“No te des por vencido, ni aun vencido,
no te sientas esclavo, ni aun esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y arremete feroz, ya mal herido.
Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde estupidez del pavo
que amaina su plumaje al primer ruido”
Los versos de la poesía “No te des por vencido, ni aun vencido…” del poeta Pedro Bonifacio Palacios (“Almafuerte”), los Antorchistas los tomamos como ejemplo para decir que vamos a insistir y luchar para que las escuelas de Chiapas sean una fuente de verdadero saber, una fuente en donde sus hijos, niños y jóvenes abreven en el conocimiento, en la ciencias, química, física o matemáticas, pero que al mismo tiempo desarrollen aptitudes artísticas y deportivas que les permita la sensibilidad de aceptar y entender que los seres humanos debemos ser fraternos, solidarios y seres que tengan el sentimiento no solo del dolor particular, si no del dolor de toda la sociedad.
Chiapas no se escapa de esta realidad, pues de los 6 millones de sus habitantes, la entidad alberga a más 4. 8 millones de chiapanecos viviendo en pobreza.
Hace unos días, tuve la oportunidad de platicar con mis compañeros de lucha durante las graduaciones escolares, y en mi intervención llamé a la reflexión, a todo aquel que pudiera escucharme, sobre la situación que atraviesa nuestro estado y país, pues hasta el 2022, los datos del CONEVAL indicaban que México tenía 131 millones de habitantes y que de ellos, 97 millones viven con algún tipo de pobreza, y aunque el gobierno señala que la pobreza ha disminuido, un dato revelador indica que la pobreza y pobreza extrema tienen casi el mismo porcentaje que presumen que disminuyen, pues 7.1% viven con menos de un dólar al día, y, ¿quién puede vivir con menos de 20 o 18 pesos, si ni los productos de la canasta básica han disminuido?, la pobreza que se presume que ya se combatió, no solo no se combate si no que se ha agudizado, se ha profundizado y ahora hay más pobres en este país, y esto no lo dice Antorcha, lo dicen las instituciones encargadas de recabar este análisis que hacen casa por casa. Y ante este escalofriante dato, Chiapas no se escapa de esta realidad, pues de los 6 millones de sus habitantes, la entidad alberga a más 4. 8 millones de chiapanecos viviendo en pobreza.
Y como ejemplo, el municipio de Ocozocoautla de Espinosa, es uno de los más grandes del estado con 97 mil 397 habitantes, 33 colonias y aproximadamente 630 comunidades, pero es uno de los municipios con altos índices de hacinamiento, en donde las familias viven en cuartos de dos o tres metros cuadrados, o en dos piezas, las familias la conforman de 8 a 10 diez integrantes, lo que significa que hay pobreza en la vivienda. Y estos datos nos tienen que dar la certeza de por qué hay razón de que sigamos organizándonos, y nos deben dar la pauta de que la pobreza no está resuelta, y que ésta, se puede combatir si los chiapanecos entendemos que la única posibilidad de salir de ella y buscar una distribución equitativa de la riqueza, es que los pobres nos unamos y nos organicemos: a eso los llama Antorcha.
¿Cuál es la dificultad que tenemos los pobres de este país y estado para salir de la pobreza? Primero, entender que los pobres de esta patria debemos aprender a unirnos y organizarnos, pues los pobres somos como la arena del mar, pequeñas partículas que deben unirse para formar una roca y hacer un núcleo duro, pues si tomamos la roca y la lanzamos podemos derribar lo que nos propongamos y si es de mayor tamaño, es más fuerte. Pero si tomamos esas pequeñas partículas y están divididas, no lo podrían conseguir. Por ello, debemos lograr la unión de todos los pobres y formar esa roca que nos permita, como dijo Manelic de Antonio Mediz Bolio: “¡No lamas como un perro la mano que te ata/ ¡haz pedazos los grillos, y si te asedian!, ¡Mata¡/ !No temas nada y hiere, porque Dios es tu amigo/y por tu brazo a veces desciende su castigo./ ¡Que la soberbia aleve halle tu brazo alerta,/ que a veces es justicia que la sangre se vierta!”. Esta es una lección del poeta que invita a los pobres, a los humildes a que se unan como una roca, a que exijan lo que por derecho les corresponde, que presionen y exijan una distribución equitativa de la riqueza; a que no nos conformemos solo con los apoyos monetarios, a que luchemos por lo que por derecho le corresponde.
Debemos tener claro que somos una economía a nivel mundial, la 13° economía del mundo, pero somos un país pobre y desigualdad que obliga a los mexicanos a tener que salir del país a buscar mejores oportunidades, a buscar salarios más altos y buscar lo que no encontramos en esta tierra. Chiapas, es un paraíso, es el más rico en recursos naturales y hasta en mano de obra, pero somos el estado más pobre del país. Y esto debe cambiar, la organización le apuesta a la educación y a pesar de las dificultades, los invitamos a que sigan cultivando en los niños y jóvenes el hábito del estudio, de la ciencia, y del conocimiento, para que en un futuro sean, con su conocimiento, los que nos ayuden con su mano fraterna a todos aquellos que sigamos inmersos en la oscuridad.
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