El sexto informe de Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha dejado más preguntas que respuestas, revelando una preocupante tendencia a distorsionar la realidad en favor de una narrativa política.
El caso más flagrante de esta distorsión se encuentra en el sector salud. AMLO prometió al inicio de su mandato un sistema de salud "mejor que en Dinamarca".
Un Gobierno que manipula la verdad por conveniencia política no sólo falla a sus ciudadanos, sino que también socava los fundamentos de la democracia.
En su informe, afirmó haber cumplido esta promesa, para luego admitir en una conferencia mañanera que tal declaración fue hecha "para molestar a sus adversarios" y "dar la nota". Esta ligereza al tratar un tema tan crucial como la salud pública es alarmante.
La realidad es que el sistema de salud mexicano está lejos de alcanzar estándares internacionales. La eliminación del seguro popular dejó a 30 mil millones de mexicanos sin cobertura, mientras que su sustituto, el Insabi, fracasó y fue eliminado.
El desabasto de medicamentos persiste, y la megafarmacia construida a un costo de 2 mil millones de pesos apenas quiere funcionar.
Más grave aún: durante la pandemia de covid-19, fallecieron 320 mil mexicanos, muchas de estas muertes potencialmente evitables con una mejor gestión sanitaria.
En el ámbito económico, las promesas de campaña de un crecimiento del 6 % anual contrastan duramente con el 1 % reportado en el informe. AMLO destacó cifras récord de inversión extranjera, pero un análisis más detallado revela que estas están en su peor nivel en décadas en términos reales.
La deuda pública, negada persistentemente por el presidente, ahora se reconoce con un crecimiento del 4.9 %, proyectándose un 6 % para finales de 2024. Este cambio súbito en la narrativa oficial socava la credibilidad de las declaraciones previas del gobierno.
Los proyectos emblemáticos de la administración también están plagados de inconsistencias. El aeropuerto internacional Felipe Ángeles (AIFA) costó el doble de lo proyectado y opera muy por debajo de su capacidad.
El Tren Maya, con una inversión reportada de 515 mil millones de pesos, triplicó su presupuesto inicial, sin mencionar el daño ecológico causado. La refinería de Dos Bocas, con un costo de 342 mil millones de pesos, duplicó su presupuesto.
En materia de seguridad, el informe contrasta con la realidad. AMLO afirmó que "durante su sexenio no se desaparece a nadie", pero datos oficiales muestran un récord de 126 mil personas desaparecidas.
Los homicidios, que según el presidente han disminuido, alcanzan la cifra de 196 mil durante su mandato, superando las administraciones anteriores.
La disparidad entre la retórica presidencial y los datos verificables es preocupante. Este patrón de desinformación, ejemplificado por la declaración sobre el sistema de salud, erosiona la confianza pública y obstaculiza un debate informado sobre los verdaderos desafíos que enfrenta México.
Como sociedad, debemos exigir transparencia y rendición de cuentas. Un Gobierno que manipula la verdad por conveniencia política no sólo falla a sus ciudadanos, sino que también socava los fundamentos de la democracia.
Es imperativo que los medios de comunicación y la sociedad continúen cuestionando, verificando y demandando información precisa para construir un México más justo y próspero.
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