De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), la educación es un derecho humano, un bien público y una responsabilidad colectiva, por lo que todos deben estar interesados en el tema y colaborar para que nunca falte en la sociedad.
La educación en nuestro país se encuentra frenada por diversas causas, esto ha originado el incremento del analfabetismo, rezago educativo, deserción escolar. Otros factores que ocasionan el estancamiento de la educación es la falta de infraestructura, hacinamiento en las escuelas, planteles sin agua ni electricidad, ausencia de talleres, laboratorios, mobiliario, cuatro de cada diez alumnos no tienen internet para fines educativos (Endutih Inegi 2019). De acuerdo con datos de EY-Partenon, el 94% de estudiantes de universidades privadas tiene conexión a internet de banda ancha, mientras que en las universidades públicas solo el 72%. El poco incremento al presupuesto educativo apenas y compensa la inflación. Se pretendió reducir recursos a la UNAM y Conacyt. La CFE incrementó el precio a la electricidad. Se quitaron recursos a los municipios y quedaron maniatados para atender las escuelas. La suspensión de clases implica menores oportunidades de aprender en casa, mayores costos para sus familias por razones de cuidados, mayor riesgo de abandono escolar una vez superada la pandemia debido al retraso escolar, así que la educación en línea para muchos estudiantes no es una opción, sin embargo, regresar a clases presenciales sin haber vacunado a menores de edad es un homicidio.
En nuestro país existe un gran rezago educativo dentro de los pueblos indígenas, ya que solo uno de cada diez adolecentes hablantes de alguna lengua indígena, asiste a la escuela; Según la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), en México hay más de 4 millones de niños y adolescentes que no asisten a la escuela, otros 600 mil están en riesgo de dejarla debido a diferentes factores, entre ellos la falta de recursos, la lejanía de las escuelas y la violencia. Además, los menores de origen indígena cuentan con más dificultades que el resto de los niños y es que uno de cada diez adolescentes hablantes de una lengua indígena asiste a la escuela en México, en comparación con siete de cada diez del resto de la población.
Un siglo después de la creación de la Secretaría de Educación pública (SEP), con José Vasconcelos como su principal precursor, para arrancar la cruzada de alfabetización en el país, México tiene aún más de cuatro millones 400 mil personas que no saben leer ni escribir. En los últimos tres años, dos de estos de la administración de López Obrador, 423 mil 780 personas mayores de 15 años se sumaron al analfabetismo.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), la cifra de personas analfabetas aumentó 10.6%. Mientras en 2017 tres millones 976 mil 895 personas no sabían leer ni escribir, para diciembre de 2020 eran cuatro millones 400 mil 675, es decir, 423 mil 780 mexicanos más. Las estadísticas de Prospectiva, Acreditación y Evaluación del INEA, indican que, a diciembre de 2020, México tenía 28 millones 58 mil 183 personas en rezago, 4.4 de estas eran analfabetas, ocho millones 63 mil no habían terminado la primaria y 15 millones 594 mil no había terminado la secundaria. De los 4.4 millones de analfabetas, el 53.7%, se concentra en seis entidades: Veracruz, Chiapas, Estado de México, Oaxaca Puebla y Guerrero. Las cifras revelan que los estados con el mayor número de retraso académico son el estado de México con 3 millones 242 mil 577; Veracruz con 2 millones, Jalisco 1 millón 841 mil, Chiapas 1 millón 812 mil. Más de 15.5 millones de connacionales, es decir, dos de cada diez personas de 15 años o más no poseen certificado de secundaria, mientras 8 millones 63 mil cursaron parcialmente los estudios de nivel primaria.
Delfina Gómez Álvarez, no está manejando el problema educativo como se requiere, ya que desatiende la problemática de fondo. La manera eficaz de dar solución implica la dotación inmediata a las escuelas públicas, en primera instancia de regiones marginadas, de infraestructura y equipamiento: electricidad, internet, computadoras, mobiliario, laboratorios, acervo bibliográfico, dotar a todos los estudiantes de un plan gratuito de datos para actividades educativas, ordenar la reducción del precio de electricidad. Urge revertir la indolencia y austeridad ya que perjudican la enseñanza, pero esto no ocurrirá en la 4T, ya que dedican atención y recursos al escándalo mediático, a ejecutar venganzas y a los problemas reales le dan la espalda. Por el bien del país, es urgente hacer de lado a este tipo de funcionarios que están dañando no solo el presente del país, también su futuro.
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