El 10 de agosto, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) sacó a la luz pública el Comunicado No. 7 con el título “El Coneval presenta las estimaciones de pobreza multidimensional 2022”, y su contenido ha sido bastante cuestionable, tanto de manera positiva como de manera negativa.
Y el que ha celebrado en grande (y lo seguirá haciendo) fue el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien, al siguiente día, en su mañanera, lanzó las palabras de que “El Coneval… que también reafirmó que ha habido una disminución de la pobreza y de la desigualdad de manera histórica en el tiempo que llevamos en el gobierno…” esto “demuestra que ha funcionado nuestra estrategia, que se puede resumir en una frase: por el bien de todos, primero los pobres. Y hay menos pobreza y menos desigualdad en nuestro país, esto es un gran logro, creo que ese es el objetivo principal de cualquier gobierno, lograr la justicia y la felicidad del pueblo”.
Como anillo al dedo le cayeron las cifras de “reducción de la pobreza” al discurso exhausto de AMLO, por eso ahora presenta esos números como victoria de sus políticas compendiadas en su célebre frase “por el bien de todos, primero los pobres”. Pero ¿hay que celebrar estos datos? ¿Es verdad que hay menos pobres en nuestro país? ¿Cuál es la realidad de estos datos?
Y es que, desde el principio, los datos que menciona el Coneval son demasiado alentadores, cómo no alegrarse si afirman que “entre 2018 y 2022, el porcentaje de la población en situación de pobreza multidimensional a nivel nacional pasó de 41.9 por ciento a 36.3 por ciento”. Claro, a primera lectura uno se llena de esperanza al ver que “la población en situación de pobreza multidimensional pasó de 51.9 a 46.8 millones de personas a nivel nacional entre 2018 y 2022”, es decir, que 5.1 millones de mexicanos dejaron de ser pobres. Y en verdad que todos los mexicanos que conocemos a profundidad la pobreza, al ver estos números alegres, queremos aplaudir.
Lamentablemente, el informe del Coneval continúa con datos alarmantes que se dan de choques contra los que presenta en los primeros renglones. Después de la “reducción de la pobreza” viene en seguida “el porcentaje de la población en situación de pobreza extrema permaneció en niveles similares entre 2018 y 2022: 7 por ciento en 2018 y 7.1 por ciento en 2022. Lo anterior indica que, el número de personas en pobreza extrema pasó de 8.7 a 9.1 millones de personas entre 2018 y 2022”. Entonces, pregunto yo (perdonen mi exigua ignorancia), ¿hay menos pobres sí o no? Si se va a hablar de pobreza hay que hablar de pobreza con claridad, sin tapujos, sin tipificaciones fementidas, o ¿cómo explican esa divergencia entre la “pobreza moderada” y la “pobreza extrema”?
Y es que, si seguimos leyendo el informe hay más inconsistencias que lo único que van a generar es el aumento en la inconformidad social. Sigue: “Entre 2018 y 2022, el porcentaje de la población con un ingreso inferior a la Línea de Pobreza por Ingresos (valor monetario de la canasta alimentaria más la canasta no alimentaria) pasó de 49.9 por ciento a 43.5 por ciento, es decir, el número de personas en esta situación pasó de 61.8 a 56.1 millones. En agosto de 2022, el valor de las Línea de Pobreza por Ingreso por persona al mes fue de 4,158.35 mensuales para las zonas urbanas y 2,970.76 mensuales para zonas rurales”.
Entendiendo bien esto quiere decir que un mexicano que gane alrededor de 4 mil pesos al mes es considerado un pobre medio o medio pobre, o sea, se encuentra en el estándar de “pobreza moderada”, es un pobre, pero no tan pobre. Recordemos que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) ya estipula los ingresos mensuales que hay que tener para poder pertenecer a una clase social en nuestro país: Clase baja $11,343; clase media $22,927; clase alta $77,975. ¿Y en estos días qué tanto se puede comprar con 4 mil pesos al mes? ¿Es verdad que ahora hay obreros que hoy están ganando 60 mil pesos al mes (sic) como dijo AMLO en su discurso del 1 de julio?
La inconsistencia se hace más grande en el punto que dice que “el porcentaje de la población con un ingreso inferior a la Línea de Pobreza Extrema por Ingresos (valor monetario de la canasta alimentaria) pasó de 14. por ciento a 12.1 por ciento, entre 2018 y 2022, lo que representó un cambio de 17.3 a 15.5 millones de personas que no tienen el ingreso suficiente para adquirir los productos de la canasta alimentaria (negritas mías). El valor monetario de referencia para la Línea de Pobreza Extrema por Ingreso por persona al mes fue de $2,086.21 y $1,600.18 en zonas urbanas y rurales, respectivamente”.
La situación se complica en el siguiente punto que da a conocer el Coneval. En este dice que el “porcentaje de personas con carencia por acceso a los servicios de salud pasó de 16.2 por ciento a 39.1 por ciento entre 2018 y 2022, lo cual representa un cambio de 20.1 a 50.4 millones de personas en esta situación”. Sin duda aquí el Coneval le dio al blanco, y esto es muy cierto y nadie lo puede negar, desde 2018, desde que comenzó a gobernar López Obrador el sistema de salud público ha sido destruido totalmente por el mismo López Obrador
Entonces, anteriormente se nos dice que la población en situación de pobreza extrema aumentó de 8.7 a 9.1 millones de personas, pero en este punto el porcentaje de Línea de Pobreza Extrema por Ingresos se redujo de 17.3 a 15.5 millones de personas que no tienen los ingresos económicos suficientes para adquirir, tan siquiera, como mínimo, la canasta básica alimentaria. ¿Dónde está la falla? ¿Están mal los números, las matemáticas, la realidad o su modelo de medición de pobreza baja, pobreza media, media alta, alta media o como sea?
Y esto no termina aquí, la situación se complica en el siguiente punto que da a conocer el Coneval. En este dice que el “porcentaje de personas con carencia por acceso a los servicios de salud pasó de 16.2 por ciento a 39.1 por ciento entre 2018 y 2022, lo cual representa un cambio de 20.1 a 50.4 millones de personas en esta situación”.
Sin duda aquí el Coneval le dio al blanco, y esto es muy cierto y nadie lo puede negar, desde 2018, desde que comenzó a gobernar López Obrador el sistema de salud público ha sido destruido totalmente por el mismo López Obrador y todos sus compinches. Estas cifras son una bofetada con guante blanco en el rostro de Claudia Sheinbaum, quien en una entrevista para BI Noticias con fecha del día 8 de julio, afirmó (algo molesta, por cierto) que “critican mucho al presidente por el sistema de salud, pero nadie dice que, en dos años y medio de pandemia, nadie se quedó sin una cama de hospital”.
Por supuesto que nadie lo dice, pues eso nunca sucedió. Millones de mexicanos sufrimos las consecuencias de la eliminación del Seguro Popular por la construcción de un Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) que nunca existió en los hechos; millones de mexicanos sufrimos durante la pandemia del Covid-19 en la que el gobierno federal abandonó y dejó a su suerte al pueblo mexicano; millones de mexicanos no tenemos acceso al sistema de salud, no hay medicamentos, hay personas que han muerto afuera del hospital porque no se les brindó la atención oportuna, hay hospitales que se inundan cada vez que llueve, hay hospitales que se están cayendo a tal punto de ocasionar la muerte personas inocentes dentro de los elevadores.
En resumen, los números y cifras que ha dado a conocer el Coneval no son nada satisfactorios. Los estados con más población ocupada sin acceso directo a los servicios de salud son: Edomex 5 millones, 163 mil; Veracruz con 2 millones 793 mil; Puebla también alcanza los 2 millones 605 mil; Chiapas, 2 millones 339 mil; CDMX 2 millones 339 mil y Jalisco con 2 millones 265 mil, con un total nacional de 38 millones 915 mil mexicanos.
En el rezago educativo están: Edomex, 792 mil personas; Jalisco, 526 mil; Guanajuato, 438 mil; Chiapas, 422 mil; Veracruz, 399 mil. El número de población que no tiene acceso al agua ha alcanzado en: Veracruz, 1 millón 192 mil habitantes; Guerrero, 965 mil; Chiapas, 951.3; Puebla, 880.5; Estado de México, 783 mil; Oaxaca, 739 mil . Y la pobreza en los tres tipos contemplados por el Coneval, sus números están por estado de la siguiente manera: Veracruz, 4 millones 244 mil personas en pobreza, 3 millones 166 mil en pobreza moderada y 1 millón 78 mil en pobreza extrema; Chiapas, 3 millones 838 mil en pobreza, 2 millones 231.2 en moderada y 1 millón 607 mil en extrema; Puebla cuenta con 3 millones 626 mil habitantes en pobreza, 2 millones 231 mil en moderada y 1 millón 607 mil poblanos en pobreza extrema; Oaxaca, 2 millones 483 mil pobres, en pobreza moderada 1 millón 623 mil y en pobreza extrema 859 mil oaxaqueños; Guerrero con 2 millones 173 mil de pobres, además de 1 millón 372 mil personas en pobreza moderada y 800 mil en extrema.
Es una ofensa para los millones de mexicanos que vivimos y sufrimos la pobreza real todos los días que el presidente López Obrador celebre los datos del Coneval. Somos millones de mexicanos que no tenemos un empleo seguro, mucho menos tenemos asegurado un salario, incluso, ya ni siquiera tenemos asegurada la vida, porque la violencia e inseguridad están amparadas desde la silla presidencial, y en cualquier momento y en cualquier lugar podemos ser víctimas de un asalto, un secuestro, o quedar en medio de una lluvia de balas.
Los mexicanos tenemos que ser muy conscientes de que estas cifras son para darle una maquillada a la amarga realidad que estamos viviendo, y es la misma realidad la que nos está demostrando que hoy en día hay más pobres y que los que ya éramos pobres ahora somos más pobres.
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