Para nadie es desconocida la inflación que estamos padeciendo en México que, de acuerdo a los registros, es la más grave de los últimos 20 años, y, ciertamente la causa no es única, son diversos factores los que influyen, pero en nuestro país se muestra más acuciada por las malas políticas instrumentadas por el gobierno de la 4T, o mejor dicho, por las cero políticas económicas eficaces que puedan contrarrestarla e incluso superarla e iniciar una ruta de crecimiento, como lo hacen otros países, a pesar de la pandemia y de los efectos colaterales que pueda traer el conflicto Ucrania-Rusia. Además de la inflación y del aumento generalizado de los precios de la mayoría de los productos que componen la canasta básica, en Hidalgo, como también está sucediendo en otras entidades, estamos padeciendo una grave sequía que imposibilita aún más que el campo hidalguense sea productivo; el campo está seco, no hay producción, por ejemplo, de maíz, ni para el autoconsumo.
Y si a esto sumamos que las dependencias del gobierno federal, que deben garantizar el abasto de los granos básicos, no solamente no lo hacen, sino que trabajan exactamente al revés y desfalcando las arcas de las instituciones, las consecuencias son graves, la principal: los campesinos hidalguenses están padeciendo la falta de maíz, alimento básico para su subsistencia, y, si no se actúa rápido, la población de algunas regiones de la Sierra y Huasteca podrán padecer hambruna.
Hace unos días, campesinos de la región Otomí-Tepehua se hicieron presentes ante las oficinas de Diconsa para denunciar la falta de abasto de maíz en sus tiendas, solicitando su abastecimiento completo y que no se condicione su venta a comprar otros productos de la tienda, pues apenas tenían, dijeron los campesinos de San Bartolo Tutotepec, para comprar maíz para sus tortillas. Los campesinos afectados denunciaron que en las tiendas Diconsa, les venden solamente de 10 a 12 kilos por familia, cuando en promedio una familia consume un bulto de 50 kg por semana; además denunciaron el alto costo que ha alcanzado el grano. Supuestamente, en este gobierno de la 4T, a los campesinos jamás les volvería a faltar el alimento, y menos el maíz, pues para eso, según dijo el propio presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, se creó el organismo de la Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), que integra la cadena de tiendas de Diconsa y Liconsa, “con el objetivo de lograr la autosuficiencia alimentaria, apoyar a los productores más necesitados y proporcionar abasto alimenticio a las poblaciones más pobres”.
Pero dicha dependencia no solamente no ha cumplido con el objetivo para lo que fue creada, pues resulta que ha “extraviado” miles de millones de pesos: “En tan sólo dos años de existencia, Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), organismo creado por decreto presidencial en enero de 2019, acumuló extravíos de dinero público por más de 9 mil millones de pesos, de acuerdo con las revisiones de la Auditoría Superior de la Federación (ASF). Derivado de dos auditorías practicadas por la ASF, de los años 2019 y 2020, Segalmex tiene cuentas pendientes por 9 mil 36 millones de pesos, entre solicitudes de aclaración y señalamientos por presuntos desfalcos al erario” (MILENIO, 20 abril de 2022). Es decir, la nueva Conasupo de López Obrador, desfalca, les roba dinero a los campesinos, el recurso que estaba destinado a garantizar, a dar seguridad alimentaria en el campo; deja desamparados y en el hambre a millones de familias de comunidades rurales, mientras los señores funcionarios se despachan con la cuchara grande.
Pero este no es el único agravio del gobierno de López Obrador y de su partido MORENA contra los campesinos y el campo: “En dos años el Gobierno federal ha desaparecido 17 programas del sector agropecuario, castigado 11, dejó tres sin cambios, y sólo ocho registran aumento, principalmente los destinados a transferencias económicas a beneficiarios del sector, según se desprende del proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) entregado por la Secretaría de Hacienda a la Cámara de Diputados” (La Razón, septiembre de 2020). Aunque en total, para este 2022 se habla de la cancelación de 80 programas de apoyo al campo. Y para colmo, como burla, el presidente les acaba de hacer un llamado a los campesinos para que se dediquen a la siembra de maíz y frijol para el autoconsumo como solución a la inflación.
No hay de otra, al campo se le debe inyectar recursos, apoyar a los campesinos con verdaderos programas que garanticen la producción agrícola y ganadera y se debe hacer una limpia en las instituciones de la 4T que están desfalcando al país; se nos dijo que “no eran lo mismo” y que ya estaba desterrada la corrupción, pero hoy, por los resultados, vemos un gobierno inepto y, al menos, igual de corrupto que los anteriores.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario