El alza de los precios de los materiales de construcción en este año ya está trayendo consecuencias muy lamentables para el sector y para la sociedad en general; desde antes de la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República, la industria de la construcción estaba muy castigada, debido al poco crecimiento económico del país, a pesar de eso, tenía un papel relevante en la economía mexicana, pues era un sector que generaba el 7% de la producción Interna Bruta. Pero a partir del 2019, por las políticas económicas del gobierno de la 4T, su “lucha” contra la corrupción y la supuesta “austeridad”, la situación se agravó al eliminar varios programas gubernamentales que tenían estrecha relación con este sector productivo. Pero lo que definitivamente afectó de forma muy severa es la desaparición del ramo 33, que consistía en aportaciones federales para los estados y municipios, recursos que estaban destinados para realización de obras en municipios con miras a combatir la pobreza, que consistían en servicios básicos como: agua potable, alcantarillado, electrificaciones, así como el mejoramiento de la infraestructura educativa, de salud, construcción de viviendas, caminos, etc.
Ahora, no hay obras en los municipios, eso ya es grave, pues la sociedad en general siempre va a requerir la transformación de su entorno y cambiar las condiciones materiales para mejorar el nivel de vida, por lo tanto en ese aspecto, los mexicanos estamos en retroceso, se está dejando a su suerte a los pequeños empresarios que modestamente ejercían los recursos para la realización de cualquier obra municipal, pero además, se dejó de generar fuentes de empleo, pues las empresas constructoras contrataban a ciudadanos en los lugares de la realización de las obras y así, los trabajadores tenían asegurado un salario para el sustento familiar. Con la subida de los precios de los materiales de construcción al inicio de este año, definitivamente se le da el tiro de gracia a la clase trabajadora, pues cada vez se reducen las oportunidades de contar con un empleo y por consecuencia los trabajadores de este ramo son los más afectados.
Hay otro sector de la sociedad que no puede estar fuera de este problema social y que recienten de manera muy directa, los efectos de la inflación que ha provocado el alza de los materiales de construcción en el estado de Guerrero. Muchos de nuestros paisanos que se encuentran trabajando en los Estados Unidos, mandan dinero a sus familiares para construir una vivienda, sin embargo, ahora difícilmente podrán cumplir sus planes, ya que, según INEGI, en el 2021 se incrementaron los costos de producción de los insumos de la construcción en un 22%, derivado de la contingencia sanitaria. Pero la realidad es que, algunos productos terminados que se emplean en la construcción, tales como las estructuras metálicas subieron el 49%, Los castillos armados aumentaron el 43%, alambre y alambrón el 35%, la varilla corrugada aumentó el 35%, todos estos están muy por arriba de lo pronosticado, pues los distribuidores y comerciantes locales se aprovechan de esta situación y elevan los precios de estos materiales de acuerdo a la demanda, además de ser, en algunos lugares, un monopolio que controlan el mercado en regiones enteras del territorio nacional. Son pues, grupos de acaparadores que haciendo gala de su poderío económico y dominio y control del mercado, elevan aún más los precios para incrementar sus ganancias en perjuicio de los consumidores.
La necesidad de vivienda es tan grande en nuestro país, pero el gobierno federal, ni las anteriores administraciones y mucho menos la actual, han implementado un plan para atender esta necesidad social, incluso ahora la dependencia encargada de atender la demanda, la SEDATU, prácticamente esta inactiva por falta de presupuesto a pesar de que ésta dependencia Junto con la Comisión Nacional de Vivienda, CONAVI, realizaron el año pasado, un estudio donde confirman que en México existen 8.5 millones de viviendas que presentan problemas de hacinamiento y por consiguiente un alto grado de rezago habitacional. La situación es más critica, si tomamos en cuenta que estas viviendas están construidas con materiales muy precarios y no cuentan con sanitarios. En el caso de Guerrero, de 81 municipios, 59 tienen un alto rezago habitacional, de éstos son 17 los municipios donde el 80% de las familias no tienen una vivienda diga y con carencias de los servicios elementales.
Con la crisis económica provocado por la pandemia, la mala orientación de la economía de por parte del gobierno federal, la fuga de capitales y la poca inversión de la iniciativa privada, la desaparición de los programas sociales que en su momento mitigaban la difícil economía de las familias, el afán desmedido del presidente en repartir millones de dinero en efectivo para asegurar la permanencia en el poder y su capricho de cancelar obras y en su lugar hacer otras que no tienen una garantía de funcionalidad, todo eso, está ocasionando que los mexicanos tengamos un futuro incierto. Pero, por lo pronto ya estamos sufriendo en carne propia la crisis económica y para aquellos que tenían la posibilidad de construirse una vivienda, con la escalada de los precios de materiales de construcción, este sueño está más lejano de convertirse en realidad. Por eso en adelante tenemos que razonar nuestro voto para no llevar al poder gente que está muy alejada del pueblo y poner al frente del gobierno federal a personas que se identifiquen con el pueblo y que trabajan en beneficio de toda la sociedad, para acabar o disminuir, en el mejor de los casos, esa insultante diferencia entre los que mas tiene y la clase trabajadora.
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