Chilpancingo arrastra un problema histórico en materia de agua potable, que se agudiza en temporada de estiaje ante el crecimiento de la población, la falta de un proyecto sustentable, la nula gestión y el desinterés de las autoridades municipales para contar con la infraestructura necesaria para solucionar la escasez de agua, que afecta casi al 50 %.
El problema se ha convertido en un gran negocio de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo (Capach), en contubernio con autoridades municipales que prefieren vender agua en pipa a suministrarla de manera regular en colonias y pueblos de la capital del estado; también se ha convertido en bandera política de varios partidos, que cuando llegan al poder se olvidan de sus compromisos.
En Chilpancingo, cuando los colonos bloquean calles o el ayuntamiento capitalino para exigir el suministro de agua, se reanuda de inmediato el servicio…
Hablamos del gran negocio de la escasez de agua ya que, cuando los colonos bloquean calles o el ayuntamiento capitalino para exigir el suministro, se reanuda de inmediato el servicio.
De acuerdo a informes oficiales, sólo 300 de 700 colonias que conforman la capital guerrerense, cuentan con infraestructura de la Capach, las demás, ubicadas en las zonas altas y en la periferia, recurren a la compra de agua en pipas, cuyos precios fluctúan entre los 450 y 900 pesos, costos que afectan severamente los bolsillos de familias humildes, que gastan hasta un 30 % de su salario en la compra del vital líquido.
El problema es grave: la actual administración municipal encabezada por la alcaldesa de Morena, Norma Otilia Hernández Martínez, estima que con unos 3 mil millones de pesos podría resolverse el problema de agua potable en Chilpancingo, que ha desencadenado infinidad de protestas de los colonos, que tienen 15 días, un mes, dos meses y hasta cuatro meses sin el suministro de agua en sus hogares.
Ante la necesidad real y lacerante de agua en Chilpancingo, vecinos de varias colonias decidieron participar en la denominada “Marcha de las cubetas vacías”, en la que habitantes de colonias como la Candelaria, Mártires Antorchistas, Aquiles Córdova Morán, Ombú, Florida, CNOP, Vistahermosa, Ignacio Manuel Altamirano, Guerrero 200, Vicente Guerrero, Los Sauces, 1º de Mayo, Valle Escondido, 24 de Febrero, entre otras, con pancartas, lonas, cubetas y hasta un tinaco, solicitaron a las autoridades municipales y a la Capach, regularizar el suministro del vital líquido, logrando por parte del ayuntamiento capitalino, la entrega de tres pipas de agua al día, de 10 mil litros, que de manera gratuita distribuyen agua en la periferia y en lugares donde no existe red hídrica.
Asimismo, lograron una nueva reunión para analizar y realizar una programación de la distribución de agua potable; la movilización sirvió para darse cuenta de que la unidad y la lucha organizada hacen la fuerza y sólo de esta manera lograron atención de las autoridades.
La población sabe que Guerrero es uno de los estados con más agua potable en el país, pero se necesita una gran infraestructura para poder dotar de este elemental servicio a la población de Chilpancingo que recibe de manera deficiente agua de los sistemas Mochitlán, Acahuizotla y Omiltemi.
Ante la concientización de la ciudadanía, las autoridades municipales y de la Capach se ven en la necesidad de buscar respuesta a la exigencia de regularizar el suministro de agua en pueblos y colonias de Chilpancingo, también de hacer las gestiones para construir la infraestructura necesaria. El problema del agua sí tiene solución, pero se necesita la intervención real y urgente de las autoridades del municipio, sin simulación alguna.
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