En 2022, en la plenitud de la transformación planteada por el presidente, Andrés Manuel López Obrador, México ocupa el deshonroso lugar 31 del ranking mundial de un total de 146 países, con 76.4 por ciento y ocupa la cuarta posición en América Latina y El Caribe, en lo referente a la igualdad de oportunidades de las mujeres mexicanas.
Si tomamos en cuenta su participación económica activa, al comparar el salario, observamos que por cada 100 pesos que percibe, en promedio mensualmente, un trabajador hombre, una mujer gana 86 pesos y esta misma medida traducida a otros ámbitos, es cómo un hachazo que corta de tajo las oportunidades para las mujeres. La brecha se ahonda hasta convertirse en violencia de género permanente.
Como en todos los países donde crecen aceleradamente los actos violentos contra las mujeres hasta convertirse en un problema de Salud Pública, pueden ser físicos o psicológicos, y no es de extrañarse que la Organización de Naciones Unidas (ONU) considera ya la violencia de género como una pandemia, y lamentablemente nuestro país figura entre las veinte peores naciones con problemas de este tipo, convirtiéndose como todo Centroamérica en la región del mundo más violenta para las mujeres, fuera de una zona de guerra, cita el medio, Animal Político.
Declarativamente, para el gobierno federal morenista, combatir la violencia de género es un objetivo prioritario, porque el 88.4 por ciento de las mujeres agredidas no presentan denuncia por temor a burlas y por el desgaste emocional que representa. En México la violencia hacia la mujer es criminalmente considerada como una conducta normal o esperada, situación que entorpece el trabajo en contra de la misma.
Para cerrar este triángulo oprimente, al interior de las instituciones y autoridades mexicanas se caracterizan por un alto grado de corrupción. La violencia de género y sus consecuentes denuncias no son la excepción. Durante lo que va del gobierno de López Obrador, como lo sintetiza el índice de Impunidad en un aterrador, el 99 por ciento de los casos de asesinatos no son resueltos.
De acuerdo con datos de la Encueta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) realizada por el INEGI en 2016, la violencia contra las mujeres se presentaba principalmente en los ámbitos escolar, con el 25.3 por ciento, laboral con el 27 por ciento y en la comunidad con el 38.7 por ciento; manifestándose en acoso y abuso sexual, frases ofensivas, miradas lascivas, amenazas de violación, manoseos o exhibicionismo, hostigamiento, humillación e intimidación, acecho, discriminación por embarazo, golpes y asesinatos entre otras.
Según la encuesta realizada en 2021 dada a conocer recientemente, la violencia sexual contra las mujeres es la que más aumentó, en más de ocho puntos porcentuales. Las mujeres mayores de 15 años que han experimentado al menos una situación de violencia sexual a lo largo de su vida, aumentó considerablement
En 2016, año de la penúltima actualización de la encuesta, se registró que el 41.3 por ciento de las mujeres había sido víctima de alguna situación de violencia sexual, comparado con el 49.7 por ciento de las mujeres que dijeron haberlo vivido en 2021, representando un incremento de 8.4 puntos porcentuales, convirtiendo a la violencia sexual en el rubro con mayor crecimiento seguido de la violencia psicológica y física.
La ENDIREH 2021 estimó que de un total de 50.5 millones de mujeres de 15 años y más, 70.1 por ciento ha experimentado, al menos, una situación de violencia a lo largo de su vida, y la violencia psicológica es la que presentó mayor prevalencia con 51.6 por ciento, seguida de la violencia sexual 49.7 por ciento, la violencia física 34.7 por ciento y la violencia económica, patrimonial y/ o discriminación, 27.4 por ciento.
A nivel nacional, la mayor cantidad de casos de violencia contra las mujeres mayores de 15 años se registró en el Estado de México, con 78.7 por ciento, Ciudad de México, 76.2 por ciento y Querétaro con 75.2 por ciento. Las entidades con menor prevalencia fueron: Tamaulipas, 61.7 por ciento, Zacatecas, 53.9 por ciento, y Chiapas con 48.7 por ciento.
Mientras, la titular de la CNDH, Rosario Ibarra Piedra, lejos de preocuparse por las violaciones cometidas contra mujeres, su ocupación se ha centrado en defender el derecho de Morena a organizar la marcha histórica porque la encabezará el propio Andrés Manuel López Obrador con sus corcholatas, diputados y acarreados, el 27 de noviembre, para demostrar su amplio respaldo que tiene del pueblo de México.
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