El pasado 15 de marzo, un grupo de fenerianos de la secundaria general “Reforma Agraria” de La Negreta, Corregidora, participó en una competencia llamada “Olimpiada Estatal de Lenguaje y Comunicación” de la Zona Escolar 09, obteniendo el primer lugar por segundo año consecutivo.
El resultado es importante porque muestra esfuerzo, disciplina y constancia de los niños, padres y profesores. Pero lo que más me llamó la atención es que en esta competencia, en la que se calificaron los aspectos de comprensión lectora, argumentación escrita, síntesis, elaboración y exposición de una presentación ejecutiva en PowerPoint y debate, es decir, la discusión sobre un tema, se requieren además de conocimiento y temple de los niños, herramientas científicas y tecnológicas con las que desafortunadamente no cuentan, por lo que, con apoyo de sus profesores, tuvieron que estudiar por su cuenta.
En vez de gastar dinero que no les pertenece, deberían arreglar los problemas de las personas y, en primer lugar, deben poner a la educación porque, como dicen ellos, la educación es un derecho, no un privilegio.
Su escuela, con una matrícula cercana a los 400 estudiantes, carece de aulas adecuadas, habiendo hasta 55 muchachos en cada una. Su laboratorio de ciencias no cuenta siquiera con un tubo de ensayo, menos con algún microscopio o reactivos para hacer los experimentos de biología, física o química más elementales.
Tampoco tienen computadoras, pues se las robaron por falta de velador durante el período de pandemia. Aunque se puso una denuncia, hubo peritajes y las autoridades se comprometieron a reponerlas, no han cumplido y dicen que ahorita no se puede por las campañas.
Y si no cuentan con este equipo, menos disponen de una cancha de usos múltiples para el desarrollo de actividades deportivas y becas para sus libros y materiales escolares.
La explicación siempre ha sido la misma: “El Gobierno no tiene recursos para el mejoramiento de escuelas porque hay recortes al presupuesto de la educación”, y asunto resuelto. El problema es que así hay cientos y miles de escuelas en el estado y en el país.
Como para la educación pública nunca va a haber dinero, a los estudiantes no les queda más alternativa que, con el apoyo de los profesores y padres de familia, buscarlo hasta que lo encuentren.
No tienen dinero para apoyar a las escuelas públicas, pero para andar poniendo espectaculares en todos lados sí tienen. Para estar gastando el dinero de la gente en sus lonas y comerciales no ponen pretexto alguno.
En vez de estar gastando dinero que no les pertenece, deberían de arreglar los problemas de las personas y, en primer lugar, deben poner a la educación porque, como dicen ellos, la educación es un derecho, no un privilegio.
Pero, si es un derecho, ¿por qué no apoyan a las escuelas? ¿Por qué las dejan hasta lo último cuando es lo primero a lo que deben prestar atención? Deberían poner más presupuesto para la educación y menos para sus campañas porque lo único que hacen con sus lonas y sus volantes es que el estado se vea feo y más contaminado. ¿Dónde terminan todas las lonas y volantes que entregan prometiendo cosas, además de en la basura?
El dinero que gastan en sus campañas serviría para mejorar la educación, pero claro, como no es su dinero sino de la gente, lo usan para su propio beneficio, para hacer su campaña de promesas que no cumplirán, mientras que los estudiantes seguimos careciendo. ¡Ya basta!
0 Comentarios:
Dejar un Comentario