Vimos en la revisión anterior, la situación que, en relación con el empleo, vivió el pueblo trabajador en el año que terminó (2023). A esto se sumaron como plagas apocalípticas un sinnúmero de factores o circunstancias que agravaron su condición y que auguran su complicación, para este año 2024.
Si al problema del empleo, sumamos el hecho de que: de los países de América miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE, México tiene los resultados más bajos en indicadores de salud: tenemos la segunda tasa más elevada 13.8 por 1000 nacidos vivos, el promedio es de 4 muertes por mil de mortandad infantil; la esperanza de vida en México es de 75 años y el promedio de la OCDE es de 80 años. Y el gasto público en salud es uno de los más bajos con $1,181 dólares por persona, la media es de $4,986 dólares. La inversión en salud es de 5.4% del Producto Interno Bruto (PIB), el promedio es de 8.8% y de ese total el 47% proviene de las familias.
Se desapareció el seguro popular y el pueblo quedo en la orfandad: el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), informó que 50.4 millones de mexicanos tuvieron carencias por acceso a los servicios de salud. 31.6 millones más que en 2016, que eran sólo 18.8 millones, quienes presentaban dichas carencias. 168% fue el incremento de mexicanos sin acceso a la salud.
La inseguridad, no sólo es una alta percepción del pueblo trabajador, la vive todos los días. De diciembre del 2018 al 31 de octubre de 2023 han sido asesinados 161 mil 158 mexicanos, cifra que proporciona el mismo gobierno, a través del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. La percepción de inseguridad entre las mujeres es de arriba del 70%.
Familiares de desaparecidos y víctimas de feminicidio se manifestaron el pasado 1 de diciembre en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL Guadalajara). Cada año son asesinadas más de 3,000 mujeres, niñas y adolescentes, pero sólo 24% se contabilizaron como feminicidio, aunque el presidente insiste en plantear que tanto estos como las desapariciones están disminuyendo. (El País)
La vivienda entre los más vulnerables, los que no tienen empleo formal, han sido abandonados por los gobiernos y por las políticas mercantilistas, y los trabajadores que, si cotizan en el sistema gubernamental, han obtenido viviendas de mala calidad. (Silvia E.), además de qué los salarios resultan insuficientes para costear una vivienda.
Esta es la realidad del pueblo trabajador. Si ahora vemos la de quienes detentan la riqueza en el país, estos se han beneficiado: en los activos financieros la concentración es mayor, el 1% tiene el 87.9%. Y en la distribución de la misma, el 1% posee el 41.2%, (Distribución del ingreso y la riqueza en México, UNAM, octubre 02, 2023, Gaceta Universitaria).
El empresario más rico del país, Carlos Slim, llegó a la suma, de más de 100,000 millones de dólares, de su riqueza. Y nuestro país, según el periódico La Jornada del día 20 de diciembre “… México avanzó en el último año cuatro posiciones en el grupo de las 20 mayores economías del mundo para ubicarse en el sitio 12, de acuerdo con información del Fondo Monetario Internacional (FMI)”.
Es decir, la riqueza creada por el pueblo trabajador, ha vuelto a ubicar al país entre las primeras economías, el lugar número 12. Y por igual a llevado a los empresarios a recibir cuantiosas ganancias. Por el otro lado más trabajadores engrosan el grupo de los desempleados y el salario no alcanza. Pero esta es la lógica del Sistema del Mercado, del Sistema De La Ganancia, que impera en nuestro país y en gran parte del mundo capitalista. Es la exigencia de su propio desarrollo.
Por ello, los trabajadores tienen que organizarse, aprender, estudiar y tener el conocimiento que les permita contar con una explicación de las tareas que debe cubrir, qué debe realizar, para que su familia, sus hermanos de clase, avancen en el desarrollo de una vida mejor. Donde el Sistema de Producción, ponga en el centro al pueblo trabajador.
Así están las cosas en la lucha entre el salario y la ganancia, entre el trabajador y el empleador; un año que nos enseñó mucho con estos resultados, mismos que nos deben servir, para seguir avanzando en este año 2024, en la construcción y consolidación del arma política que permita al pueblo trabajador cambiar esta situación: el Partido del Pueblo Trabajador.
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