Las recientes elecciones locales en Texcoco han dado lugar a un nuevo periodo de gobierno que viene cargado de expectativas y retos significativos para todos. Con la victoria en mano con 72 mil 971 votos, Nazario Gutiérrez será el nuevo alcalde de Texcoco; por su parte, Carla Morel, de la alianza PRI-PAN-PRD, se quedó con el segundo lugar con 32 mil 768.
El Gobierno entrante enfrenta desafíos cruciales que determinarán su capacidad para transformar verdaderamente el municipio; leyó usted bien, para transformar verdaderamente el municipio.
Espero que no crea, amable lector, que poner “ladrillitos” en la avenida Juárez en el primer cuadro de la ciudad, justo una semana antes de la elección, califica como transformación verdadera.
Durante casi dos décadas, varias colonias de Texcoco han sido dejadas de lado, experimentando un abandono sistemático que ha obstaculizado su desarrollo y bienestar. Delfina, Higinio, Sandra Luz —seis años—, y Elizabeth Terrazas, unos meses, son los responsables.
Tampoco podemos aprobarlo con la clásica frase: “al menos hicieron algo” que se escucha mucho en la calle y que parece funcionar cada tres años ¡por eso lo repiten! A Texcoco le urge un cambio verdadero y profundo.
En El Gavilán, Salitrería, la parte baja de San Joaquín (junto a la carretera) y en la colonia Guadalupe Victoria, llevan más de 50 años sin agua potable y drenaje. Aún en pleno siglo XXI, siguen viviendo como en la época del dictador Porfirio Díaz.
Ninguna de estas es colonia “antorchista” que, según la narrativa del portal Texcoco pal Face, es la culpable de todos los males del municipio, lo cual es absolutamente falso.
Entre todos estos desafíos destacan tres aspectos fundamentales: la inclusión de colonias históricamente marginadas, el compromiso de gobernar para todos los ciudadanos y la oportunidad única que representa la alineación política con la gobernadora, el senador y el presidente municipal, todos oriundos de Texcoco. Ante esta coyuntura, ¿cuál será el guion que seguirán Higinio, Delfina y Nazario?
La inclusión de colonias marginadas
Durante casi dos décadas, varias colonias de Texcoco han sido dejadas de lado, experimentando un abandono sistemático que ha obstaculizado su desarrollo y bienestar. Delfina, Higinio, Sandra Luz —seis años—, y Elizabeth Terrazas, unos meses, son los responsables.
Este fenómeno no es nuevo, pero su persistencia resalta una falla estructural en la administración municipal. La nueva administración tiene ante sí el reto de revertir esta situación, incorporando a estas comunidades en el tejido socioeconómico del municipio.
Para lograr esto, es esencial diseñar e instrumentar políticas públicas que atiendan las necesidades específicas de estas colonias. Esto incluye, primero, reconocerlas como parte del municipio incluyéndolas en el plan de desarrollo urbano y cambiar el uso de suelo de estas, de agrícola a habitacional.
El siguiente paso será, por supuesto, mejoras en infraestructura básica, acceso a servicios de salud y educación, así como programas de desarrollo económico que generen empleo y oportunidades. Además, la administración debe fomentar una cultura de participación ciudadana que permita a los habitantes de estas colonias ser parte activa en la toma de decisiones, asegurando que sus voces sean escuchadas y sus necesidades atendidas.
Gobernar para todos
Una administración verdaderamente inclusiva debe superar las divisiones políticas y sociales que han caracterizado a Texcoco en el pasado. Gobernar para todos implica un compromiso genuino con la equidad y la justicia social. El nuevo Gobierno debe mostrar que está dispuesto a trabajar en beneficio de todos los texcocanos, sin importar su afiliación política o condición social.
Como equilibrio, la próxima sexta regidora del municipio, María Sosa Guzmán, dirigente del antorchismo en Texcoco, se enfrentará a un Cabildo con carro completo (otra vez) para Morena. Tiene esa tarea a cuestas. Su encomienda principal consistirá en verificar que esta inclusión se lleve a cabo, y deberá exigirla de manera enérgica, pero pacífica.
Por otro lado, Nazario Gutiérrez tiene la oportunidad de corregir el error histórico y la visión anacrónica y racista de un Gobierno hipócrita que lo único que tuvo de izquierda es el membrete. Las izquierdas en el mundo son progresistas y hay que decirlo: Higinio, es cabeza de una izquierda de mentiras que está completamente fuera de tiempo y de lugar: “Texcoco para los texcocanos” sólo es un aporte “ideológico”.
Aprovechar la alineación política
Texcoco se encuentra en una posición única con la gobernadora, el senador y el presidente municipal originarios de esta tierra. Esta alineación política ofrece una oportunidad sin precedentes para coordinar esfuerzos y recursos en beneficio del municipio.
Sin embargo, la pregunta que surge es, si esta sinergia se traducirá en mejoras tangibles para todas las comunidades, incluyendo aquellas que históricamente han sido marginadas y aquellas afiliadas a organizaciones como el Movimiento Antorchista.
El desafío para el nuevo Gobierno es demostrar que esta alineación no es sólo una coincidencia política, sino una verdadera ventaja para Texcoco. Esto implica un trabajo conjunto para atraer inversiones, mejorar la infraestructura y desarrollar programas sociales que aborden las necesidades más urgentes de la población.
La administración debe ser capaz de mostrar resultados concretos que beneficien a todos los ciudadanos, y no sólo a unos pocos privilegiados.
En particular, las comunidades afiliadas a Antorcha han expresado durante años su descontento por la falta de atención y apoyo gubernamental. Ignorar sus demandas y continuar con la misma dinámica de exclusión sería un grave error.
El nuevo Gobierno tiene la responsabilidad de tender puentes y trabajar en colaboración con estas comunidades, demostrando que está dispuesto a gobernar para todos, sin excepciones.
El nuevo Gobierno de Texcoco enfrenta una serie de retos que pondrán a prueba su capacidad de liderazgo y su compromiso con el bienestar de todos los texcocanos. La inclusión de colonias marginadas, la gobernanza para todos y la oportunidad de aprovechar la alineación política son desafíos que, si se abordan adecuadamente, pueden transformar significativamente el municipio.
La administración tiene en sus manos la posibilidad de marcar un cambio histórico en Texcoco, pero esto requerirá una visión clara, políticas inclusivas y un compromiso inquebrantable con la justicia y la equidad. La ciudadanía estará vigilante, esperando que los próximos tres años sean un periodo de verdadera transformación y progreso.
Los antorchistas estaremos, unidos y organizados, siendo parte de este proceso de transformación tan necesaria de nuestro entorno, siempre vigilantes y listos para exigir justicia social.
El Gobierno de Nazario tiene un cuaderno en blanco que puede llenar con una historia distinta a la que hemos visto en Texcoco desde 1996. Usted tiene la pluma, señor presidente.
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