La mujer ha tenido un papel importante para el desarrollo de la historia y el desarrollo de la humanidad; por ejemplo, se sabe que en la comunidad primitiva existió un periodo de matriarcado donde la mujer era la principal jerarca de todas las tribus antiguas, eso se debe a la capacidad que tenían para administrar las posesiones colectivas, ellas eran las que se sabían con exactitud quiénes eran sus descendientes, antes que los propios hombres, es decir, que a la mujer se le debe gran parte de la sobrevivencia de la especie humana.
De igual manera, la mujer ha sido parte importante para el desarrollo de la industria en nuestro mundo; por ejemplo, se sabe bien que las mujeres eran las que trabajaban largos periodos de jornada, hay documentos donde dicen que incluso mujeres que estaban en periodo de embarazo solamente esperaban a dar a luz y no pasaban ni siquiera los 15 días para volverse a emplear en las fábricas. Este tipo de fenómenos desde luego que era una desigualdad, una opresión, una manipulación, una explotación al sexo que se ha considerado como un sexo débil, pero que en definitiva son ellas mismas las que ayudaron a emprender la lucha para reivindicar la situación de la mujer.
Por ello, conmemorar el Día Internacional de la Mujer implica algo más allá de un simple festejo, algo más allá de simplemente conmemorar a la mujer regalándole flores o haciendo llamados para que se les gratifique por todo lo que conlleva su trabajo.
No debemos olvidar que el Día Internacional de la Mujer anteriormente era denominado como “Día Internacional de la Mujer Trabajadora”, de ahí el origen verdaderamente importante que lleva la oración “Día Internacional de la Mujer Trabajadora”, la importancia es que la oración tiene todo un significado implícito es la mujer la que por años ha sido explotada en el terreno del trabajo. Ella, al igual que muchísimos infantes, laboraban en las fábricas de telar simplemente por tener las manos más suaves y ser delicadas para el manejo de las telas más finas.
Este festejo del Día Internacional de la Mujer se conmemora cada 8 de marzo, y es una lucha que se reconoce para que la mujer sea tratada ante la sociedad con la misma igualdad con la que se le trata al varón.
A quien se le debe este gran éxito es sin duda a Clara Zetkin, quien lo propuso y se aprobó como el Día de la Mujer Trabajadora, que tuvo lugar en la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, realizada en Copenhague en 1910, la primer conmemoración se realizó el 19 de marzo de 1911 en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, desde entonces se ha extendido a otros muchos países. En 1972, la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su resolución 3010, declaró a 1975 año Internacional de la Mujer, y en 1977 invitó a los estados a declarar conforme a sus tradiciones históricas y costumbres nacionales un día como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.
El origen de esta conmemoración fue para reivindicar a la mujer en su arduo trabajo, para glorificarla por el trabajo constante que estaba desempeñando y que hasta nuestros días millones de ellas lo realizan lastimosamente.
El Día Internacional de la Mujer en la actualidad ha adquirido otro significado muy distinto, por el que políticos o cualquier personaje de la farándula, simplemente hacen alarde de esta conmemoración para que la mujer deje de ser marginada y se le llene de felicitaciones vacías o de obsequios que nada tienen que ver con el origen de la conmemoración.
Sin embargo, en pleno 2023, hay muchísimas mujeres de diferentes lugares del país que siguen sometidas a largas horas de trabajo, que siguen siendo maltratadas por los patrones, que siguen dejando a los hijos en casa para salir a ganar el pan del día a día; es decir que la lucha que dio hace años Clara Zetkin, aún sigue vigente. No debemos de olvidar que es una lucha para que la mujer deje de ser explotada y deje de ser humillada, para que esa explotación se mitigue ella debe tener otro tipo de condiciones en su trabajo, donde su trabajo verdaderamente sea gratificado como ella se lo merece, donde no tenga que preocuparse qué es lo que hará de comer, donde no tenga que preocuparse porque el recurso no alcanza para el material educativo de sus hijos, donde no tenga que preocuparse incluso de las enfermedades, que a veces muchas ocasiones aquejan más severamente a este sexo.
Hoy en día, muchísimas corrientes, sobre todo del capitalismo, han declarado este día en efecto como un día en el que solamente a la mujer se le conmemora obsequiándole una rosa, y no es que eso este mal, claro que hay que festejarles, hay que alabarlas, pero no olvidemos que el ideal de Clara Zetkin fue precisamente que las mujeres no fueran sometidas a largas horas laborales, con un salario raquítico.
Para aquellos que le han dado un giro capitalista no deben de olvidar que en su origen Clara Zetkin, tenía una ideología comunista, perteneció al partido socialdemócrata independiente de Alemania y también formó parte de la liga Espartaquista, estas dos corrientes acabaron formándose después como el Partido Comunista de Alemania. Aunque el capitalismo y muchas otras personas no lo quieran ver, este día 8 de marzo se le debe a una ideología comunista, a una mujer comunista, que estuvo pensando siempre en el beneficio de toda la clase trabajadora y principalmente del sector femenil.
En nuestro país, los asuntos en el caso de la mujer no van por buen camino hay datos que arrojan que más de 21 millones de mujeres son excluidas del mercado laboral en México. Que en México, en 2022 la estadística cerró con un total de 947 feminicidios, lo que lo coloca como el segundo año con más casos, solo por debajo del 2021 en donde se contabilizaron 980 casos.
De igual manera, en México seis de cada 10 mujeres mexicanas sufren violencia, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi); 59.4% de todas las mujeres declaró que a lo largo de su última unión o matrimonio fueron agredidas de diferentes formas, de las cuales 15.7% reconocía haber sido abusada sexualmente por su expareja o exesposo, mientras que el 64% de los casos se trata de violencia severa.
Estos datos, desde luego, no son nada alentadores para las mujeres mexicanas, pero nosotros los antorchistas queremos hacer un extenso llamado a todas las mujeres a que se unan y juntos combatamos estas cifras, que no se lograrán poniendo mayor patrullaje, que no se logrará saliendo a rayar monumentos o destrozando cualquier edificio público gubernamental.
Lo que debemos hacer es sumar voluntades y atacar el problema de origen, qué consiste en la mala distribución de la riqueza, que este sistema capitalista lo más que le interesa es que el obrero siga ganando menos, he ahí por qué no se le considera a la mujer para poderse emplear de manera ordinaria o en cualquier tipo de empleo, mientras nosotros sigamos permitiendo que quien gobierna actúe bajo sus intereses económicos no lograremos cambiar la terrorífica cifra que sigue en incremento.
En el Movimiento Antorchista le damos un verdadero lugar digno a todas las mujeres, por eso gran parte de nuestra estructura, de la gente que nos ayuda al trabajo día a día, está conformado por mujeres que al igual que las que se encuentran fuera de nuestra organización tienen que estar preocupadas por el quehacer diario de la casa, por la educación, la salud y la alimentación de sus hijos, sin embargo, agregan un pequeño grano más a esta noble causa, brindan parte de su tiempo a la lucha férrea que hay que desatar contra los gobiernos municipales, estatales y federales, ellas son las que ayudan organizando a la gente de las comunidades para poder luchar por mejores beneficios y condiciones, para nadie es raro ver que en una movilización, mitin o un plantón casi siempre esté conformado por mujeres, porque son ellas las que verdaderamente sienten de manera inmediata todas las carencias y necesidades que hay en la casa, incluso a veces de la del marido que se ausenta de casa desde las seis de la mañana y llega hasta altas horas de la noche, que no convive con ellas, que no convive con los hijos, porque tiene la obligación de garantizar el alimento para toda la familia.
Ellas, que administran el recurso, día a día se dan cuenta que el gasto social va en incremento, que el ingreso que trae el marido a la casa ya no alcanza, ni siquiera para salir a la semana, que hay que buscar la ropa menos desgastada, buscar los utensilios que ya no ocupan, y muchas ocasiones salir a vender en los pequeños tianguis para, por lo menos, tener un ingreso y garantizar el alimento del día.
En el gobierno morenista que dijo luchar por el interés de los más protegidos, que dijo de manera constante que en su gobierno primero serán los pobres, ver que muchas comunidades en muchas localidades tanto rurales como de la ciudad se puede apreciar el incremento de mujeres que se dedica a buscar entre la basura desperdicios industriales para venderlos y medio sobrevivir.
Así es como nos damos cuenta nosotros que el Día Internacional de la Mujer va más allá de un simple festejo, si verdaderamente quisieran enaltecer el papel de la mujer se buscarían otro tipo de condiciones para que ellas pudieran laborar.
Sí ellas tuvieran un buen trabajo, un salario garantizado y bueno, un seguro digno que la cubra de toda clase de enfermedades, que no tenga que batallar para curar a sus hijos, que no tenga que batallar para curarse a ella misma, esas garantías serian en absoluto ayudarlas para un mejor desempeño laboral y en su hogar.
Nuestra labor sigue siendo aún muy grande, titánica y requiere del esfuerzo combativo no solo de las mujeres sino también de los varones, que queremos verdaderamente darle un buen sentido a este festejo, que queremos reivindicar a la mujer por lo que significan, porque han sido durante toda la historia las que más han sacrificado tanto su tiempo y su vida.
Celebremos a la mujer combativa, a la mujer revolucionaria, que así como Clara Zetkin buscan siempre el beneficio colectivo más no el individual, luchemos por esas mujeres que día a día cargan la bandera de un mejor futuro, para que este mundo cambie de una vez y por todas, donde no tengamos que seguir elevando cifras de desaparecidas, donde no tengamos que estar llorando a una mujer que no llego a casa y que no tuvo la oportunidad siquiera de darle un beso de buenas noches por última vez a sus hijos por haber sido víctima de la delincuencia. Sumemos voluntades, sumemos esfuerzos, este mundo lo podemos mejorar.
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