MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Un mundo multipolar posible

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El mundo unipolar que emergió tras la Guerra Fría bajo hegemonía estadounidense está en crisis.

Este tema de actualidad en el estudio de las relaciones internacionales en la última década es el declive de la hegemonía estadounidense y la cada vez más presente llegada de un mundo multipolar. Esta nueva propuesta se recibe con aprobación: es difícil encontrar a alguien que prefiera una situación en la que el poder se concentre en una sola nación antes que una en la cual esté disperso entre varias. Analógicamente, concentrar el poder en una persona o institución en el plano nacional es perjudicial, pues también lo será en el plano internacional. El mundo está cambiando en forma vertiginosa y no desea la opción unipolar, pues no es el camino deseado para el desarrollo armónico de sus ciudadanos.

En la actualidad las organizaciones e instituciones internacionales se encuentran muy vinculadas con el proceso de globalización. Existe un mundo con una mayor interdependencia económica, comercial, social, cultural y tecnológica que ha estimulado en distintos contextos históricos la creación y proliferación de diversos mecanismos internacionales destinados a la generación de espacios de coordinación interestatal y un entramado normativo de complejidad en aumento.

La globalización que inicia en el siglo XIX, pasando por la post Segunda Guerra Mundial y el fin de la llamada Guerra Fría, tuvo su impulso a partir de potencias hegemónicas. Gran Bretaña fue la principal promotora del libre comercio a nivel mundial desde la Revolución Industrial hasta la Primera Guerra Mundial.

A partir de la Segunda Guerra, con la Conferencia de BrettonWoods  y la firma del GATT (Generla Agreement on Trade), los Estados Unidos promovieron el sistema multilateral de comercio abierto que posteriormente llevaría a la creación de la OMC (Organización Mundial del Comercio). Pero posteriormente y en forma contradictoria Estados Unidos impone políticas proteccionistas y sancionatorias, incremento de barreras arancelarias y renegocia algunos de los tratados de libre comercio que había firmado la década de 1990. El Reino Unido ha protagonizado uno de los hechos más disruptivos de la política internacional de los últimos años bajo el lema “Let´s get Brexit done” concretó su salida de la Unión Europea cuyo proyecto integrador formaba parte desde 1973.

Estos grandes cambios, junto al ascenso de China y su creciente dinámica en el ámbito económico mundial, está reconfigurando el proceso de globalización y la geopolítica mundial. Las disputas inter hegemónicas que se expresan en el ámbito comercial, financiero, político y tecnológico caracterizan la relación actual entre China y Estados Unidos, cuya dinámica puede provocar un conflicto mayor a nivel mundial.

En esta coyuntura, América Latina y el Caribe representan un territorio en disputa en el marco de una nueva dinámica del sistema mundial que difiere notablemente de la bipolaridad que estructuró buena parte del siglo XX.

Los países del BRICS (Brasil, Rusia, India; China y Sudáfrica), avanzan aceleradamente hacia un mundo multipolar y han acordado mecanismos para considerar crecer y aceptar nuevos miembros al bloque de países en desarrollo. Y les conviene.

La ampliación del bloque puede modificar la balanza geoeconómica global y restar espacio al dólar como moneda de referencia en el comercio internacional. El grupo BRICS surgió en 2009, actualmente representa 23 por ciento del producto interno bruto (PIB) mundial, 42 por ciento de la población y alrededor de 18 por ciento del comercio global. De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la contribución de los países BRICS al crecimiento económico mundial ha superado a la de las mayores economías del mundo (G-7, Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Italia, Japón y Reino Unido).

El conjunto de poblaciones que han sufrido injusticias sistemáticas causadas por el colonialismo, el capitalismo y el patriarcado ya no optan por un mundo unipolar intransigente y depredador que solo causa daños a la humanidad como es el caso actual del conflicto en Palestina que está siendo masacrada.

El encuadre de estos países que desean la libertad, es el de un pensamiento marxista, en oposición a la idea del norte global deshumanizado, imperialista y colonial. 

China va a la cabeza con una fuerte economía y en la actualidad apoya de forma decidida al grupo BRICS. Con esto hay una luz en el camino, y por lo tanto, un mundo multipolar sí es posible.

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