Una epidemia es, según la Real Academia Española, una enfermedad que se propaga durante algún tiempo en una zona y afecta simultáneamente a un gran número de personas.
Actualmente, esto es lo que está ocurriendo en el estado de Nayarit con una epidemia de dengue. Existen numerosos casos de personas de todas las edades afectadas por este virus, transmitido por el mosquito Aedes aegypti, el mismo que también propaga los virus del zika y la chikungunya.
La actual administración federal y estatal escatima recursos para cuestiones básicas como la salud del pueblo, dejando en evidencia su falta de compromiso.
Las condiciones para la reproducción del mosquito están presentes: temperaturas sofocantes, depósitos naturales de agua como arroyos, ríos y charcos formados por la lluvia, así como recipientes domésticos que no han sido removidos durante mucho tiempo.
El virus del dengue provoca diversos síntomas: fiebre alta, dolor de cabeza, dolor corporal y óseo, náuseas y erupciones en la piel. En la mayoría de los casos, los síntomas desaparecen en un lapso de hasta quince días, pero algunos casos se agravan y requieren hospitalización.
El tratamiento consiste sólo en medicamentos que atenúan el dolor y la fiebre, ya que no existe un fármaco específico para curar la enfermedad.
Las secuelas del dengue pueden incluir dolor crónico en la cabeza y las articulaciones, así como afectar el sistema inmunológico, el corazón, el sistema nervioso y el cerebro, entre otros.
Actualmente, Nayarit ocupa el primer lugar a nivel nacional en número de contagios. Los casos aumentaron un 500 % en comparación con el 2023.
Hasta la fecha, hay 2 mil 139 casos confirmados y 9 mil 734 probables, así como 15 fallecimientos, principalmente de niños y niñas. Tepic encabeza el número de casos en el estado, seguido de Bahía de Banderas y Santiago Ixcuintla.
Sin embargo, en la información oficial proporcionada por la Secretaría de Salud no se diferencia entre casos de dengue común y dengue hemorrágico.
Bahía de Banderas ha registrado 769 casos hasta ahora, aunque podría haber más debido a que muchas personas infectadas enfrentan la enfermedad en sus hogares sin notificar a las autoridades sanitarias.
La incidencia en este municipio del sur de Nayarit lo coloca como el decimoquinto a nivel nacional con más casos probables acumulados, superando a ciudades con el doble de población.
A pesar de que la propaganda oficial asegura que los tres niveles de gobierno están enfrentando el problema, en Bahía de Banderas la población sabe que no ha habido fumigaciones generales, solo en zonas donde ya se reportó algún enfermo.
Tampoco ha habido una campaña de descacharrización y, en general, no se ha visto ninguna acción concreta por parte de las autoridades para controlar la reproducción del mosquito transmisor.
La secretaria de Salud, Beatriz Ruiz Huerta, señaló que "no nos va a ajustar el dinero si continuamos con esta estrategia. El gobernador está gastando 4 millones de pesos al día, pero esto es insuficiente si no activamos a la población".
Por su parte, el gobernador mencionó que "el serotipo que circula en el país está afectando directamente a los niños y niñas, la enfermedad se vuelve impredecible como el covid; no sabemos el grado de gravedad que puede alcanzar ni las situaciones de riesgo que puede generar". José de Jesús Chávez, titular del IMSS en Nayarit, agregó: "es crucial la prevención… hoy en día queda claro que contamos con un sistema de salud robusto".
Las declaraciones de estos funcionarios muestran el verdadero nivel de compromiso con la población nayarita y la gravedad de la emergencia por dengue.
Es evidente que tanto la administración federal como la estatal escatiman recursos en cuestiones esenciales como la salud. ¿Será casualidad la escasez de medicamentos en los hospitales?
Mientras tanto, el Ejecutivo Federal no deja de hablar en sus conferencias de que antes todo era corrupción y que ahora hay muchos ahorros gracias a su combate, pero ¿dónde están esos ahorros?
Mientras tanto, en Nayarit, la Secretaría de Salud se preocupa por los “gastos excesivos” del gobernador que "gasta 4 millones de pesos diarios" para atender la emergencia sanitaria, dinero que aparentemente no será suficiente. En Bahía de Banderas, las fumigaciones brillan por su ausencia. Algo no cuadra.
Además, la propia Secretaría de Salud señala que es fundamental involucrar a la sociedad en las labores de limpieza para evitar la propagación del mosquito.
¿Es necesario declarar esto ante los medios para que se lleve a cabo? ¿Acaso pretenden culpar a la ciudadanía del empeoramiento de la crisis? ¿Quién va a coordinar estos esfuerzos? ¿Será tarea de los siervos de la nación o ellos solo sirven para acarrear votantes?
Tras haber vivido una peligrosa pandemia mundial como la del covid, parece que no hemos aprendido nada. Las autoridades están apanicadas y no saben cómo enfrentar esta epidemia, o al menos eso sugieren las declaraciones del titular del Ejecutivo. ¿En manos de quién estamos?
¿Y nuestro sistema de salud "como el de Dinamarca"? Sólo ha sido necesaria una emergencia para que la demagogia del Ejecutivo Federal se desplome.
Aunque algunos funcionarios locales insistan en halagarlo diciendo que contamos con un sistema de salud robusto, el precio lo sigue pagando el pueblo. Y lo seguirá pagando mientras no tome conciencia, no se eduque y no se organice, confiando en líderes que solo en palabras están con el pueblo, pero en los hechos lo abandonan a su suerte.
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