*Hidalgo: pobreza, marginación y olvido
Los tiempos de austeridad han estado presentes en la vida de la mayoría de los mexicanos; tiempos de complicaciones y angustias con una existencia llena de privaciones en todos los aspectos: vivienda, alimentación, salud, educación, servicios básicos, etc. Así lo demuestran las cifras en el estado de Hidalgo, que dan cuenta de una entidad con un sin fin de carencias y que hasta hoy no ha habido gobierno que haya sacado de la pobreza y de la marginación a los más de 3 millones de hidalguenses: según cifras oficiales el 51 por ciento vive en pobreza, pero resulta que el 67 por ciento no tiene seguridad social y, otro dato nos dice que, solamente alrededor de 260 mil tienen satisfechas sus necesidades; así que tenemos no un 51 por ciento en pobreza, sino al 92 por ciento de los hidalguenses en tal condición.
Es mucho más urgente pavimentar caminos, dotar de agua potable a colonias y pueblos; que es injusto gastar 30 millones en el informe, cuando el estado tiene a muchos profesores con salarios de hambre y a otros, de plano, sin ningún salario.
Por ejemplo, en la región Huasteca, si contabilizamos a los habitantes de nueve municipios (Huejutla, San Felipe Orizatlán, Jaltocán, Huazalingo, Atlapexco, Yahualica, Huautla, Calnali y Xochiatipan), que suman 277 mil, que habitan en mil 218 comunidades, tenemos que sólo 23 por ciento de la población (65 mil) cuentan con agua potable en sus viviendas, el 22 por ciento con drenaje y solamente el 40 por ciento tiene (o tenía) un camino o calle pavimentada. Peor situación, en cuanto a caminos transitables, viven los vecinos de San Bartolo Tutotepec, en la región Otomí-Tepehua: de 94 comunidades, únicamente la cabecera municipal cuenta con pavimento, y ocho comunidades más con alguna calle o tramo pavimentado. En la misma región, pero en el municipio de Huehuetla, de 60 comunidades, 15 tienen red de agua potable; pero solo en la cabecera y en San Antonio el Grande corre agua por esa red.
Señalo la situación que viven miles de ciudadanos en estas regiones marginadas del estado, pero, por desgracia, no son las únicas; en Pachuca o Tizayuca, Tulancingo, Mineral de la Reforma, Huasca, Omitlán, etc., las circunstancias son similares: muchas carencias y poco progreso para las zonas populares. Y ante ello, llama mi atención el abandono en que se hallan miles de comunidades, mientras, en contraste, se están haciendo millonarias inversiones para tener “espacios decorosos” en la capital del estado. Por ejemplo, en el parque David Ben Gurión (dentro del complejo donde se ubica el teatro Gota de Plata), el gobierno del estado ha anunciado una inversión de 280 millones de pesos; en el Recinto Ferial, 129.5; en la remodelación del palacio de gobierno 41 millones, más 25 en la plaza Juárez. Hasta aquí llevamos 475 millones, a los cuales hay que sumar 30 millones, el gasto mínimo proyectado para la realización, el próximo 6 de septiembre, del 2º Informe de gobierno, en producción audiovisual, difusión en medios, logística y seguridad; en total 515.5 millones.
No estoy en contra de embellecer Pachuca y otros lugares, solamente opino que hay prioridades, que es mucho más urgente pavimentar caminos, dotar de agua potable a colonias y pueblos; que es injusto gastar 30 millones en el informe, cuando el estado tiene a muchos profesores con salarios de hambre y a otros, de plano, sin ningún salario. Que no es justo que se gasten (que no es lo mismo que invertir) casi 130 millones en el Recinto Ferial, mientras los hospitales públicos y centros de salud carecen de medicamentos, etc.
Sí, es necesario embellecer nuestro entorno físico, pues este
Hacia allá está encaminada la lucha de Antorcha. No es nuestra posición confrontarnos con ningún gobierno, del color que sea; lo que nos importa es que se atiendan las necesidades de la población y así enrumbar al estado por el camino del progreso y del desarrollo; es esto lo que le queremos plantear de viva voz al señor gobernador Julio Menchaca Salazar, en su 2º Informe de gobierno.
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