Ya en uno de sus artículos anteriores el ingeniero Aquiles Córdova Morán, maestro y guía de todos los trabajadores, nos explicó de manera fundamentada científicamente, las raíces del problema de la migración masiva; los últimos acontecimientos, como los migrantes baleados por la guardia nacional, los enfrentamientos entre migrantes y fuerzas del orden del país, el accidente del tráiler que dejó 56 muertos y un número parecido de heridos, me hacen recordar con admiración y pasmo, el análisis casi profético con el que el maestro, taladrando los espacios y el tiempo, predijo lo que podría suceder con los migrantes, y que hoy estamos viendo que ocurre de manera muy parecida a lo que él vaticinó. Mi reflexión sobre la emigración, mucho más obvia y simplista, “es una verdad de perogrullo, que a la mano cerrada llamaba puño”, consiste en creer que se emigra abandonando la familia, la tierra, los amigos, arriesgándolo todo en busca de la solución a nuestros graves problemas de subsistencia, pero eligiendo la puerta falsa; que la emigración es otra manera de protestar, huyendo de la situación en la que nos han mantenido nuestros gobiernos, indiferentes al sufrimiento de su pueblo, pero eligiendo la puerta falsa, porque seguimos creyendo en la demagogia de nuestros gobernantes sin reparar en los hechos, en los resultados de su práctica gubernamental.
Que la emigración es una manera de medir el real grado de bienestar de la población; que entre más emigración, menos bienestar hay, y que igual que como el pueblo se equivoca en buscar la salida huyendo de sus problemas, así los gobiernos se equivocan al tratar de lograr beneficios para sus gobernados, exigiendo a otros gobiernos que les den empleos, porque nuestros trabajadores les son necesarios, o que legalicen a los 11 millones de indocumentados, pensando que así están cumpliendo con su deber de buenos gobernantes, cuando que nosotros no podemos decidir por otros que es lo que deben hacer o no, y que es lo que necesitan o no, y/o creer que cuando luchamos para hacer que legalicen el estatus de nuestros emigrados, es lo que nos corresponde hacer como buenos gobernantes, porque también estamos saliendo por la puerta falsa, debido a que, luchamos para que les den trabajo a nuestros compatriotas por el interés de que se aumente el monto de las remesas, sin importarnos que abandonen su patria y su hogar, y los condenemos a la separación de por vida de sus seres y cosas queridas, cuando que lo que debemos hacer es lo que ha venido repitiendo el Movimiento Antorchista Nacional a lo largo de casi toda su existencia, y que es de manera sintetizada su programa de lucha: 1. reforma fiscal progresiva, 2. reorientación del gasto fiscal, 3. empleo para todos lo que estén en edad de trabajar y deseen hacerlo, 4. salarios remunerativos y dignos.
La conducta visionaria del Movimiento Antorchista y de nuestro líder, que como Colón avizora un nuevo mundo, no se equivoca como no se equivocó al vaticinar lo que podría suceder con la ola de migrantes, generada por la oferta “generosa” que hizo nuestro presidente, y como no se ha equivocado, probadamente en múltiples análisis que ha realizado, así que fiados en la razón que la realidad se ha encargado de otorgarnos, vamos adelante trabajadores, compañeros, todos, con más decisión, con más coraje y firmeza por una patria más libre, más justa y más soberana.
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