MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Sequía y pobreza en Chihuahua

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Este año en Chihuahua, la sequía ha siniestrado una tercera parte de los cultivos agrícolas, el mayor daño por sequía del que se tenga registro, treinta veces más que el promedio de los últimos años. Es la entidad más afectada en números absolutos: 193 mil hectáreas siniestradas en lo que va del año.

La crisis hídrica, combinada con las altas temperaturas, ha creado una situación crítica que afecta profundamente a la región. Esta combinación de factores climáticos y de gestión del agua ha llevado a un estado de emergencia en varios aspectos de la vida diaria y económica de la región.

La agricultura y ganadería son los sectores más vulnerables. La agricultura, que depende en gran medida del riego, se ha visto gravemente afectada. Los cultivos se marchitan y las cosechas disminuyen, lo que lleva a pérdidas económicas significativas. La ganadería también sufre, ya que la falta de agua y pasto adecuado pone en riesgo la supervivencia del ganado. 

La falta de agua y el aumento de las temperaturas en Chihuahua han generado una crisis que amenaza la supervivencia de comunidades enteras y su economía.

Esta suma de eventos catastróficos para la producción está acarreando severas consecuencias para la economía de los agricultores, ganaderos, familias jornaleras y, en general, para la economía local. La pobreza cada día toca la puerta de más y más familias.

En todo el norte de nuestro país, estamos sintiendo los efectos del cambio climático, de la descontrolada explotación de nuestros recursos naturales y de la actividad industrial.

El aumento de las temperaturas y la reducción de las precipitaciones han exacerbado la sequía en gran parte de México, reduciendo drásticamente los niveles de agua en ríos y acuíferos.

Un fenómeno sucede a otro; por la ola de calor, las familias consumen más agua, y el consumo de energía también ha aumentado, generando apagones diarios que dañan significativamente los pozos de abastecimiento.

La realidad para miles de familias chihuahuenses se complica ante la falta de una política efectiva para la gestión y conservación del agua. La infraestructura hídrica inadecuada y la falta de mantenimiento también han llevado a pérdidas significativas del vital líquido.

Hoy nos debe ocupar el exigir a nuestras autoridades, como sociedad organizada y educada, que se implementen políticas de gestión integral del recurso hídrico que incluyan la conservación, la reutilización y el uso eficiente del mismo. Promover prácticas agrícolas sostenibles y tecnologías de riego eficientes. Mejorar la infraestructura para la captación, almacenamiento y distribución del agua.

Toca ahora al nuevo Gobierno federal tomar cartas en el asunto, apoyar a los estados que están atravesando por esta situación. Se deben acabar los rencores políticos y ponerse a trabajar de la mano con la sociedad civil, escuchar las demandas del pueblo y resolverlas.

Hay temas como este que deben estar en la agenda nacional; si en verdad el partido en el poder quiere hacer historia, deberá empezar por escuchar a quienes producen la tierra y brindarles todo su apoyo.

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