Durante su toma de posesión como presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, hizo 100 compromisos a realizarse durante su administración. Uno de ellos fue que se haría realidad el derecho a la salud de calidad para todos y que su propósito sería garantizar a todos los mexicanos la atención médica y la entrega de medicamentos de manera gratuita.
En octubre del año 2018, reiteró que México tendría un servicio médico “de primera” muy parecido a países como Inglaterra, Dinamarca o Suecia. En un evento en Tampico, Tamaulipas, señaló que estaban “trabajando para resolver los problemas, por eso vamos hacia la gratuidad y vamos a tener un sistema de salud —ese es el compromiso— como el de Canadá, Inglaterra, el de los países de Suecia, Dinamarca o Noruega. Vamos a garantizar el derecho a la salud del pueblo mexicano”.
Estamos a 36 semanas de que termine su administración y dicho compromiso no se ha cumplido. Contrario a su ofrecimiento, los problemas en el sector salud se han agudizado poniendo en riesgo la salud de los mexicanos.
De nada han servido los más de 2 mil 700 millones de pesos invertidos en la megafarmacia, y prueba de ello es que apenas se están surtiendo 67 recetas diarias.
Durante toda la pandemia de covid-19, el Gobierno federal minimizó el riesgo de la enfermedad, implementó medidas erróneas de prevención, lo que provocó el deceso de más 700 mil personas, colocándonos como uno de los países con más defunciones en el mundo.
Durante más de cinco años, madres y padres de niños con cáncer han realizado un sinfín de movilizaciones para denunciar el desabasto de medicamentos, lo que ha provocado que más de tres mil niños y niñas hayan perdido la vida al no tener acceso a sus tratamientos.
“Nuestra lucha no es contra ningún gobierno y menos contra algún servidor público, nuestra lucha es por la vida de nuestros hijos y por el acceso en tiempo y forma a las quimioterapias y medicamentos para nuestras niñas y niños con cáncer. Nuestra exigencia es un derecho humano fundamental consagrado en el artículo 4 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”, denunciaron integrantes de la ONG Movimiento por la Salud y la Integridad Social.
El pasado 29 de diciembre, AMLO inauguró la megafarmacia que tendrá supuestamente todos los medicamentos del mundo, en el municipio de Huehuetoca en el Estado de México y una vez más ofreció que ahora sí, las personas tendrán acceso a los fármacos, sin importar su costo, asegurando que también habría vacunas y que la entrega sería en menos de 48 horas. Pero la ocurrencia del presidente no ha venido a resolver en lo más mínimo el problema que su propio gobierno provocó al desarticular el sistema de suministro de medicamentos que existía y que venía operando satisfactoriamente.
De nada han servido los más de 2 mil 700 millones de pesos invertidos en la megafarmacia, y prueba de ello es que apenas se están surtiendo 67 recetas diarias. Recordemos que el IMSS reportó en 2022 que se prescribieron en ese año 224 millones de recetas de las cuales poco más del 5 % no se surtieron, es decir 11 millones, lo que equivale a más de 30 mil recetas diarias, sólo por esta institución.
No hay duda: esto es un rotundo fracaso y los más afectados como siempre son los mexicanos más humildes.
En unas semanas volverán a salir a las calles miles de “ciudadanos ejemplares” que buscarán a través de ganarse la confianza de los electores obtener un cargo de elección popular en el proceso electoral de este 2024.
Como siempre, pretenderán hacerse ver ante los ojos de la gente como los más buenos, los mejores y la mejor opción para gobernar a nuestro país. Pero, es necesario que todos los mexicanos, nos demos cuenta de que son ya muchas campañas electorales las que hemos visto pasar, sin que por ello se haya combatido en serio la pobreza extrema en que vivimos millones de personas.
Todas las promesas se las ha llevado el viento y muchos de ellos, sin el menor pudor, nos las volverán a ofrecer con el compromiso de que ahora sí se cumplirán.
Ha llegado el momento de que aprendamos la lección y que entendamos que sólo cuando tomemos las riendas de este país en nuestras manos se construirá una sociedad más justa para todos.
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