Hay varias versiones acerca de por qué en el Estado de Querétaro los niveles de violencia son menores o menos conocidos que los que se presentan en otros estados de la república como Sinaloa, Michoacán, Guerrero o Chiapas; algunos incluso muy cercanos, como Guanajuato.
Un importante sector considera que sí hay importantes hechos de violencia y crimen organizado, pero que las autoridades guardan discreción, sobre todo ante los medios de comunicación para evitar que cunda el temor entre la población y los inversionistas del comercio y la industria que constantemente llegan al estado.
La reciente balacera en Corregidora y las condiciones de urbanización y servicios en el municipio evidencian la creciente inseguridad y la necesidad urgente de una gestión más efectiva por parte de las autoridades locales.
Otra parte de la población cree que sí hay presencia de narcotráfico y del crimen, pero que es controlado por un pacto, porque en algunas regiones de la entidad viven familiares de importantes personajes dedicados a esta actividad.
Otros opinan que Querétaro sí presenta hechos de violencia derivados de la situación que se vive en el país; sin embargo, Querétaro es un estado con mayor seguridad, ubicándose entre las entidades con mayor tranquilidad como sucede últimamente en Yucatán, Baja California Sur, Coahuila, Campeche y Aguascalientes.
Yo en particular creo más en esta última opinión, sobre todo porque en los últimos meses México se ha convertido en un estado en guerra, como pasa en Sinaloa, Chiapas, Zacatecas, entre otros.
Sin embargo, sí creo también que la delincuencia ha ido en ascenso en el estado, particularmente en algunos municipios como Corregidora, gobernado todavía por un sector del panismo más dedicado a los negocios y a la política, para lo que crea y apoya grupos mafiosos, que a trabajar por la seguridad y el bienestar de la población.
Como un pequeño ejemplo están los acontecimientos que fueron nota nacional el pasado 6 de septiembre por la tarde, cuando se armó una intensa balacera con rifles de asalto, supuestamente por el intento de secuestro de un empresario en las inmediaciones del Parque Industrial Balbanera, cuando este se desplazaba hacia su empresa, generando gran desconcierto y preocupación entre la población de la región.
La balacera aconteció a plena luz del día, en un lugar concurrido por los trabajadores de las empresas, y justamente cuando las mamás recogen a sus hijos de sus escuelas.
Afortunadamente, gracias a la intervención de los escoltas, al momento de los hechos sólo se contabilizaron lesiones al empresario y a uno de sus elementos de seguridad.
¿Qué hace el influencer, expresidente municipal y ahora Diputado Federal, Roberto Sosa Pichardo, a quien todavía se le ve en algunos eventos municipales a través de sus redes sociales, en beneficio de la población?
Aunque no se da a conocer, gran parte de la población de las comunidades y colonias de muchos años de fundadas, como en la delegación de la Negreta, Los Ángeles, Charco Blanco, Bravo y otras delegaciones, siguen igual o peor en lo que se refiere a sus condiciones de urbanización y limpieza.
Afortunadamente, el alcalde electo, José Guerrero Trápala, ha expresado a través de los medios su confianza en las investigaciones que lleva a cabo la Fiscalía del Estado en relación a la balacera y ha manifestado públicamente que una vez que asuma el cargo, dará prioridad al fortalecimiento de la seguridad en el municipio, a través de la implementación de un mayor número de cámaras de vigilancia y tecnología de punta, así como la optimización de los tiempos de respuesta de la Policía Municipal.
Y aunque no lo dijo, porque el tema de su declaración era sobre seguridad pública, la población también espera mayor sensibilidad para atender las necesidades más prioritarias como el vandalismo, la inseguridad, la urbanización de calles, regularización de asentamientos y la falta de servicios públicos. De no ser así, no habrá otros tres años y estoy segura de que el alcalde electo lo tiene claro.
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