Se pronostica que Baja California Sur estaría en riesgo de severa escasez de agua para 2040. Ante esto, es urgente tomar conciencia sobre el uso responsable del vital líquido para asegurar un futuro sostenible en Los Cabos, La Paz y el resto del estado. Creo sinceramente que no sólo es cuestión de ponerle énfasis a un lado de la ecuación, es decir, el sólo hacer “conciencia”. Veamos algunas consideraciones.
Actualmente, México ocupa el puesto 24 a nivel mundial en términos de estrés hídrico, según una lista elaborada por el Instituto de Recursos Mundiales, que incluye a 164 países. Según datos del Inegi, en el país se destina el 76 % del agua a la agricultura, el 14 % al abastecimiento público, el 5 % a las termoeléctricas y otro 5 % a la industria. Además, Baja California Sur es uno de los tres estados del país que experimenta un mayor nivel de estrés hídrico.
Amable lector, tomaré algunas consideraciones de organismos internacionales y algunas declaraciones de actores públicos de nuestro estado para seguir insistiendo en que no puede ser unilateral la conclusión para resolver o intentar resolver el problema hídrico. Veamos.
Durante una entrevista, el titular del Organismo Operador Municipal del Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (Oomsapas) de Los Cabos, Ismael Rodríguez Piña, dio a conocer que:
“… la cultura del agua debe ser un tema fundamental para el cuidado y preservación del recurso hídrico. De acuerdo con estadísticas, para el año 2040, el estado de Baja California Sur será una de las primeras entidades en enfrentar una grave escasez de agua. En la cultura del agua el tema es focal, hacer conciencia. La invitación moral, social con mucho respeto para todos los ciudadanos e invitarlos para hacer conciencia del uso racional”
Por otra parte, el medio informativo Tribuna México, en una nota del 14 de septiembre de 2023, titula “BCS entre las entidades con mayor escasez de agua en México”, y da a conocer que en un estudio realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), BCS es una entidad que registra mayor porcentaje de viviendas sin acceso al agua diariamente: Guerrero 77 %, Morelos 76 % y BCS 74 %.
Aunque está situación es una realidad, se aborda el problema de la falta de agua desde tres puntos: recaudación, infraestructura y sistema obsoleto de pagos. Aquí también el análisis es unilateral y se deja solo a lo que pueda mejorar los estados y municipios para tener mayor ingreso.
Según la Organización para las Naciones Unidas (ONU), la Asamblea reconoció el derecho de todos los seres humanos a tener acceso a una cantidad de agua suficiente para el uso doméstico y personal (entre 50 y 100 litros de agua por persona y día), segura, aceptable y asequible (el agua no debería superar el 3 % del ingreso del hogar).
Pero ¿qué enfrentan los sudcalifornianos? Para empezar, 74 % de la población no tiene agua diaria, aunque en algunos entidades hay casos que reportan pago de 500 pesos, el promedio en La Paz es de 130; una pipa de 10 mil litros ronda los mil 508 pesos en promedio.
Este problema complejo, que se ha generalizado en el país por la sequía, está incidiendo negativamente y afecta a actividades como la agricultura, minería, las actividades industriales, etcétera. Su efecto más dramático es la falta de agua en los hogares de millones de personas que no tienen lo necesario para beber.
Este grave problema tiene causas de fondo, y se acentúa con la sequía, el calentamiento global: el 60 % de los cuerpos de agua presenta graves reducciones por sobreexplotación, contaminación, etcétera. Estos problemas de fondo no son atacados por nuestros gobernantes, pues estos cumplen con la función para la que fueron elegidos: guardar los intereses del gran capital y facilitar a este todas las condiciones para obtener la máxima ganancia, aun a costa de la vida de sus gobernados.
¿Ejemplos? Toda el agua que se facilita a las grandes empresas cerveceras, refresqueras y embotelladoras de agua. A las industrias mineras, la sobreexplotación de los pozos; a las grandes cadenas agrícolas, las zonas hoteleras, etcétera.
¿Por qué sí hay agua para todas estas empresas y no para las familias humildes de las colonias marginadas? La respuesta es simple: el problema no es sólo de conciencia, es que, en el sistema capitalista actual, el agua se ha convertido en una mercancía más; accesible sólo para quien pueda pagarla.
Otra de las causas fundamentales de esta crisis y estrés hídrico es el acaparamiento de los grandes corporativos industriales, agrícolas y mineros: se dice que el 70 % del agua está concentrada en el 2 % de los usuarios. Como se ve, en este sistema capitalista los gobernantes le dan preferencia a los potentados.
Antorcha siempre ha planteado que tiene que haber un equilibrio en la distribución de la riqueza, y la solución a los problemas del país radica en la intervención de todos los sectores. Los empresarios también tienen la obligación social de contribuir, no renunciando a la producción, pero sí deben hacerlo aportando una contribución mayor, proporcional a su riqueza. Esto exige una reforma fiscal progresiva que grave más las finanzas del capital y menos el salario del trabajador.
Esto sí es responsabilidad de todos los gobernantes que tenemos, que en los hechos no hacen nada en favor del pueblo que dicen representar. Aunque está situación ya viene desde hace muchos años atrás, en la actualidad sí es responsabilidad de los que nos gobiernan y, claro, como hemos insistido, para salir adelante verdaderamente, es necesario organizarnos y cambiar de raíz el sistema actual, por otro donde el pueblo, al gobernar, atienda con medidas profundas y eficaces todos los problemas que le aquejan como sociedad. Por lo pronto, exijamos y luchemos por un plan hídrico que nos ponga a salvo a todos. Manos a la obra.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario