decisiones.
El terreno educativo no se ha salvado de las ocurrencias de AMLO; por el contrario, ha empeorado el rezago educativo, lejos de resolver los problemas que presenta. Así lo demuestran los resultados del Programa para la Evaluación de los Estudiantes (prueba PISA), que han puesto bajo la lupa la calidad de la educación en México. Cierto que desde el año 2000 se ha dado la más grande caída en los resultados educativos, pero empeoraron a partir de 2018, año en que López Obrador llegó a la presidencia de la república.
De entre los 37 países participantes en esta evaluación realizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), nuestro país se ubicó en el 35, con un puntaje promedio de 407: los estudiantes mexicanos reprobaron en matemáticas, ciencia y lectura.
Antes, en rubros educativos se invertían cuatro pesos de cada diez; ahora se destina a programas de becas que, a decir verdad, descaradamente utiliza Morena para comprar votos y ganar elecciones.
Este es el resultado precisamente de las ocurrencias y decisiones caprichosas del gobierno morenista, mismos que no se nos deben olvidar a los mexicanos.
En un análisis de la inversión en los últimos 22 años realizado por la organización Mexicanos Primero, esta encontró que el actual Gobierno mexicano ha destinado en promedio 1.8 de cada diez pesos del presupuesto educativo y lo ha hecho en rubros de implementación curricular, libros y materiales educativos, acciones de equidad e inclusión, educación socioemocional y tecnologías de la información. Antes, en esos rubros se invertían cuatro pesos de cada diez; lo demás ahora se destina a los programas de becas que, a decir verdad, descaradamente utiliza Morena para comprar votos y ganar elecciones.
El gobierno de Morena está lejos de cumplir las promesas de su Proyecto de Nación en el que anunciaba una y otra vez que sus prioridades eran: hacer de México un lugar mejor, que sería el Gobierno de “primero los pobres”, de cero corrupciones y de austeridad, pero en esos rubros le está quedando a deber a los mexicanos, pues Morena no ha reducido la pobreza, ni ha terminado con la corrupción y existe más pobreza e ignorancia en nuestro país. ¡Andrés Manuel López Obrador y su partido, Morena, están reprobados! Eso lo gritan la prueba PISA y millones de mexicanos.
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