Mal, muy mal les fue a los agricultores sinaloenses el pasado ciclo agrícola 2022 - 2023 principalmente en lo concerniente a la comercialización de sus granos. Como no sucedía desde hace tiempo, tuvieron serias dificultades para comercializar sus productos a precios justos que les redituaran algo de ganancia para el sostenimiento de su familia.
Como se sabe, Sinaloa produce 6 millones de toneladas de maíz (poco más de 20% de la producción nacional), llegado el momento de comercializar, el gobierno federal ofreció solo pagar a través de Segalmex 2 millones de toneladas y el gobierno del estado, 500 mil toneladas de maíz, quedando fuera del esquema de Segalmex 3.5 millones de toneladas que los productores tuvieron que vender o malbaratar desde 5500 hasta 4 mil pesos la tonelada, fueron víctimas nuevamente de los dueños de las bodegas de almacenamiento, que se han convertido en verdaderos saqueadores del esfuerzo de los productores, con la complicidad del gobierno que poco hace para remediar esta situación y lo que es peor, al desaparecer por orden presidencial, dejó en manos de estos acaparadores la comercialización del grano.
A estas alturas todavía hay productores que no reciben su pago, los traen a vuelta y vuelta los funcionarios federales y estatales. La fallida intervención del Gobierno coloca ahora a los productores en serias dificultades, por un lado, aumentaron su deuda con las financieras privadas, al tardarse en liquidar los préstamos que cada año reciben de las mismas para la producción, pues, como todo mundo sabe la desaparición también de un plumazo de la Financiera Rural por el presiente López Obrador, tal y como lo hizo con el FONDEN, dejó a los productores a manos de los agiotistas privados, en ese sentido hay una descapitalización de los productores para iniciar el ciclo 2023-24.
Y por si faltara más, también para producir nuevamente enfrentan la gran escasez de agua en las presas del estado. En promedio las 11 presas sólo almacenan el 28 por ciento, con esta disponibilidad de agua, difícilmente se alcanzará a sembrar el 50% de la superficie que año con año se venía haciendo. Esta escasez de agua ahondará la crisis agrícola en el estado y del país, ocasionará una mayor importación de granos, con el consiguiente aumento de los precios paras los consumidores, que son la mayoría de los mexicanos que basamos nuestra alimentación en la tortilla, seguramente a inicios de año veremos el incremento del precio de este producto en todo el país.
La otra repercusión de la escasez de agua se verá en la disminución de los empleos, pues, al ser menor la superficie de cultivo, se necesitarán menos brazos, menos maquinaria, menos insumos para la producción, el desempleo y el hambre se dejarán sentir en los hogares rurales y también en las ciudades del estado, dado que el comercio y demás actividades económicas dependen en buena parte del sector agropecuario.
Ante este negro panorama hasta el momento ni el gobierno federal ni estatal, ambos de filiación morenista, han hecho un pronunciamiento de qué acciones se van a realizar en apoyo a los productores y a sus familias que verán sus ingresos seriamente disminuidos, tal parece que no les preocupa las graves consecuencias en la vida de este importante sector social. Por lo visto andan más ocupados y preocupados por las próximas campañas políticas donde pretenden refrendar su gobierno, que atender las urgentes necesidades del pueblo mexicano.
El Movimiento Antorchista de Sinaloa llama a los productores y sus organizaciones a formar un verdadero frente para exigir a tiempo un mayor presupuesto al sector agropecuario por parte el Ejecutivo y del Congreso del Estado. Los antorchistas nos sumaremos con decisión y energía para que se garantice el sustento de las familias rurales.
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