En los albores de la Revolución Industrial, todos celebraron la entrada de una nueva era: la era de las máquinas, la producción a gran escala de las mercancías. Sin embargo, en cuanto la gran industria tomó su lugar protagónico en la escena mundial, también inició la esclavitud de los obreros. El sometimiento absoluto de los obreros que, al no poseer ninguna riqueza, recurrieron a alquilar su fuerza de trabajo para ganar unos cuantos pesos, volviéndose el pan de cada día.
Los grandes científicos Carlos Marx y Federico Engels, que dedicaron toda una vida evidenciar la gran explotación que sufre el trabajador a manos de la gran industria, describieron la escalofriante realidad de los obreros, la explotación sin límites, no sólo de los miles de trabajadores que acudían a las fábricas, sino también de la explotación infantil que había llegado para quedarse.
Carlos Marx en su libro "Crítica a la Economía Política" describe el trabajo infantil en las fábricas de Inglaterra, documentado en reportes oficiales que los inspectores redactaron para el gobierno, los cuales relatan las condiciones inhumanas a las que sin piedad alguna eran sometidos los niños y que cada vez se convertía en algo muy normal para la sociedad inglesa.
Si bien el trabajo infantil no es un tema nuevo en el acontecer mundial, es una realidad que los mecanismos se han perfeccionado para incorporar más mano de obra barata a la gran industria y hoy en día ni las más crudas estadísticas han sensibilizado al gran capital, cuya sed insaciable de riquezas no conoce límites.
Pero ¿qué sucede en México?, ¿cuál es el porcentaje de niños que trabajan en la calle, o en algún trabajo en donde día a día exponen su vida?, ¿cuántos de nosotros no nos hemos topado con los niños limpiaparabrisas, los chicleritos, con los boleritos o con niños que se visten de payasitos?, que a través de estas actividades buscan ganarse una moneda en algún semáforo.
En el último reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) se reportaron alrededor de 3.3 millones de niñas y niños involucrados en alguna forma de trabajo, lo que representa el 11.5 por ciento de la población de entre 5 y 7 años. Además, México es el segundo país de América Latina con mayor nivel de trabajo infantil, sólo por debajo de Brasil. Cerca de 3.3 millones de niñas, niños y adolescentes se encuentran trabajando y el sector agropecuario es donde se concentra la mayor parte de esta labor.
¿Cuánto tiempo trabajan los niños en México? A pesar de que la mayoría de los niños que laboran fuera de casa (43 por ciento) trabajan hasta 14 horas, el 14 por ciento tiene jornadas de más de 48 horas. Pero en nuestro país, seis de cada 10 niños trabajadores están empleados en trabajos que probablemente dañen su salud: trabajo en el hogar, en las minas, en la agricultura, entre otras.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que por cada punto porcentual de incremento en la pobreza, el trabajo infantil aumenta 0.7 por ciento. En México, la pobreza aumentó 9.1 por ciento en 2020, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) lo que significaría que al menos unos 210 mil niños más iniciaron a trabajar durante ese año. Además, México ocupa el primer lugar en abuso sexual infantil en el mundo, pues cuatro de cada diez delitos son cometidos en contra de menores por parte de familiares y gente cercana a su entorno, de acuerdo con Aldeas Infantiles SOS, una organización sin fines de lucro. Así está el panorama nacional.
Pero veamos ¿qué sucede en Tabasco con respecto al trabajo infantil? De acuerdo al Inegi, Tabasco se ubica en la posición 13 en explotación infantil. En la entidad 12.4 menores de cada cien realizan algún trabajo. En tanto, 6.3 menores de cada cien llevan a cabo una labor peligrosa como ser empleados en cantinas, bares, hacer trabajo de construcción o en el sector agropecuario.
En las principales avenidas de la capital es muy común encontrar niños vendiendo flores, dulces, globos, frutas, por mencionar algunas, incluso en edades entre 5 y 8 años, para los cuales ir a la escuela es un sueño largamente contemplado. Lo cierto es que la pobreza en nuestro país ha crecido, demostrando el fracaso de las políticas de gobierno de la 4T, quedando en discursos demagógicos muy lejos de su famosa frase “primero los pobres”.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) alertó que, sólo en los dos primeros años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la población en situación de pobreza creció en 3.8 millones de personas y en 2.1 millones las personas en pobreza extrema. Lo que sabemos hasta ahora es que la pobreza por ingreso ha aumentado dramáticamente durante este sexenio. El último reporte oficial indica que la población en situación de pobreza por ingreso aumentó de 50 a 53 por ciento, es decir, en 5.1 millones de personas.
Urgen políticas públicas que generen trabajo y que ayuden a desarrollar el campo mexicano ya que cada vez más dependemos de productos importados. Lejos quedaron aquellos años en que el maíz, producto principal en la mesa de los mexicanos, era el orgullo en la producción nacional. ¿Podemos combatir la pobreza y redireccionar a nuestro país hacia un mejor desarrollo nacional? Sí, sí podemos.
El Movimiento Antorchista Nacional ha planteado un proyecto especial para desarrollar este país, y trabaja día a día para lograrlo. Somos millones de mexicanos los que queremos transformar este país. Juntos podemos lograrlo. Organízate y lucha, esta patria requiere de todos.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario