Cuando pensábamos que venían días más tranquilos, cuando creíamos que lo más complicado de la pandemia ya había pasado, dado que ya existía más gente vacunada y habían disminuido los contagios, según datos reconocidos por el gobierno; la realidad nos sorprendió con un nuevo repunte de la pandemia llámese como se llame.
Recibimos el año en Sinaloa con semáforo amarillo, arrastrando los siguientes datos: hasta el día de ayer, se contabilizaron 1,390 casos nuevos de covid-19 en todo el estado, siendo Culiacán el que registra más casos positivos, con una cifra de 613, le sigue Ahome con 292, Mazatlán con 197, El Fuerte con 47, Guasave con 46 y el resto de los municipios andan entre los 34 a los 5 casos positivos.
Es verdad que hubo mucho relajamiento de la sociedad con los festejos del fin de año, como bien lo han comentado algunos periodistas, pero también deben reconocer que eso no fue lo único que propició esta cuarta ola de la pandemia, también hubo mucho relajamiento de manera muy irresponsable del gobierno actual. En Sinaloa por ejemplo, es hora en que no se cancela el famoso carnaval de Mazatlán, mismo que en el 2020 reunió a 1.6 millones de personas, se permitió la llegada de cruceros con turistas al puerto de Mazatlán con más de 4 mil personas (entre pasajeros y tripulantes), o el hecho de que se siga permitiendo que los estadios de beisbol sigan repletos de personas, se permitió el regreso a clases presenciales, solo por enumerar algunos que me parecen de los más graves.
El gobierno de López Obrador no se ha preocupado por acelerar la vacunación de su población, dado que hasta el momento solo el 56% de mexicanos está vacunado con la segunda dosis; no existen pruebas gratis suficientes para la población de escasos ingresos económicos que no pueden pagar una prueba de $950 pesos (en Los Mochis), sin olvidar que este sector vulnerable, no cuenta ni siquiera con agua potable para poder lavarse mínimamente las manos. A este ritmo que llevamos de contagios, ¡que Dios nos agarre confesados!
Pero el señor presidente López Obrador no deberá justificarse diciendo que el único responsable de todo esto es el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud, Hugo López-Gatell Ramírez quien puede ser citado a declarar sobre la acusación de probable negligencia e indebido ejercicio del servicio público, los cuales podrían derivar en acusaciones de homicidio por omisión, luego de que ayer el juez de control del Centro de Justicia Penal Federal con sede en el Reclusorio Sur, consideró que hay elementos de prueba suficientes para abrir la investigación en contra de este funcionario, según una nota del portal ejecentral.com.mx.
La verdad es que al gobierno de la disque “4T” que encabeza López Obrador, sigue despreocupado por meter las manos para frenar la pandemia, sigue sin preocuparle los muertos por covid-19, no le preocupa que los hospitales y clínicas sigan sin suficientes medios para atender a los enfermos de la pandemia y seguramente que va a tener que buscar un culpable, como lo acostumbra hacer
Aquí no hay que buscar más culpables o responsables, López-Gatell es un funcionario del gobierno de López Obrador, por ser el presidente de la republica (puesto que le quedó muy grande), y es López Obrador, el culpable y también responsable lo que le suceda con la salud de los mexicanos. Ahí están las fallas por su insensibilidad humana, por su irresponsabilidad y por su falta de visión social.
Aunque López Obrador sea enemigo declarado de todo lo que huela a organización social, hoy más que nunca se necesita a un pueblo crítico, organizado y dispuesto a defenderse de las injusticias, hasta del propio presidente de la republica quien cree que su trabajo se limita a quitar del camino a quien le estorba para seguir cumpliendo sus caprichos.
Organízate y lucha!
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