El difícil panorama que se avizora con la nueva ola de Covid-19, que se expande colapsando la economía en Europa y que, como en anteriores etapas, llegará a todo el mundo, agudiza día a día las contradicciones económicas, políticas y sociales en nuestro país.
Recordemos que la corrupción y las fallidas políticas económicas del priismo, que retomó el poder después del fracaso de la llamada alternancia panista con Fox y Calderón, empujaron a grandes sectores sociales a poner sus esperanzas en AMLO y Morena, que colocaron por primera vez en el ideario popular, el discurso de “primero los pobres”. Ante esto, importantes sectores sociales, creyeron que llegaba por fin la oportunidad de ser incluidos en este proceso de “transformación” que empezó en 2018.
La realidad que vemos en México no es la que millones de personas esperábamos. Se destruyen instituciones autónomas; se ataca a importantes sectores empresariales, a universidades, intelectuales, medios críticos, a las organizaciones sociales y sindicatos; la economía decrece y la inflación aumenta aceleradamente; se impulsan proyectos faraónicos de inversión y se entrega apoyos asistencialistas para mantener apoyo popular de sectores cuidadosamente seleccionados.
En Oaxaca, esto se traduce en que 8 de cada 10 habitantes trabajan en la informalidad; el salario promedio mensual en un trabajo informal es de 2,580 pesos; más de 450 mil ciudadanos ganan entre 52 y 475 semanales; 63.6% de personas en pobreza laboral, no pueden adquirir la canasta básica y 1.8 millones de ellos, lo hacen en la informalidad. Además, se recorta el presupuesto federal para infraestructura, salud y educación. Por su parte, comerciantes establecidos y ambulantes, por falta de ordenamiento gubernamental se encuentran confrontados; medianos y pequeños empresarios, están abandonados a su suerte y en desventaja ante proyectos presidenciales para quienes se cambia la legislación en materia ambiental; constructoras locales han sido relegadas por consorcios nacionales; se niega a las organizaciones el derecho de representación y gestión; y personal de salud ha sido despedido injustamente.
Mientras esto sucede en el país, en Oaxaca, quienes se disputan el poder constriñen su rivalidad a las acusaciones mutuas de corrupción, sin combatir en serio los problemas sociales y olvidándose que la vida y la participación de las organizaciones ha sido parte indispensable para el desarrollo y la necesaria armonía social y, sobre todo, que la inmensa mayoría de ellos, tuvieron su origen o se sirvieron de estas plataformas en su trayectoria.
Por lo tanto, la consecuencia necesaria de estos resultados que tienen a nuestra entidad al borde del conflicto social, algunos sectores relegados, hemos decidido combatir la dispersión y la segregación que brota en ocasiones de nuestros legítimos intereses, que parecen oponerse o competir en alguna medida. Porque la política de contención de los gobernantes se podrá solo enfrentar con éxito, si buscamos puntos de coincidencia y si buscamos la forma de que todos resolvamos de alguna manera nuestras necesidades, coexistiendo sobre la base de la equidad.
Ante lo anterior, las organizaciones aquí presentes, hacemos un llamado a todas las expresiones organizativas de la sociedad civil, de los distintos sectores, como el empresarial, el comercial, etc., a que hagamos un ejercicio de análisis sobre el papel de los instrumentos constitucionales en materia organizativa, que nos ha dado nuestra historia, para exigir se respete el legítimo derecho a la participación en la toma de decisiones y en la proposición de proyectos y políticas públicas que en realidad beneficien a las mayorías que nosotros representamos, que son a quienes se deben, en última instancia, los gobernantes y políticos, porque no podemos seguir como meros espectadores, a la luz de los fracasos arriba enlistados.
Este es un proyecto naciente, que busca encontrar los puntos de coincidencia, sin que para ello tenga que ver ni la filiación política, los principios teóricos e ideológicos y sin que sea de tinte electoral, sino por la búsqueda del respeto a la organización, representación y gestión en nuestro estado. Para lo cual, se propone un organismo colegiado formado por líderes, dirigentes o representantes legítimos, visibles y con igualdad de participación en la discusión y elaboración del naciente proyecto.
Por la unificación de las fuerzas vivas en la construcción de un Oaxaca verdaderamente progresista y en armonía.
ATENTAMENTE
UNIÓN DE ORGANIZACIONES SOCIALES
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