La solución está en decidirse

Acaban de pasar las elecciones ordinarias locales para elegir a los gobernadores y legisladores locales, presidentes municipales y otros puestos de elección popular en seis entidades del país, y el resultado es desolador, a pesar de que cada vez es más frecuente escuchar que hay decepción generalizada debido al aumento de violencia, desapariciones, injusticia, hambre, efectos del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador y Morena.

Desde hace ya muchos años, la población mexicana ha tenido que elegir a sus gobernantes, según los candidatos que pone, quien sabe quién o quienes, tomando como parámetros sus propuestas o por serle fiel al partido al que han pertenecido y apoyado desde años anteriores por la ayuda que han recibido de su parte, o como el caso de las elecciones de 2018, por hartazgo de la manipulación e injusticia por parte de los gobiernos anteriores.

No es de extrañar, pues, las necesidades de los mexicanos, hasta el momento, no están resueltas y cuando alguien tiene el atrevimiento de plantarle alto a las atrocidades, sufre represión por tal osadía y por traidores a la patria, fifís, conservadores y todos los calificativos que ha inventado este gobierno. En fin, el pueblo mexicano ha tenido que aguantar las atrocidades de sus gobiernos y ha quedado indefenso por parte de las decisiones políticas.

Aunque el fracaso que ha presentado el gobierno actual y de la miseria en la que ha sumido al país, ¿por qué los resultados de las elecciones son esos a pesar de que las encuestas y la contienda del 10 de abril demuestran la inconformidad de los ciudadanos?, ¿realmente es la única opción o que criterios deberían tomar los mexicanos para no dejarse llevar por las promesas del partido en turno?

Si la realidad nos ha demostrado que gobierno tras gobierno las condiciones de todos los ciudadanos van de mal en peor, y con el gobierno actual donde los derechos humanos han ido desapareciendo más rápido, nos debe quedar bien claro que la cosa no va por ahí, que la solución no está en el cambio de color. La solución no está en creer lo que nos dice el mandatario nacional, día tras día, en sus foros mañaneros, mientras la realidad de hambre y pobreza nos grita que son mentiras y que se carece de conocimiento y capacidad para gobernar por parte de López Obrador y su transformación de cuarta.

El Movimiento Antorchista Nacional ha defendido, desde su nacimiento, que la solución al problema está en la organización, en la unión del pueblo mexicano principalmente porque esta es la única manera en la que nos daremos cuenta de que todos padecemos de los mismos males. Pero además porque solo así, unidos, somos fuertes. Porque una organización como la que predica el Movimiento Antorchista, requiere de estudio y preparación para conocer y aprender a leer la realidad y así identificar la causa de los problemas para encontrar la solución a estos.

México ha tenido de sobra la demostración de lo mucho que nos pueden fallar nuestros gobiernos. Nuestro pueblo vive en carne propia el desempleo, la falta de servicios médicos, la falta de obras y servicios básicos, la falta de vivienda, de programas que mitiguen los bajos salarios que no alcanzan para satisfacer las necesidades de las familias, la pésima educación y sus condiciones, y últimamente, el alza de los precios de los productos de la canasta básica y de la gasolina.

Pero a pesar de que lo viven, no logran identificar cual es el problema de fondo y mucho menos la solución, por eso se toman esas decisiones equivocadas que siguen costándoles la vida a muchas mujeres, hombres, niñas y niños mexicanos. El pueblo sabe de la problemática, pero lo que no ha descubierto es la solución. Porque la solución no está en un solo individuo, en un mesías que venga a prometer un día sí y otro también que las cosas van mejorando y que le demos tiempo al tiempo para ver los resultados. El mal de la pobreza, que es un gigante, sólo puede ser eliminado por otro gigante: el pueblo educado y organizado.

La única opción real que existe en nuestro querido país, es el Movimiento Antorchista. Los antorchistas hemos trabajado y demostrando que si se quiere se pueden lograr grandes cambios mientras se tenga el compromiso y la verdadera intención de hacerlo y lograrlo. Mientras el sistema prepara a sus intelectuales que le ayudan a mantenerse y crecer, nosotros también trabajamos en crear a los intelectuales del pueblo, capaces de plantear la posibilidad de un nuevo modelo económico que, como lo ha hecho China, parte de la realidad del país y su capacidad productiva. Pero, sobre todo, contamos con una dirigencia capaz de ver las consecuencias, antes de que estas se presenten, de las decisiones tanto políticas como económicas y sociales que se dan a nivel nacional e internacional.

Por eso, querido pueblo lector, deben confiar en Antorcha, la única organización comprometida con ustedes y con la preparación y decisión necesarias para lograrlo. La solución no está en elegir nuevos gobernantes que ni preparados están para hablar frente al público, la solución está en la educación y organización en el Movimiento Antorchista Nacional. Decidámonos unirnos y trabajemos juntos por el cambio urgente y necesario por el bien de todos los mexicanos.