El magno acontecimiento social conocido como “la revolución Rusa de 1917”, dejó grandes enseñanzas para la lucha de clases de todos los pueblos del mundo. Por ejemplo, dejó claro la importancia que tiene la teoría dentro de un proceso revolucionario y desde el momento en que la teoría revolucionaria no debe ser solo letra muerta, sino que debe llevarse a la vida y ponerse en práctica, quedó claro que se necesita un instrumento para hacer que dicha teoría llegue a las masas encargadas de jugar el papel de principales actores de la revolución.
Ese instrumento es un partido de cuadros (no de masas) y es el responsable de llevar la teoría revolucionaria al pueblo y dirigirlo en su lucha, pues debido a sus condiciones de vida, a su situación de explotado, el pueblo por sí solo no puede ver con claridad quienes son sus verdaderos enemigos, cómo debe enfrentarlos y cuál es el papel que le corresponde jugar dentro de la historia de la lucha de clases. La teoría revolucionaria y el partido de cuadros, son dos factores sin los cuales no puede darse una verdadera revolución, o dicho más exactamente, una revolución socialista.
Desde sus años juveniles Lenin, líder principal de la revolución Rusa, estudió el marxismo como teoría necesaria para poder realizar una práctica revolucionaria y desde entonces, dio la lucha contra las distintas corrientes políticas que en Rusia intentaban diluir, desvirtuar o tergiversar la teoría de Marx. Incluso tuvo que dar la lucha en este terreno contra sus propios compañeros que compartieron con él la persecución policiaca, la cárcel y la deportación, pero que no entendían como él la necesidad de aplicar correctamente la teoría marxista al proceso revolucionario que debía darse en Rusia. Defender la teoría marxista contra todo intento de falsificación era del todo necesario no solamente para la lucha práctica sino también para la formación de la conciencia de clase de las masas proletarias, pues sin una firme conciencia de clase, las masas no podrían luchar exitosamente contra sus enemigos de clase.
En su “Proyecto y explicación del programa del Partido Socialdemócrata de Rusia”, se plantea lo siguiente: “B.1. El Partido Socialdemócrata de Rusia proclama como obligación suya ayudar a esta lucha de la clase obrera rusa, desarrollando la conciencia de clase de los obreros…” y más adelante en la explicación, precisa: “Este punto del Programa es el más importante, el principal… desarrollar la conciencia de clase de los obreros… qué debe entenderse por conciencia de clase de los obreros. Conciencia de clase de los obreros es la comprensión por estos de que el único medio de mejorar su situación y de conseguir su emancipación consiste en la lucha contra la clase de los capitalistas… implica la comprensión de que los intereses de todos los obreros de un país son idénticos… que todos ellos forman una misma clase, distinta de todas las demás clases de la sociedad. Por último, conciencia de clase de los obreros significa que ellos comprenden que para lograr sus fines necesitan conquistar influencia en los asuntos públicos…”; no está por demás decir que Lenin siempre cuidó celosamente que este objetivo plasmado en el programa del partido se cumpliera rigurosamente.
De no ser así, difícilmente se hubiera logrado la proeza de hacer la revolución empezando por la toma del poder político, después enfrentar una sangrienta contrarrevolución y al mismo tiempo comenzar la construcción del socialismo en un país atrasado económicamente y aislado políticamente ya que desde su nacimiento las potencias capitalistas decretaron bloqueo y pena de muerte para el primer gobierno de obreros y campesinos.
Durante todo el siglo XX y lo que va del XXI, la lucha de clases en el mundo ha confirmado plenamente la importancia y necesidad de consolidar la conciencia de clase entre las masas para desarrollar con éxito su lucha contra los explotadores de sus respectivos países. En América latina, lo hemos podido observar con sus respectivos matices de acuerdo a las características sociales de cada lugar, en todo intento fallido por establecer un gobierno popular. Y sólo por mencionar lo más reciente, iniciando esta semana recibimos la noticia de que en Argentina las masas le dan la victoria electoral a la ultra derecha, es decir a sus propios enemigos, pues el candidato de la clase capitalista y precisamente de su sector más retrograda Javier Milei, obtuvo el triunfo con 14,476,462 votos contra 11,516,142 que obtuvo Sergio Massa, habiendo acudido a votar el 76 % del padrón electoral. En México el presidente López Obrador, quien supuestamente es representante de la izquierda mexicana, manifestó su repudio hacia los resultados electorales de Argentina, porque según él está en contra de los gobiernos de derecha; pero curiosamente el discurso monótono de López Obrador coincide mucho con el discurso furibundo de Milei, quien durante los mítines de campaña dejó claro que va a desaparecer todos los órganos y programas gubernamentales, debido a que en ellos se incuba la corrupción y existe otra coincidencia más que no debemos perder de vista y es que, en Argentina como en México, el hecho de que gobiernen personajes como Milei y López Obrador demuestra la falta de conciencia de clase de las masas, aunque la “intelectualidad” que está a favor de Obrador no acepte esta realidad.
En México ganó el gobierno un partido formado con personajes y retazos de los distintos partidos políticos que ya existían en el país, algunos de los cuales ya habían gobernado. El pueblo cansado de los malos gobiernos se dejó seducir por los cantos de las sirenas y sin distinguir que quienes le llamaban a las urnas eran sus mismos enemigos de siempre, decidió dar su voto a MORENA partido formado, insisto, con los viejos mafiosos de la política mexicana. La “intelectualidad” que apoya a López Obrador sin querer admite la falta de conciencia de clase de las masas mexicanas cuando afirman que en la próxima contienda electoral del 24, los adversarios de la 4T intentarán explotar la falta de conciencia de clase del electorado mexicano vendiéndole la imagen de una mujer supuestamente pobre que con su esfuerzo personal ha logrado ascender en la escala social, dicen que en México existe mucha gente que se siente clase media cuando en realidad es clase explotada, que vive de un salario y que esa gente fácilmente se identifica con personajes inventados como el de la humilde vendedora de gelatinas que logró llegar a ser empresaria.
Pero estos intelectuales no dicen que la 4T, igualmente apuesta su existencia como gobierno apoyándose en la falta de conciencia de clase que impera entre el pueblo de México. Un pueblo verdaderamente consciente de su ubicación dentro de la sociedad y de su papel histórico, ya hubiera lanzado por la borda a un gobierno como el de la llamada Cuarta Transformación. Pruebas de que el actual no es un gobierno que realmente se proponga ayudar al pueblo explotado a terminar con su situación de miseria en la que vive hay muchas, pero será suficiente un botón de muestra como es el siguiente. Sin necesidad de apoyarme en cifras estadísticas sino en lo que a diario vive el pueblo, está el tema de la salud pública.
La gente para atender sus enfermedades acude a las clínicas y demás establecimientos del sector salud y se tropiezan con una terrible realidad, no hay medicamentos, no hay instrumental médico, no hay camas suficientes para internar a los enfermos que así lo requiere la gravedad de su enfermedad. Una simple cirugía bucal no se puede realizar si el paciente no lleva lo necesario para dicha intervención: una radiografía panorámica, cuyo costo oscila entre los 350 pesos, y de material requerido 10 cartuchos de lidocaína, 2 agujas cortas, 2 agujas largas, 4 pares de guantes estériles, 1 sutura Vicryl 3-0, 1 hoja de bisturí # 15, 1 eyector desechable y 1 fresa zekrya, lo cual asciende a la cantidad de 500 o más pesos y finalmente medicamentos aplicados después de la cirugía con un costo alrededor de 250, en total 1,100 pesos que el paciente debe desembolsar y si no tiene ese dinero, debe olvidarse de su curación; también algo que seguido sale en los noticieros, se han dado casos de mujeres que han tenido que dar a luz en los pasillos o fuera de los hospitales del sector salud porque no hubo condiciones ni voluntad para atenderlas, también casos de mujeres, madres de familia que necesitan una biopsia para prevenir o evitar el cáncer de mama y tienen que esperar para ser atendidas hasta que el cáncer prácticamente ya apareció, etc., etc.
Sin tomar en cuenta todo lo que está ocurriendo en otros ámbitos de la vida social mexicana como la educación, la agricultura, la seguridad pública, etc., el pueblo solamente por lo que ocurre en salud pública, ya debería haber dado la espalda al actual gobierno de la 4T, y a pesar de que están viendo en MORENA metidos a varios de los peores personajes de la política mexicana, la gente todavía está esperando a que las cosas cambien para bien. Es necesario decir que la actitud del pueblo mexicano se debe a la falta de educación política, a la falta de una autentica conciencia de clase.
Pero debemos decir también con toda honradez y con un espíritu autocrítico, que las masas no son las responsables de no tener conciencia de clase. La falta de este tipo de conciencia también implica forzosamente la falta del instrumento encargado de llevar dicha conciencia a las masas y ese instrumento como ya se dijo es el partido de cuadros, o como se le llama también, el partido leninista. Todos los mexicanos, trabajadores de la ciudad o del campo, profesionistas, maestros, estudiantes, amas de casa, todas las personas que logren entender estas razones, deben sumarse a la tarea de construir el partido de nuevo tipo que se requiere para llevar la conciencia de clase a las masas trabajadoras y así iluminar el difícil camino de la lucha revolucionaria, para lograr que en el país las cosas cambien realmente en favor del pueblo.
Mientras tanto, que nadie se sorprenda si más tarde surge en el país un representante de la ultra derecha (un Hitler de Alemania, un Musolini de Italia, un Franco de España o un émulo del Führer como el Milei qua acaba de asomar la testa en Argentina) y las masas lo apoyen. Ello sucederá si las gentes buenas de nuestra gran nación mexicana que hoy pueden pensar y razonar, no se deciden a actuar para construir ese partido que se requiere y se quedan en sus asientos viendo pasar el desfile de la historia nacional.
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