La inflación es un fenómeno que se observa en la economía de un país y está relacionado con el aumento desordenado de los precios de la mayor parte de los bienes y servicios que se comercian en sus mercados por un periodo prolongado. Cuando la inflación hace presencia, nos damos cuenta de que la cantidad de dinero que administramos ya no nos alcanza para comprar lo mismo que antes.
La inflación también anticipa menos crecimiento económico, esto es, menos empleo y menos ingresos. La causa es la forma en que se combate la inflación en México y en el mundo: elevan las tasas de interés, al realizar esta acción, se encarece el crédito, hay menos préstamos, menos compras, baja la inversión, disminuye el empleo y la producción. El remedio al aumento de la inflación es la contracción de la economía. En el país, cuatro de cada diez mexicanos no pueden adquirir la canasta básica con sus ingresos laborales
Para saber a qué ritmo aumentan los precios, se creó el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), que refleja cómo han variado los precios de un conjunto de bienes y servicios que consumen las familias en México. El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi), encargado de medir la inflación, hace una encuesta de ingreso y gasto de las familias a nivel nacional para saber qué es lo que consumen. Una vez que se tienen identificados los productos, recopilan los precios de esos bienes y servicios en tiendas de todo el país. Esta información se compara quincenal, mensual y anualmente para saber cómo han variado los precios en esos periodos.
Para medir la inflación, cada mes el Inegi da seguimiento a 235 mil precios en 46 ciudades del país. La información se procesa tomando en cuenta qué tanto se gasta en ellos, para saber cuál de los rubros tiene mayor importancia en el consumo de las familias.
¿A qué obedece el incremento de los precios? En primer término afectan los precios internacionales; segundo, se debe a la caída de la producción nacional. Esto nos impacta debido a que somos grandes importadores y nos hace como país más vulnerable a su efecto inflacionario.
La educación no está exenta de sufrir los estragos por la terrible inflación que aqueja al país, es cierto que una parte tienen su origen en las condiciones externas, pero también se debe a las malas decisiones que la 4T ha implementado, una de ellas es carecer de una estrategia de desarrollo del sector agrícola científicamente diseñada, así como de un apoyo real al desarrollo tecnológico, eliminación de fideicomisos del Conacyt, reducción del presupuesto a ciencia y tecnología, entre otro no menos importantes.
Del ya de por si reducido presupuesto destinado a educación, buena parte de este recurso se destina con fines asistencialistas, esta política está causando problemas, ya que repartir en billetes una riqueza que no se está produciendo, es contraproducente. Sumemos a esto las enormes importaciones a un elevado costo, es seguro que provocan inflación, esto hace polvo el poco dinero que las familias reciben en efectivo.
La poca atención a la ciencia, por parte de funcionarios de la 4T, forma parte del andamio económico que sujeta a nuestro país. En el capitalismo, las potencias dominantes se reservan la generación de ciencia e invierten en ella, mientras que a los países subdesarrollados se les limita el acceso al conocimiento para convertirlos en proveedores de mano de obra barata y abundante. En nuestras universidades se rebaja el conocimiento científico impartido, ya que no es fundamental para el sistema global, en consecuencia en nuestro país existen universidades públicas en crisis financiera, sobreviviendo apenas. Esta insuficiencia presupuestal viola la Ley General de Educación, que ordena el deber legal de asignar no menos del 1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) a la investigación científica y que la 4T no realiza.
El 29 de agosto inició el ciclo escolar y regresaron 25 millones de niños a la escuela de manera presencial, el país enfrenta una inflación sin precedentes, de acuerdo con datos del Inegi, se ubicó en 8.62 por ciento, aumentando hasta en un 20.4 por ciento, los precios de útiles escolares, esto se reflejará en una baja matrícula y crecimiento de la brecha educativa. De acuerdo con un ejercicio de análisis realizado por la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), a nivel nacional la compra de útiles en 2022, requiere un gasto promedio de 360 a los 430 pesos y la inversión entre uniformes y mochilas van de los 2,800 a 3,200 pesos.
La actual titular de la SEV, Leticia Ramírez, celebró el inicio del ciclo escolar y lo calificó como una completa fiesta y alegría. Es necesario hacerle saber a la reciente titular que las familias pobres no lo ven como una fiesta y esto es debido al incremento de precios en útiles escolares, esto traerá como consecuencia, una disminución en el acceso a la educación, por lo que, las familias de escasos recursos optarán por renunciar a la educación de sus hijos y los que continúen estudiando enfrentarán el abandono de la política educativa de la 4T.
Los retos en la educación son cada vez mayores y la atención por parte de funcionarios de Morena cada vez menor, esto en detrimento de la juventud mexicana. Otro problema que enfrenta el regreso presencial a clases es la inseguridad que desde la llegada de la 4T se ha incrementado y que constantemente acecha al país, algunas entidades como Puebla, Morelos, Baja California, Zacatecas, han optado por incluir dentro de las enseñanzas en el aula protocolos para actuar ante una situación de violencia.
Es necesario inculcar a nuestros estudiantes un conocimiento preciso y riguroso sobre el verdadero papel de la ciencia en el desarrollo y mejoramiento de la vida humana, cuáles son sus repercusiones concretas en el terreno de la producción de la riqueza material y qué puede hacer, no solo para acrecentar dicha riqueza sino, para distribuir equitativamente la misma en el seno de la colectividad. Dotarlo de un pensamiento autónomo, crítico y analítico, que le permitan distinguir con precisión y seguridad entre el verdadero conocimiento científico y aquello que, haciéndose pasar por tal, es en realidad una ideología al servicio de mezquinos intereses, que no es fácil distinguir a primera vista. Eso y más es lo que debe realizar la educación, pero está claro que con el actuar de López Obrador, ese objetivo no se logrará.
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