Todos los días, antes de amanecer, millones de trabajadores en todo el país, salen somnolientos de sus casas para encaminarse a las fábricas o fuentes de trabajo donde laboran. En la avenida, en un paradero, se encuentran con otros obreros, algunos compañeros de trabajo. Se miran y acaso hacen un abroma, si se conocen. Un camión semiurbano que pasa a una hora fija se detendrá y hará un recorrido monótono para llevarlos a un parque industrial donde está la fábrica, las más de nombre raro, extranjero. Muchos aprovechan los minutos que les da el traslado para completar el descanso en el incómodo asiento; algunos tienen que ser despertados al llegar al lugar de destino. Una vez frente a la entrada del galerón se formarán, como un ejército disciplinado, y pasarán para checar la entrada para pasar buena parte del día manejando una máquina, manipulando material necesario para elaborar un producto, soldando, etc. Serán ocho extenuantes horas -que se pueden convertir en 10 o doce por las horas extras que el supervisor le exigirá y que el obrero odia pero que no le queda más remedio que tomar, pues necesita para el sostén de su familia- las que pasará creando su salario y riqueza para el dueño.
Esa historia se repite todos los días para el trabajador. En San Luis Potosí, como en todos los estados, vemos como los camiones de traslado de trabajadores van hasta los pueblos, colonias y rincones más apartadas a recoger trabajadores que se necesita para dar vida las fábricas. Sin aquellos ellos, sin su fuerza de trabajo, estas quedarían paradas, inmóviles: las máquinas se echarían a perder por la corrosión y falta de uso; la materia prima quedaría almacenada sin provecho alguno y sin transformarse. Pero esto no pasa así: con sus manos el obrero, mueve las maquinas, manipula la materia prima crea productos de todo tipo como tornillos, muebles, platicos, focos, crea, pues, mercancías que se realizaran en el mercado.
¿Qué obtiene de todo este desgaste de musculo, cerebro, energía, el trabajador? ¿Qué obtiene de su larga y extenuante jornada de trabajo? Sólo un mísero salario, que apenas le alcanza para sostenerse y sostener a su familia. Su casa es muchas veces un palomar a medio terminar en la que vive hacinado con su familia si bien le va, su ropa es de segunda mano y su alimentación, mala. En cambio, el dueño de la empresa, casi sin molestarse, sólo dando indicaciones a sus gerentes, vive en la mayor comodidad, con lujos, con viajes, en francachelas, educando a sus hijos en los mejores colegios. Como dijo alguien, en la sociedad en que vivimos el que trabaja no obtiene y el que no trabaja obtiene (riqueza).
En muchos municipios conurbados como Villa de Reyes, Villa de Arriaga, Santa María del Río, … y en la misma capital potosina, la pobreza se muestra a plena luz del día. Pueblos y colonias polvorientas sin servicios básicos como agua potable, energía eléctrica, drenaje, escuelas en mal estado, sin clínicas, y si las hay, no tienen medicinas. La 4T, y los gobiernos afines, no están haciendo nada por acabar con la pobreza, muy al contrario: está provocando el incremento de la pobreza, por un lado, y el enriquecimiento desmedido e irracional de un reducido número de magnates. Piensan que con apoyos de despensas y algunos monetarios se acabará la pobreza. Desde que se implementaron, hace ya varias décadas, ese tipo de apoyos bajo otro nombre no ha disminuido la pobreza ni mucho menos.
La pobreza no es, como no lo hacen creer los dueños del dinero y sus representantes, resultado de la apatía, holgazanería del obrero, o, como muchos dicen “un castigo divino”; es el resultado del modelo económico neoliberal o “capitalismo salvaje”, como también se le conoce. Al obrero se le pagan bajos salarios, se le quitan prestaciones otorgadas por la Ley Federal del Trabajo como utilidades, días de descanso, vacaciones; al trabajador se le despide injustificadamente. El modelo neoliberal mantiene a cientos de trabajadores en paro forzoso formando lo que se llama el ejército de reserva. Eso es el modelo neoliberal que rige en nuestro país y que aplica al pie de la letra este gobierno de la 4T, aunque diga socarronamente el señor de Palacio Nacional, que su gobierno está contra el neoliberalismo.
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