“Podrán cortar todas las flores, pero nunca acabar con la primavera”, P. Neruda
El pasado 12 de abril, los antorchistas nos despertamos con esta terrible noticia; en el estado de Guerrero se había cometido el horroroso crimen en contra de Conrado N., y su esposa Mercedes N., ambos miembros del Comité Estatal del Movimiento Antorchista. Conrado , joven luchador social de toda la vida, fue quien, con su entrega a la causa social, influyó en mí persona, en el estado de Veracruz, para decidir sumarme a esta ardua tarea.
Estoy enojado, indignado con el gobierno de Guerrero, porque a mis compañeros los mataron con golpes en la cabeza, hecho atroz y cobarde, donde también terminaron con la vida de su pequeño hijo, un inocente que fue asfixiado por esos asesinos.
El asesinato, en un primer momento, se quiso justificar como un supuesto accidente, dicha justificación se desmantelo justamente cuando los datos de la necropsia fueron conocidos. La zozobra entre el antorchismo nacional antes de conocer los resultados era enorme, y como no, si se trataba de destacados compañeros que entregaron su juventud a la causa más noble que pueda existir en la faz de la tierra: organizar y educar a los pobres de México.
El caso no está aislado, México atraviesa por una ola de sangre sin precedentes, ahora, en tiempos de la autodenominada 4T, los primeros 8 días del presente año cerraron con 666 asesinatos, lo que representa un 22.65 por ciento más que el mismo periodo del año anterior; en el caso de los infantes y adolescentes de 0 a 17 años los datos son también alarmantes, pues en enero de 2023 fueron víctimas de homicidio 192 personas y en el mes de marzo fueron ya 203 (datos a la alza) y de manera general en los 4 años de gobierno de López Obrador incluyendo los feminicidios, al mes de enero sumaban ya 143 mil 186 asesinatos, estas muertes violentas, son 131 por ciento más fallecimientos que en los primeros cuatro años de la denominada “Guerra contra el Narco” del panista Felipe Calderón; y 59 por ciento más víctimas mortales que en el cuatrienio inicial del priista Enrique Peña Nieto.
¿Acaso, al escuchar estos datos sacados de estadísticas oficiales del mismo gobierno de AMLO, alguno de mis lectores puede afirmar que estamos bien?
No me olvido de mis queridos compañeros, que son hoy en mi texto el punto central, pero era necesario mostrar estos datos porque ellos pasan a ser parte de esas estadísticas.
Siempre debe ser necesario sentarnos y, aunque tengamos el alma destrozada, debemos pensar y analizar la realidad que vive nuestro país.
A mi juicio, y ante los acontecimientos sufridos, a los antorchistas, nos están cobrando muy caro, y por adelantado, el costo de nuestra victoria, es cierto que Conrado, Meche y Vladi no son a los únicos que se les ha arrebatado la vida salvajemente, hoy son ellos, ayer fueron otros, igualmente queridos, y mañana podemos ser cualquiera de los que hemos elegido este camino, al lado de los que menos tienen, pero existe algo que a todos ellos los saca de ser solo una estadística más, el colectivo revolucionario.
Ellos, como nosotros, estamos aglutinados en una organización que ha demostrado siempre en los hechos, que cuando la bestia enemiga logra silenciar a uno de sus integrantes, al silencio, ese colectivo lo convierte en un grito imparable hasta lograr justicia.
México nos sigue necesitando, México necesita de educadores, de corazones, brazos y cerebros dispuestos a morir en la raya, en México se violentan las leyes, en México se violenta la constitución que mucho le costó a nuestros antepasados; los mexicanos necesitamos reivindicarnos como seres humanos.
Ante esa necesidad, nosotros estamos obligados a seguir organizados para que juntos hagamos que las banderas de todos nuestros caídos, el día de mañana se levanten jubilosas ante el triunfo de la lucha que ellos también empujaron.
Por Conrado, por Meche y por su hijo, hoy, desde Chihuahua, exigimos justicia, que quienes cometieron el crimen paguen el resto que les quede de vida.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario