La pobreza es cruel, pero es un mal real que padecen millones de mexicanos, es, por más que se quiera ocultar, la lamentable situación y condición económica de nuestros connacionales, a los que el gobierno, en sus tres órdenes, no han podido hacerles valer las líneas de la Constitución que garantizan una vida digna en igualdad de condiciones, con una educación y salud de calidad.
Son millones de mexicanos, los que, lamentablemente, año con año se suman a las estadísticas de familias que carecen de lo básico para sobrevivir dignamente, que tienen un hogar, trabajo, salario que les permite obtener, con su mano de obra, los alimentos y poder acceder a servicios básicos como la energía eléctrica, el agua o bien servicios públicos.
A pesar de que los gobiernos se han ufanado en afirmar que las condiciones económicas del país han sido adversas pero que se han superado, las cifras, al menos de la gente que está en condición de pobreza, señala que falta mucho por hacer, que el camino para abatir rezagos y atender a los que menos tienen es largo y sinuoso.
Son millones en México y de ellos Quintana Roo aporta la nada preocupante cifra de 812 mil 100 personas (poco menos de la mitad de su población) que están en situación de pobreza, y eso lo reporta el Informe Anual sobre la Situación de Pobreza y Rezago Social, quien se encarga, de manera oficial, de medir estos asuntos, que a nadie agrada, especialmente a los gobernantes en turno, pues se les exhibe lo poco o mucho que en materia social han realizado, sus logros y sus retrocesos.
Y en respuesta a esas cifras, el Gobierno del Estado, que encabeza Mara Lezama, dio a conocer que uno de los cinco ejes del Plan de Desarrollo Estatal (PED) se enfoca en el bienestar social y la calidad de vida de los ciudadanos, a fin de contrarrestar este mal que abate al menos 812 mil 100 personas en la entidad.
Hay que destacar, que la Secretaría de Bienestar del Gobierno de México hizo público en el Diario Oficial de la Federación (DOF), un informe en el que detalla que en Quintana Roo hay un millón 798 mil 913 personas, el 21.7 por ciento (392.8) no es pobre ni vulnerable, el 26.1 por ciento (472.1) tiene vulnerabilidad por carencia social; el 44.8 vive en pobreza (812.1) y el 7.4 por ciento (134.3) vulnerable por ingresos.
Estos datos, que son más que escalofriantes, nos muestran la radiografía social de la entidad, que se quiera o no, puntualiza la urgencia de que los tres órdenes de gobiernos, de manera conjunta, emprendan acciones para abatir ese mal de vulnerabilidad por carencia social y por pobreza, que enfrentan más del 70 por ciento de los quintanarroenses.
En el desglose de pobreza en el Estado, son un total de 812 mil 100 personas las que se encuentran en esta situación, un 44.8 por ciento, divididos en pobreza moderada son el 35.3 por ciento (639 mil 700) y extrema son el 9.5 por ciento, es decir, 172 mil 500 personas.
El Informe Anual sobre la Situación de Pobreza y Rezago Social de las Entidades, Municipios y Demarcaciones Territoriales para el Ejercicio Fiscal 2023 establece que los recursos que se destinan a los gobiernos locales para ampliar, construir, equipar, dar mantenimiento y rehabilitar obras de infraestructura social básica conforme a ocho rubros de gasto, que son agua potable, alcantarillado, drenaje y letrinas, electrificación, infraestructura básica del sector educativo, infraestructura básica del sector salud, mejoramiento de vivienda y urbanización.
El informe también destaca que en la entidad hay 10 zonas rurales de atención prioritaria y 710 en zona urbana; el grado de marginación es medio y el grado de rezago social es bajo.
Lo paradójico, pero eso no quiere decir que no sea real, que en el mismo informe señala que “las condiciones de vida de los quintanarroenses mejoraron en el último año, toda vez que 80 mil 775 personas dejaron de ser pobres, esto se debe a que se contabilizaron 812 mil 100 quintanarroenses en condición de pobreza, cuando en 2021 se registraron 892 mil 875”.
Y como se plantea, de ahí la importancia de la presentación y del presunto destino que tomará el Plan Estatal de Desarrollo (PED) 2023-2027, que realizó la gobernadora Mara Lezama, que plantea llevar, a todos los rincones de nuestra abatida entidad, el bienestar, obras y servicios públicos y con ello elevar, sin duda, la calidad de vida de la población.
Sin embargo, no sólo son con palabras, promesas y ofrecimientos como se gobierna -y si tienen dudas, pregúntenle al ex gobernador Carlos Joaquín González-, se tienen que emprender acciones, primero de acercamiento con la gente que en verdad está necesitada, que requiere ayuda, escucharlos y tenderles la mano, porque han sido muchos los años que han sido ignorados, de vivir en las sombras, en la cruel pobreza. Hoy se les debe cumplir, esa es la exigencia, ahora esperan la respuesta.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario