En pleno siglo XXI, con todos los avances tecnológicos y recursos disponibles, resulta inaceptable que aún existan familias que enfrentan la falta de agua potable y dependan del acarreo con cubetas y el bombeo manual de agua para satisfacer sus necesidades básicas. Lamentablemente, esta es la realidad que enfrentan miles de familias en el sur de Mérida, así como en las colonias marginadas de Kanasín, Valladolid, Tizimín y otros municipios.
Estas zonas, de crecimiento urbano, son hogar de familias pobres que, como en Plan de Ayala, deben peregrinar para adquirir un lote barato (sin servicios) que les permita acceder a un patrimonio propio. Actualmente, tanto los Gobiernos estatales como las constructoras carecen de programas que beneficien la vivienda popular o de interés social, priorizando así la inversión comercial.
El 90 % del agua en Yucatán contiene algún tipo de contaminante. La falta de regulación sobre los niveles de polución, que incluyen materiales pesados como arsénico, agrava aún más la situación.
Asimismo, en zonas residenciales y áreas urbanas privilegiadas el suministro de agua es constante y eficiente, mientras que en las colonias marginadas la situación es desoladora. La falta de atención a estas comunidades por parte de las autoridades es evidente, ya que se prioriza el consumo de agua en las grandes ciudades y en la industria, dejando de lado a las familias humildes.
En el estado de Yucatán, la problemática se agrava aún más con la contaminación del agua. De acuerdo con el medio digital La Verdad de Yucatán, el 90 % del agua en Yucatán contiene algún tipo de contaminante. La ausencia de un manejo responsable de las aguas negras y la falta de regulación sobre los niveles de polución, que incluyen materiales pesados como arsénico, agravan aún más la situación.
Esta falta de medidas efectivas para solucionar el problema es preocupante, especialmente considerando que el estado se encuentra en el penúltimo lugar en manejo ambiental. A pesar de la abundancia de agua en Yucatán, la mayoría de ella no es utilizable, lo que se refleja en la necesidad de procesos más complejos para su uso humano e incluso en la detección de arsénico en el líquido, un químico altamente tóxico
Es imprescindible comenzar a cuidar y manejar el agua de manera eficiente para garantizar su disponibilidad en el futuro. (La Verdad de Yucatán, 25 de julio de 2022).
La contaminación del agua no sólo amenaza la salud de quienes la consumen, sino que también contribuye a la escasez de este recurso vital. Para ello es urgente que las autoridades implementen un plan hídrico nacional e integral que aborde de manera prioritaria la falta de agua en las colonias marginadas. Este plan debe incluir la construcción de infraestructuras adecuadas para garantizar el acceso equitativo y la calidad del agua potable en todas las comunidades, independientemente de su nivel socioeconómico.
Además, es necesario establecer medidas efectivas para prevenir y mitigar la contaminación del agua, protegiendo así la salud y el bienestar de toda la población. No podemos permitir que la falta de agua y la contaminación sigan siendo problemas ignorados por las autoridades, mientras que en otras partes del país se corre el riesgo de alcanzar el día cero.
Es hora de que se priorice el bienestar de todas las familias, especialmente aquellas que se encuentran en situación de vulnerabilidad. Exigimos al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador y de Mauricio Vila que tomen acciones concretas y urgentes para resolver esta crisis hídrica y garantizar el derecho humano al agua para todos los ciudadanos.
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