Es conocimiento de todos que en México estamos a pocos meses de elegir al nuevo presidente. Para las elecciones del 2024 se elegirán más de 20 mil cargos de elección, entre ellos 128 senadores y 500 diputados federales; se renovarán nueve gubernaturas, así como integrantes de 31 congresos locales.
En México en el primer trimestre de 2023, de acuerdo con la información de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), la población del país era de 129 millones, tres millones más que la población resultante del Censo de Población y Vivienda 2020. De todos ellos se estima que más de 95 millones de mexicanos acudirán a las urnas a elegir a quien será la o el presidente número 66 del país y el sucesor de Andrés Manuel López Obrador.
El 2 de junio de ese año en la elección participarán, de forma individual o coaligada, los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI), de la Revolución Democrática (PRD), Morena, Movimiento Ciudadano (MC), Verde Ecologista de México (PVEM) y de Trabajo (PT).
Hasta septiembre del 2023, ya hay dos figuras elegidas internamente por sus partidos o coaliciones electorales: Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez. De concretarse su candidatura, esta sería la primera vez que en México dos mujeres compitan por la Presidencia de la república.
Lo que hay que tener en cuenta es que México es un país donde la gente está harta de la pobreza, la marginación y las carencias de todo tipo en que la han sumido y mantenido los gobiernos anteriores, sin distinción de partido, y no están dispuestas a soportar, por ninguna razón, que las cosas sigan igual.
En las elecciones pasadas se exigía un cambio y las masas desesperadas estaban dispuestas a otorgar su voto a un proyecto nuevo: fue por esa razón que el Gobierno de Morena logró obtener el triunfo en el 2018, no tanto por el plan que proponían como nuevo gobierno, sino por el simple hecho de no ser un cartucho tan quemado como los que ya se han hecho del poder.
Lo que busca el Gobierno de Morena con las siguientes elecciones es perpetuarse en el poder, y una vez estando ahí, seguir engordando los bolsillos de los más ricos a costa de los más pobres.
Desde la toma del poder el primero de diciembre del 2018 hasta ahora, se ha visto un desempeño muy desfavorable del actual gobierno, el cual tenía como base lo siguiente: “Morena lucha por cambiar el régimen de corrupción, antidemocracia, injusticia e ilegalidad que ha llevado a México a la decadencia actual que se expresa en crisis económica, política, en pérdida de valores, en descomposición social y violencia”.
Ahora bien, los problemas más graves no se han abatido; tenemos una desigualdad económica donde los que menos tienen son los que pagan más; también hay un país militarizado con la espantosa cifra de 156 mil 204 homicidios; nos cambiaron el Seguro Popular por el dichoso Insabi, que sólo vino a demostrar el poco interés que el Gobierno tiene por atender la salud de los mexicanos.
Los mismos de Morena han mencionado que disminuyeron la pobreza pero si usted tiene alguna de las siguientes carencias sociales: alimentación, rezago educativo, acceso a servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda o de servicios básicos de la vivienda, déjeme decirle que aún seguimos en la pobreza.
Asimismo, dicho Gobierno planteó que “Morena se compromete a trabajar haciendo conciencia en las regiones más pobres del campo y de las ciudades para contrarrestar la compra de voluntades y conciencias”, y lo que hemos visto sobre los apoyos directos como Pensión para el Bienestar de las personas adultas, Sembrando Vida, Jóvenes construyendo el futuro, Becas para el bienestar Benito Juárez educación básica, Becas para el bienestar nivel medio superior, Becas para el bienestar nivel superior, Pensión para el bienestar de las personas con discapacidad, Programa para el Bienestar de Niñas y Niños Hijos de Madres Trabajadoras, entre otros, han sido programas que supuestamente son para ayudar a los más necesitados, pero, como lo vimos más arriba en su eslogan, han caído en lo mismo que los partidos anteriores: dar pequeñas migajas del erario para tranquilizar y calmar un poco a las masas. Estas sí necesitan del recurso, pero como ellos mismos lo mencionan, sólo es un engaño y compra de conciencias para las próximas elecciones; no nos dejemos engañar.
Lo que busca el Gobierno de Morena con las siguientes elecciones es perpetuarse en el poder, y una vez estando ahí, seguir engordando los bolsillos de los más ricos a costa de los más pobres, como lo hicieron durante este sexenio que está apunto de terminar.
Si el pueblo no se organiza para decidir y exigir resultados para un mejor país, basta a quienes, movidos por la ambición, el dinero y el poder, y seguirán manteniendo secuestradas a las instituciones públicas, sin importarles el sufrimiento de la gente ni el destino de la nación, como lo ha venido haciendo el actual Gobierno.
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