El Tren Maya, una de las obras faraónicas del presidente Andrés Manuel López Obrador y su autoproclamada Cuarta Transformación, otra vez hace ruido, primero por los bajos salarios que ofrecen a los trabajadores, asimismo de las rutas y material de baja calidad, y en estos días sale a luz el ecocidio ocasionado en un estero natural.
Tenemos claro que el ecosistema en nuestro estado es diverso por ser zona natural, por su belleza es visitada por turistas nacionales y extranjeros, sin embargo, esta megaobra afectará significativamente a la naturaleza y por la misma imprudencia gubernamental de construir sobre un estero, deja mucho que desear de las decisiones tomadas desde el Gobierno federal.
Una de las mentiras evidentes de AMLO, es que en las alocadas mañaneras da informes de cómo va la construcción del Tren Maya, pero jamás dice sobre el monto que nos está costando e inclusive, el silencio y la pasividad de la Semarnat deja mucho que desear. Es más, para que nos demos una idea, desde la planeación de dicho proyecto, se plasmó que nos costaría alrededor de 120 mil a 150 mil millones de pesos, de acuerdo a los montos ofrecidos por la Secretaría de Hacienda de Crédito Público (SHCP) en el 2019. Contrario a costo original, hasta hoy en día, la mega obra le está costando a los mexicanos la nada despreciable cantidad de 359 mil 863 millones de pesos.
Para que se den una idea real del daño ambiental, el Tren Maya abarcará 1,460 kilómetros de vías férreas, atravesando Quintana Roo, Yucatán, Tabasco, Campeche y Chiapas; contará con más de 20 estaciones, pasará por 40 municipios y 181 localidades.
Contrario al dato oficial, hasta al día de hoy la megaobra ha destruido cuevas y cenotes por todo el tramo 5 del tren maya. Medios y asociaciones nacionales e internacionales han tachado este proyecto del Tren Maya como ecocidio. Las zonas dañadas son las que se encuentran en el municipio de Tulum y Playa del Carmen; una de ellas es la cueva de “Dama Blanca”, por la existencia de una especie de pez endémico y en peligro de extinción, donde van a colocar un viaducto sobre ella; la cueva “Yorogana” descubierta recientemente ha sufrido daños irreversibles.
Hace tres días los diarios locales y nacionales, dieron a conocer de nueva cuenta la magnitud del ecocidio que el Tren Maya, ha provocado, ahora al estero de Chac, un estero se refiere a zonas con condiciones pantanosas, que comparten una serie de características geográficas y ecológicas únicas. El estero de Chac es un canal de agua de parte del municipio de Othón P Blanco, de norte a sur que se conecta a la Laguna de Bacalar y al Río Hondo. Es un estero que visitan nacionales y extranjeros por su exuberante fauna y flora maravillosas. Su importancia radica en que permite el flujo constante de agua entre la Laguna de Bacalar y la Bahía de Chetumal a través del Río Hondo, permitiendo el desfogue de agua de lluvia que se acumula durante la temporada y que en ocasiones provoca un tono marrón a todo el sistema lagunar.
Pues resulta que el tramo 7 de la construcción del tren maya, la dañó severamente, ante la estupidez de inconsciencia humana, se le rellenó con las 5 toneladas de escombro, y como siempre, no saben quién fue y que fue un error. Pero de esto que está sucediendo a plena luz del día no se hablará en las locas mañaneras.
Como se aprecia, datos reales demuestran que la construcción del Tren Maya no es una buena obra del señor presidente López Obrador, sus malas decisiones nos está costando millones de pesos y al mismo tiempo está dañando la naturaleza, que ha costado miles de años construirla.
Es momento amigos, de levantar fuertemente la voz, y decirle al presidente que pare sus locuras, y que deje de derrochar el dinero del pueblo, que no siga dañando a la naturaleza, y que esos dineros los invierta en campo, en la salud, en vivienda y en generar empleos para todos, que en verdad haga algo por el país que lo pide a gritos.
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